Por: Jorge Coello para la escuela de poker Drawing Dead.

En este artículo vamos a darle forma a uno de los conceptos que más se usan en la lógica de casi todos los jugadores, pero que algunos no tenemos siempre presentes.

En los primeros pasos sobre la matemática del poker hemos mencionado las outs, que son las cartas que ayudan a que nuestra mano supere a la de nuestros rivales. Por otro lado las odds son las probabilidades que tenemos de ligar alguna de nuestras outs. Cuando nos enfrentamos a una apuesta y tenemos un proyecto debemos prestar atención a la cantidad que apuesta el rival, ya que será de mucha importancia a la hora de ver la rentabilidad de pagar esa apuesta. Con todos estos datos sabidos, si comparamos las probabilidades de ligar nuestras outs con la inversión con respecto al bote veremos si pagar una apuesta con la expectativa de ligar una de nuestras outs es matemáticamente rentable o no. Para ello basta con comparar ambos valores, y en caso de que la inversión con respecto al bote sea menor que la probabilidad de ligar nuestras outs pues tendremos un call rentable, en caso contrario nuestro call será EV negativo.

Vamos a poner un ejemplo muy sencillo para que quede claro este concepto.

Llegamos al turn frente a un rival, nosotros tenemos K Q en un board A 4 2 7, el rival apuesta all-in de $90 en un bote de $100. En este caso nuestras outs de mejora son 9 picas que quedan en la baraja, las probabilidades de que caiga una pica en el river es aproximadamente de 9×2 = 18%. Debemos invertir $90 para ganar un bote de 100+90+90= $280, por lo que nuestra inversión con respecto al bote será del 90/280= 32%. En este caso nuestra inversión es mayor que las probabilidades de éxito, por lo tanto nuestro call no es rentable y deberíamos foldear.

Hasta aquí supongo que todo sencillo, ¿pero qué sucede cuando las apuestas no son all-in? Cuando queda dinero por detrás hay factores importantes a tener en cuenta, y que nos hacen ver que un call que a priori es matemáticamente incorrecto lo podemos convertir en rentable gracias a lo que llamamos odds implícitas. Las odds implícitas justifican un call no rentable directamente a cambio de un beneficio mayor en calles posteriores. Veamos un ejemplo del uso de esta herramienta.

Manejar las odds te permitirá tomar mejores decisiones.

De nuevo llegamos al river con nuestro K Q en el board conocido A 4 2 7, en esta ocasión el rival apuesta $50 en un bote de $100 y se deja por detrás $100, a pesar de que la apuesta sea menor que la del ejemplo anterior, sigue sin ser rentable, ya que debemos pagar $50 para un bote total de $200, lo que sería un 25% de inversión, que no cubre el 18% de éxito de nuestras outs. Sin embargo el hecho de que el rival tenga stack por detrás nos permite cobrar más dinero cuando completemos nuestro proyecto, haciendo rentable un call en la calle anterior por las veces que ganaremos más dinero en caso de ganar la mano.

Existen algunas fórmulas que intentan dar valores numéricos a las odds implícitas. Yo no recomiendo usarlas, ya que hay muchos factores que estas fórmulas no tienen en cuenta, por ejemplo en el caso anterior habrá rivales a los que sacaremos esos $100 de beneficio extra en el river cuando completemos nuestro proyecto, y habrá otros a los que no seamos capaces de sacarles ningún rédito, lo que hace menos efectivas nuestras implícitas.

Sin embargo, a pesar de no haber fórmulas exactas, sí que podemos dar una serie de factores que nos ayuden a la hora de tomar la decisión de pagar en una situación a priori no rentable:

* Tipo de rival. Frente a rivales débiles tendremos unas implícitas mayores, ya que suelen ser propensos a pagar de más con sus manos medias cuando se completan proyectos. En el caso de jugadores competentes por la misma lógica nuestras implícitas se verán reducidas, ya que no sacaremos tanto valor cuando nuestra mano mejore.

* Posición. El hecho de tener posición nos va a permitir siempre tener la última palabra a la hora de que entre más dinero en el bote (fuera de posición podemos optar por hacer un donk bet, pero no es un movimiento demasiado ortodoxo y normalmente no sacaremos valor en cartas dinámicas cuando completemos). Por lo tanto tener posición mejora nuestras implícitas, y no tenerla, las empeora.

* Calidad de nuestras outs. Debemos tener en cuenta el efecto que puede causar en nuestro rival el hecho de que caiga una de nuestras outs, de manera que si nuestras outs son cartas llamadas dinámicas, que completan proyectos evidentes, será más complicado sacar valor a nuestras manos fuertes. En el caso de que nuestras outs sean más “discretas” (como por ejemplo una gutshot) tendremos unas implícitas mayores, y cobraremos más a menudo.

* Fuerza mostrada por el rival. Este aspecto es importante, ya que cuando nuestros rivales muestran fuerza nuestras implícitas aumentan, dado que esperamos sacar más valor de sus manos fuertes cuando nuestras outs nos permitan superarlas.

* Stack e inversión. En el caso del stack es trivial el hecho de que cuanto más stack tengamos por detrás ambos, mejores serán nuestras implícitas. Con respecto a la inversión debemos tener en cuenta cuánto se aleja de la inversión con EV 0, de manera que no nos alejemos mucho de ella, ya que las implícitas no podrán cubrir grandes diferencias. Estos dos factores están íntimamente ligados, ya que nos podemos permitir alejarnos del % con EV 0 más conforme mayor es el stack efectivo que hay por detrás.

* Posibles cartas dinámicas, que podemos usar como outs de bluff. Serán cartas que completen proyectos que puedan asustar a nuestro rival y derribar su mano a pesar de no haber mejorado la nuestra. Esta es un arma de doble filo, ya que en ocasiones el hecho de farolear estas cartas nos va a hacer perder más dinero que el de la inversión de la calle anterior, así que debemos ser cautelosos con esto.

Como ven, hay bastantes factores que influyen en el cálculo de las implícitas como para poder incluirlos en una fórmula sencilla que podamos usar en las mesas. Como hacemos siempre, es muy recomendable revisar estos aspectos fuera de las mesas, viendo manos en las que pagamos con algún tipo de proyecto y ver si efectivamente se trata de un call rentable teniendo en cuenta estos factores que hemos mencionado.