El inicio de esta semana, el lunes 2 de octubre de 2023, se conmemoró el primer Día de Doyle Brunson y toda la comunidad del poker recordó a la leyenda con nostalgia.  Por eso, siguiendo la temática, en esta nueva edición de los Viernes Freak llega una curiosa historia que mezcla una de las jugadas más míticas del poker con asuntos carcelarios.

La mano, conocida como la favorita de la leyenda texana y que comparte su nombre, también es emblemática al coincidir con el día de celebración, el 10-2 (décimo mes, segundo día del año). Este singular conjunto de cartas elevó a Doyle Brunson a la categoría de ídolo, ya que logró ganar dos eventos principales consecutivos de la WSOP con estas cartas en 1976 y 1977.

Esa fama llegó hasta una tenebrosa cárcel de Pakistán, donde algunos condenados a pena de muerte jugaban al poker para pasar el rato y gritaban su nombre al jugar 10-2.

He said the guys on death row were playing poker and called out the 10-2 hand and my name. Unreal! https://t.co/7e805ImNpA

— Doyle Brunson (@TexDolly) 23 de octubre de 2018

«Los muchachos condenados a muerte jugaban poker y cuando iban con 10-2 gritaban mi nombre. ¡Irreal!», escribió en aquella época el bueno de Doyle.

Texas Dolly lo supo gracias a un documental llamando «3 años en Pakistán» que narra las penurias de Erik Audé  un actor y jugador de poker que fue condenado por tenencia ilegal de opio.

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En una entrevista con PokerNews, el condenado señaló que utilizó el poker para poder llevar la agonía del encierro y para ganar algunos beneficios:

«Compramos cinco rupias paquistaníes y jugábamos con fichas y cartas gastadas… La gente en esa prisión siempre tenía hambre, así que ganar algo de pollo o buena comida era una delicia», reveló Audé.

«Fue una gran manera de matar el tiempo».

VIDEO | El trailer de la historia con Brunson