Uno de los mayores males que tiene el ser humano en la mayoría de los aspectos de la vida es la llamada parálisis por análisis o la tendencia a aplazar las tareas hasta encontrar el momento perfecto para ejecutarlas.

Esta muy ligado con la procrastinación o hábito de sustituir un actividad por otra de menor importancia, incluso llegando a remplazar por una completamente diferente que desvía la atención de la meta convirtiéndose en una costumbre cotidiana de «dejar para mañana lo que se puede hacer hoy».

Dicha parálisis por análisis se da en el poker de distintas formas, en todos los niveles y modalidades de juego. El jugador que quiere dejar el trabajo actual para dedicarse a las mesas pero no comienza hasta ahorrar una cantidad de meses de salario o aquel que invierte dinero y recursos en comprar equipo, hacer un plan de trabajo, ver videos, leer foros y estudiar pero sin sentarse en un casino o sala online a grindear la primera mano, son los ejemplos más visibles de este mal.

La manera adecuada de evitar este hábito es la ejecución. Hay un viejo dicho que al hacerle una pequeña modificación ayuda a tal fin: «fuego, disparen y apunten» es un mantra que todo jugador de poker debería repetir en el momento de detectar la parálisis por análisis. 

Ciertamente los extremos son malos y no se debe caer en la eterna improvisación, pero sí es necesario trazar un plan, llevarlo a la acción y en el camino ir modificando las variables. Muy pocas veces en la vida, las condiciones serán 100% favorables por ello es importante no esperar sino actuar.