ENTREVISTAS
Daniel Negreanu: «Estoy en buena forma para ganar»
Daniel Negreanu habló de todo, desde los torneos que jugará a fin de año hasta cómo le está yendo al podcast que hace con su esposa.
El comportamiento como jugadores de poker está relacionado con la vida cotidiana más de lo que se piensa y muchas veces dicha relación afecta inconscientemente, de manera negativa, el desempeño que se tiene en las mesas.
Somos seres humanos que vivimos en una sociedad que se mueve a una velocidad exorbitante, distintos estímulos llegan por múltiples vías demandando la atención de todos los sentidos y provocando, en muchas ocasiones, una reacción más que una acción.
La dopamina (encargada del placer) y endorfina (productora de la felicidad) están a la orden el día. Por ejemplo, un «me gusta» en redes sociales es capaz de detonar estas sustancias creando una adicción para encontrar más de ella de un modo rápido y constante ocasionando efectos negativos en otros ámbitos como el poker.
Es más que sabido que los resultados en el poker son a largo plazo, incluso la carrera de un jugador debería estar orientada al proceso más que al resultado. Es por ello que la inmediatez de otros estímulos puede llegar a jugar en contra a la hora de convertirse en un profesional.
Muchos podrían afirmar que sí. Estamos acostumbrados a obtener resultados de manera inmediata en casi todos las situaciones del día a día. Subir una foto a Instagram genera reacciones al instante, enterarse de un hecho que pasa al otro lado del mundo en tiempo real es posible gracias a los medios de comunicación, estar en América o Europa en cuestión de horas se puede gracias a los aviones, adelantar una serie de tv para omitir la parte aburrida está solo a un click y todos ellos constituyen situaciones que dan cuenta del resultadismo a corto plazo sin detenerse a pensar que hace un tiempo eran impensables.
Aunque no parezca, la mente de un jugador de poker que está expuesto a estos estímulos sufre una contradicción a nivel subconsciente o consciente a la hora de sentarse a pensar en todo el tiempo y trabajo que debe dedicar para clasificarse y ganar un torneo o para tener que jugar 100,000 manos antes de batir un nivel.
La buena noticia es que no todo está perdido, una vez que se es consciente de la situación se puede cambiar. Ir caminando de un lugar a otro en vez de tomar el auto, descongelar un alimento al aire libre y no por microondas son solo algunos ejemplos sutiles de como se pueden evitar atajos que poco a poco vayan incidiendo de forma directa en la mentalidad de largo plazo que se necesita para ser ganador en el poker.