Inicio > Las Nueces: Caribbean Adventure

I’M BAAAAAAAACK

Pero no por mucho tiempo. Recuperado de las anginas que me acosan mínimamente una vez al año (la incapacidad de tragar/salivar comer y un malhumor galopante, que pueden ser causa y consecuencia, me impidieron escribir la semana pasada) vuelvo a las canchas cibernéticas para traerles una versión de las nueces, en su modalidad blogger-meestoyyendodossemanasacancúnvoyahablardeloquequiera.

Para los que tienen el don de leer entre líneas y comprenden de los que les hablo, paso a agregar que además de viajar con lindos nenes de la escena del Poker en vivo argento (Ruzzi, Aro, Dubini, Sgrilletti, Spitale) voy a tener el placer de compartir travesía con el Profesor Intermedio de la Escuela CodigoPoker, Gustavo «OreyDoCaribe» Morales. Bronceado y contratado en esta particular ocasión como gurú del grupo por su experiencia con estadounidenses y canadienses adquirida online, confiamos en su capacidad de medir el EV de colocarla de cada participante y comparta líneas imaginativas que nos lleven al profit hacia el final de la noche.

Si no vuelvo bronceado no se preocupen, les juro que voy a Cancún

Yendo hacia terrenos algo más apropiadas, esta especie de video-blog sin el primero se referirá a una mano que protagonicé hace muy poco, en el ¿o la? Madero Summer Cup 2.5 K. Llegué de Río Negro a mi departamento en la ciudad de la furia el domingo, sin dormir (std), y una vez liberado de la mochila que mutilaba mi espalda no pude más que exclamar: «¡que olor a mierda!», parafraseando al Hamlet de William Sheakspeare. Traducciones posteriores ablandarían lo que hoy conocemos como «algo se está pudriendo en dinamarca«, pero la verdad es que algún tipo de cañería vecina había implosionado y el lugar estaba inhabitable. Un par de llamados a personas incorrectas me convencieron de que resigne horas de sueño y juegue el torneo como escribo, sindorrr. Me pareció divertido.

No hay mucho para decir del primer día, medio sedado y con un field un poco más simple de lo normal el naipe me pegó una atropellada similar a la que le propinó el almanaque a Macaulay Culkin, alguna vez calificado como angelito y pobre. Con ciegas a comenzar 500/1.000 si mal no recuerdo, terminé el turno con poco más de 150 k. El problema es que me quedaban tres insfucientes horas de sueño para abordar la misión al día siguiente, por lo que mis tradicionales ojeras parecían agujeros negros a la hora de arribar al poker room. Insomnio y Lea «Leitalopez» Bustillo a mi izquierda con 60 blinds pronosticaban una tarde de sufrimiento y agonía, pero gracias a pozos en los que Bustillo recibía la sota de basto y el 3 de copa -dejándome el camino libre- logré elevar mi stack a 250 k con ciegas en 2.000/4.000, pretty cool.

Quedando 28 jugadores y siendo 25 los puestos premiados me trasladaron a una mesa a la inmediata izquierda del chip leader de la contienda, con torres por un valor de 300.000 puntos y un look muy «Christian Sare/puede que sepa lo que estoy haciendo», pero no recordaba acción pasada con él. En mi somnoliento estado decidí no aprovecharme de la burbuja aún y ver como se desarrollaba la mesa que contaba con Daniel «Dr. Granate» De Mare y José Daniel Litvak. El muchacho, al cual apodaremos «El niño x», como la sustancia de las infames chicas superpoderosas, decidió subir la mayoría de las manos que le llegaron muertas, con cataratas de folds como respuesta. No se juegan muchas manos en vivo, pero eventualmente me aburrí de la acción y el no respeto al big stack en posición, me puse el cuchillo entre los dientes y showtime. Después de un par de flats en posición de mi parte, defenderme de ciegas mi raise de UTG, un 3 bet de mi autoría en posiciones medias y un respectivo call en el que acusamos 4 3 él, Q 5 yo; me di cuenta que a mi nuevo amigo este reciente y perverso desafío le agradaba más de lo esperado, pues yo callearía ese 3-bet OOP (fuera de posición) sólo si mi rival fuese un simio babeante. Un par de agregados más antes de la mano en cuestión: el muchacho se notaba disfrutando de la situación en la que se encontraba (chip, open raiseando locamente), hablando mucho y opinando a menudo de manos de los demás, y me enteré entre charlas que reparte cartas en un club y este era una especie de shot para él.

La acción llego muerta y el sorpresivamente (?) decidió raisear mi ciega a 11.000 (2.500/5.000) y jugar sin posición una vez más. Q 3 suficientes para el ansiado quilombo con casi 70 ciegas cada uno.

Flop: 7 4 2

Su subida fue de 10.500 y el flop mencionado hizo que ambos checkearamos. Acá es donde ingresamos indefectiblemente en terreno pantanoso, pues nunca voy a saber con exactitud la manera de jugar post-flop del rival dado que la acción visualizada era más que nada pre y por lo tanto me basaré en tendencias generales. El hecho de que no haya c-beteado preocupa pues supongo que dada su agresividad tiene algún tipo de valor de showdown. Con la afinidad a los disparos mostrada esperaba mucho más c-bets de su parte en este board, siempre recordando que es probable que haya raiseado cerca de cualquiera dos cartas (recordando el call del 3 bet anterior). Si bien cabe la posibilidad de que esté resignando para variar, tendería a pensar que no lo es el caso y me está dando lugar a bluffear y ch/callear sus pares simples/K high/A high (sus bets de K high y A high no serían por valor, siendo calleados sólo por manos mejores). Un argumento podría hacerse a favor de doble barrelear flop y turn para desalentar a manos testarudas que no sean pares ya mencionadas, pero decidí checkear y obtener mas información en la siguiente calle, además de la ventaja de poder barrelear cartas medias que compliquen la situación de este tipo de naipes, o incluso ocasionales T x o Jx que podríamos betear pues su rango contiene pocos, creo que la mayoría considera que diez o jota high carecen del valor suficiente como para no continuar ese board. Por otra parte y quizás yendo más lejos de lo que debería, mi check debería alertarlo en algún punto pues también mostré ánimos de duelo ninja y tendería a checkear con una mano similar a la que él checkearía, pero puede que haya tomado un trago de coca gratuita mientras yo checkeaba e imaginaba la caravana mágica que se venía de meter podio.

Turn: -Ah-

Carta de acción, siempre. Nuevo check de mi rival, decido apostar 8.700 en cerca de 28.000. Mi apuesta es discutible, pero en el momento fue una mezcla de que mi mano se veía muy de A high dado el check al flop y que él no debería saber que tengo una adicción incurable a la defensa de ciegas. En realidad, un nuevo check de él me pareció muy poco digno del Niño x, un pozo doblemente pot controleado no parecía algo que haría con una mano de valor -o no debería hacer pues se tornaría muy explotable de betear en demasía los bluff y «atrapar» con sus manos grandes- y comenzó a parecer más a una mano del tipo Q9, QT, QJ, Kx o un par en modo ch/call. Si bien mi mano tiene algo de valor aún, preferí betear y reevaluar lo que podría ser un doble barrel en determinados rivers. El tamaño parece darle valor a las manos estipuladas, pensé que una apuesta mayor lo haría sospechar y tendería más al hero call (normalmente iría casi pot con Ax en spots similares). Su respuesta fue un check/raise a 22.000, El niño x estaba de vuelta. Repasé manos y debates transcurridos y sin recordar con exactitud ahora, había aconsejado a alguien realizar un ch/raise indefinible si era por valor o bluff en un board en el que sinceramente no debería. Esto me hizo inmediato ruido, siempre teniendo en cuenta la tendencia del mega aggro a utilizar esta herramienta que se ve cool pero es muy difícil de balancear correctamente: me pareció que no lo haría nunca con Ax que no sean AQ, AK o dobles, ocasionales AJ (creo que betearía por value turn) pues el jugador average tampoco quiere agrandar un pozo con una mano de valor medio vs el segundo del torneo y que está por arriba de la media (halagándome un poco), sino que callea (bluff catchea) en este caso dejándome lugar a bluffs y como ya dije, pot controleando un poco, satisfecho con la apuesta de más que ganó al no betear turn y conseguir mi fold.

Las opciones eran muchas, y una vez más, dada la sequedad del board, el call me pareció extremadamente fuerte en términos de representar una mano. No había draw posibles con los que yo apostara y pagara corretamente turn (la mano que tengo es un ejemplo, si bien el call por odds no está bien) las manos que raisearían su ch/raise estando así de deep por valor en posición (a menudo callearíamos con nuts para dejarlo bluffear) son ínfimas (en este caso hablando de la manera óptima de jugar la mano, quitando leveleadas de por medio) por lo que mi nivel de enfermedad debería ser interesante para haber checkeado flop, beteado turn, calleado turn. El ejercicio de ponerse en el lugar de ambos y ver como se ve la historia que cada uno está contando es importante y esta mano puede servir de modelo para aquéllos que nunca lo hayan practicado. Resumiendo, dada la cantidad importante de bluffs que posee el rival, calleamos armados de un gutshot y una damicela: a veces ganando, a veces perdiendo, pero con intenciones más pervertidas que las de un cura en una colonia de vacaciones.

River: 5

¡Santos chupetes voladores Batman!. Ésta no me la esperaba, y cambiaba las probables opciones de ch/bet o bet/raise turn dependiendo de los ánimos del villano. La apuesta esta vez era de 29.000 fichas. Lo que parecía un value bet (y tiendo a pagar estas apuestas por odds) me preocupó un poco en términos de qué hubiera ocurrido de no hittear mi escalera, o sea, siempre. Mi raise no hubiera superado las 70.000 fichas pues la idea básica era que él estaba bluffeando y sólo queríamos desalentar a mejores damas o reyes que hubiesen decidido farolear en vez de callear turn, o incluso podría haber pagado su bet de river pues estos números y la latente posibilidad de que Kx hubiera ch/calleado mi pequeña apuesta de turn hacían la mano más interesante. Se entiende entonces que el tamaño de su apuesta me sorprendió y asumía una mayor, que dicho sea de paso no hubiera sido buena dada la textura cambiante del board y la tendencia a retroceder un poco con el value-bet de la mayoría de los jugadores cuando queda escalera a una carta y ponerse en modo check/call, independientemente de qué tan pocos draws que hittean river tenga nuestro rango.

A pesar de esto, mi cabeza, (dada la condición del Niño x de no ser un jugador regular del circuito y tener un trabajo normal, con un stack equivalente al promedio de mesa final y AR $113.000 al primero que deberían resonarle fuertemente) me decía que la mano estaba terminada allí, si yo raiseaba no tendría suficiente corazón para 4 betear mi apuesta. Los números crecían mucho y ya golpeaban el stack de cualquiera de los dos, y siempre agregándole la fortaleza representada de mi mano. Por lo tanto, en vez de casi min raisear su apuesta, decidí elevarla a 120.000 en caso de estar equivocado y que mi oponente tuviera una mano como dobles, de la cual no se bajaría y mi inesperada escalera estaría perdiendo valor de elevar la mínima.

«ALL IN «(por 290 k) fueron sus snap palabras, y lo primero que me salió fue «wow». Primero, porque como dije para mí siempre había bluffeado y creo a muy pocas personas del ambiente capaces de realizar una movida semejante en esta instancia. Inmediatamente pensé que chopeabamos o quizás hasta busteaba contra un 6 3 perdido, así estaba de seguro que no era posible un farol de semejante tamaño. No tardé mucho en pagar, y sus cartas se fueron al muck rápidamente y el Niño x llegó a balbucear «buena mano».

Sus amigos se acercaron a él y le preguntaron que había pasado, qué tenía. Mencionó que llevaba un As flojo, lo que me resulta particularmente curioso, pues sería un admirable ch/raise al turn al que nunca di crédito pero a la vez un horrible shove al river teniendo valor de showdown admirable. Puede que lo haya dicho para acusar algo y no un bluff total, o para hacer hincapié en que lo badbetee asquerosamente, pero de cualquier forma, rescato el corazón que mantuvo hasta el final y que compartimos en algún punto -si me hubieran conocido hace un par de años-, pero que inevitablemente uno va relegando y mordiéndose la lengua a fuerza de este tipo de situaciones, pues la meta final -no deberíamos olvidarlo nunca- es ganar dinero.

Con 600.000 y más sueño que la bella durmiente continué mi camino hacia un segundo puesto del que aún no llego a sentirme orgulloso, pues el Heads Up lo encaré de tan mala forma y tan cansado que es difícil perdonármelo, siendo como todos saben, una situación particular en la que además de un gran salto de dinero se juega el primer puesto, único e incomparable.

Luquitas, extasiado con el desenlace

En sólo horas parto entonces a tierras aztecas en un por ahora 2013 muy similar al 2012 (increíble), y desde allí encontraré la manera de comunicarme y subir alguna que otra andanza de la banda por el caribe. ¡eee, eee, eeeso fue todo amigoooooos!.

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