Al igual que un nadador entrena para mejorar sus brazadas, el jugador de poker debería hacer lo mismo con su mente. A fin de cuentas, el poker es un deporte mental. Aunque la mente tiene muchas virtudes y características podríamos pensar en ella como un músculo que se desarrolla y fortalece a media de que se ejercita.
Aunque la meditación es una práctica muy antigua que viene desde África y Asia, su implementación en el mundo occidental es relativamente nueva que va tomando popularidad como parte del proceso de entrenamiento y mejora en distintas disciplinas y recomendada por entrenadores y coachs para sus alumnos.
Muchas veces la meditación se ha interpretado como el aislamiento total de la mente y pensamientos, pero la realidad es que es todo lo contrario: lo que se busca es una atención plena del presente, del entorno, del aquí y ahora. Constantemente vivimos pensando en hechos del pasado o futuro, los que nos genera frustración por lo que pudo ser y ansiedad por lo que está por pasar.

Meditar también forma parte de las mañanas de Daniel.
Hoy por hoy muchos jugadores de poker practican la meditación como rutina diaria y de preparación ante el inicio de cada sesión o torneo. El principal beneficio es poder concentrarse completamente en la acción que se está llevando a cabo en la mesa y tomar la mejor decisión; ayuda a mantener el foco.
Los poker room están llenos de distracciones: ruido de maquinas y fichas, conversaciones de jugadores y música, entre otros ruidos, son factores que puede llevar al jugador de poker a perder la concentración en determinado momento. La meditación no te hace aislarte de dicho entorno, por el contrario, los hace más presentes pero con la atención en una sola dirección: la mesa.
La meditación no solo ayuda directamente al desempeño en la mesa, también ayuda a una mayor comprensión del estudio. Incluso a muchas personas les ha servido para escuchar a su cuerpo y cambiar hábitos alimenticios o rutinas diarias teniendo un impacto directo en sus resultados. También es una gran herramienta para controlar el tilt.
Al comienzo, meditar resulta muy complicado. Se tiene la falsa creencia de tener que poner la mente en blanco cuando en realidad hay que tener presente todos los pensamientos que llegan pero no sumergirse en ellos, algo parecido a ir caminado por la calle y observar a la gente que viene hacia nosotros y dejar que desaparezcan de nuestro campo visual sin haber cruzado palabra alguna.
Una buena técnica para comenzar a meditar es centrarse en la respiración, sentir cómo el aire entra y sale de la nariz y hace que nuestro estomago se infle y desinfle con cada inhalación y exhalación. También existen muchas apps y videos de YouTube que hacen meditaciones guiadas que ayudan a adentrase en esa práctica que con el tiempo seguramente tendrá un impacto positivo en las mesas.