En el poker hay de todo tipo de historias y acá va una que es digna de ser parte de una nueva edición de los Viernes Freak y que de seguro no dejará indiferente a nadie porque, realmente, a cualquiera le puede pasar. O no, al menos no así y después de un all-in.
El casino Desert cuenta con un poker room con 27 mesas.
En el casino Desert Diamond de Arizona , un jugador simplemente se negó a perder una mano, no quiso pagar las fichas que había apostado, las tomó y salió corriendo del lugar.
Esta curiosa situación sucedió en una mesa de cash de NLH con ciegas US$2/$3. La acción involucró a varios jugadores que no fueron identificados. El primero abrió a US$15, otro subió a US$35 y recibió dos calls.
Flop: 8 10 6
Tras un check, uno apostó US$40 a lo cual otro respondió all-in por US$45, recibiendo otro all-in por US$400. El primero pagó y mostró K K otro Q 9 mientras que el otro bajó Q J. El turn 3 trajo la victoria con el color y el tilt.
Y acá comienza el problema: el jugador de par reyes bad beteados volvió a poner su stack apostado en su pila, lo tomó y se levantó de la mesa ante la atónita mirada de sus rivales.
Es decir, salió corriendo con las ganancias de su oponente. Nadie entendía nada y mientras el floor trataba de poner en orden la situación, el jugador logró escaparse del casino. Llamaron a la policía, pero hasta el día de hoy el hombre sigue prófugo.
Para colmo, todos deben pensar que el casino hizo algo al respecto y solucionó la situación con el jugador perjudicado, quien no recibió sus ganancias, pero no: la casa de apuestas a pesar de tener como testigo al repartidor, no hizo nada y el jugador se tuvo que ir de la mesa tildado y timado.
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