En la actualidad, la palabra «zen» inmediatamente hace pensar en meditación, calma y algo de minimalismo. Aunque no está completamente alejado de la realidad, la filosofía que hay detrás de ella, abarca mucho más y puede ayudar a mejorar de manera exponencial en las mesas.

El budismo zen fue una corriente de esta religión-filosofía que llegó a China en el siglo VII, se extendió hasta Japón y de ahí a occidente. Parte fundamental de estas enseñanzas se centran en superar el sufrimiento, que en el poker fácilmente se puede determinar como tilt, y para ello propone varios principios o herramientas que se pueden poner en práctica durante una sesión o torneo.

Impermanencia

Tal vez sea el concepto pilar de esta corriente. La vida y las personas están en constante cambio, todo es transitorio. Una situación en concreto que pasa el día de hoy, no necesariamente se va a mantener mañana y entender este hecho es la primera causa para librarse del sufrimiento. En el poker, cada mano, sesión o torneo pasará, y esta esta es una realidad que debemos aceptar en todo momento aunque sea un una racha negativa o positiva. Al estar ante un mal resultado, se puede peder la cabeza al tratar de recuperar y si dicho resultados son positivos, causarán sufrimiento en el momento en que dejen de pasar. Para superar esta situación se deben ver las rachar como períodos o ciclos en constante cambio, subidas y bajas. Así es el poker.

Aquí y ahora

La frase «aquí y ahora» ha dado pie a cualquier cantidad de libros, videos y artículos para expresar la importancia de vivir el momento presente. El pasado causa depresión y el futuro ansiedad. Sobre los errores o malas jugadas del pasado no se puede hacer nada, solo aprender. Los resultados del futuro son obtenidos por la consecución de momentos presentes así que tomar las mejoras decisiones en cada jugada es el único camino al éxito. 

Es sumamente importante estar enfocados en cada mano y decisión que se toma en las mesas. Jugar mientras se piensa en la cena que se tendrá más tarde con los amigos o la discusión de ayer con la pareja también son factores que no dejan vivir el presente en una sesión de poker y pueden terminar produciendo tilt por haber hecho un mal movimiento a causa del descuido. 

Causa y efecto

Todas las circunstancias que rodean a una persona son producto de sus acciones pasadas, en el poker pasa exactamente igual. Una sucesión de causas (buenas decisiones en las mesas), muy probablemente se derivarán en el efecto esperado (buenos resultados). Pasar en el turn cuando se debía apostar y que el river muestre la carta que estaba buscando el rival para completar su proyecto es el mejor ejemplo del principio de causa y efecto.

Ego

El ego y el apago van de la mano. En muchas situaciones de la vida, las personas se aferran a un hecho por la sensación que les produce. Tal vez este sea el factor más difícil de combatir en una mesa de poker: la imagen que tienes los rivales sobre nuestro juego y ir contra un oponente luego de habernos mostrado un farol son los desencadenantes más comunes del sufrimiento causado por el tilt.

Tener presentes estos principios con herramientas de aprendizaje para ponerlas en práctica durante una sesión de poker ayudarán a aliviar los episodios de descontrol que se sufren en las mesas y así llegar a controlar de mejor forma la parte mental de este juego.