Este fin de semana quedará marcado en los libros de historia. Desde el BSOP Millions de San Pablo llegó la noticia más impactante que la industria haya recibido en los últimos años: el poker fue declarado definitivamente como un deporte mental.
La aprobación final llegó por parte de la International Mind Sports Association (IMSA) y en este camino mucho (o todo) tuvo que ver la World Poker Federation que nació en Brasil y que llegó para darle la forma final a una lucha de más de 20 años.
La WPF, que agrupa a su vez a federaciones de más de 45 países, trabajó a destajo para conseguir este logro que ahora su residente Igor Trafane Federal , el CEO Leonardo Cavarge y el director de marketing Roberto Lifschitz celebran en un diálogo exclusivo con CodigoPoker.
-Primero que todo: ¿qué significa que el poker haya sido reconocido como deporte mental?
-Igor: Este reconocimiento representa una nueva era para el poker globalmente. Significa la apertura de mercados y la posibilidad de expandir el deporte con una estructura sólida y regulada. Ahora, el poker está legitimado a nivel mundial, lo que permite que nuevos países vean el juego desde una perspectiva de deporte intelectual, brindando más oportunidades y seguridad para atletas y organizaciones.
Igor Federal es, probablemente, el hombre más importante detrás de toda esta hazaña.
-¿Cómo impacta el reconocimiento del poker como deporte mental en el mercado y en la visibilidad para patrocinadores?
-Roberto: Este reconocimiento abre nuevas oportunidades de mercado y aumenta la visibilidad para los patrocinadores. Con esta legitimidad, el poker adquiere un lugar más sólido y respetado en el escenario deportivo al nivel de otros deportes. Este estatus incentiva a los medios a cubrir el poker de forma más amplia y especializada, atrayendo a un público cada vez más ávido de información y competiciones. Además, crea un entorno seguro y regulado para las inversiones, permitiendo que marcas y patrocinadores vean el poker como un campo viable para asociaciones duraderas y altamente visibles.
-Al explicarle a alguien que el poker es un deporte mental, ¿cuáles son sus argumentos?
-Roberto: El poker exige razonamiento lógico, toma de decisiones bajo presión, control emocional y estrategia, habilidades esenciales para cualquier deporte mental. Al igual que otros deportes, el poker implica competición estructurada, donde los jugadores o equipos buscan superar a sus oponentes. Además, el desarrollo de LAS habilidades es fundamental: los jugadores necesitan mejorar constantemente sus capacidades mentales, como lo hacen los atletas de deportes tradicionales.
El poker también demanda estrategias y tácticas complejas con los participantes adaptándose a circunstancias cambiantes, algo típico de todos los deportes. Además, la práctica exige entrenamiento y preparación rigurosos, donde los jugadores trabajan para perfeccionar sus habilidades, dominar estrategias avanzadas y fortalecer su agudeza mental. Estas características colocan al poker como un deporte mental.
Leonardo Cavarge, el CEO de la World Poker Federation, es otra figura clave.
-¿Cuánto trabajo costó lograr este reconocimiento?
-Igor: Este trabajo comenzó hace 20 años en Brasil, con el desarrollo de un entorno regulado y seguro para el poker, lo cual pavimentó el camino para la fundación de la WPF y su reconocimiento internacional. La WPF es la continuidad de este esfuerzo histórico por valorizar el poker.
-¿Cuál fue el obstáculo más difícil o inesperado que encontraron en el camino?
-Roberto: El mayor obstáculo fue superar las percepciones equivocadas sobre el poker, especialmente debido a la desinformación. Una de nuestras grandes tareas ha sido educar al público y a las autoridades sobre el poker como deporte mental, mostrando su complejidad estratégica y su valor intelectual.
¿Hubo un responsable principal en este éxito o fue un trabajo en equipo?
-Leonardo: Fue un trabajo de toda la comunidad global del poker. Las federaciones, jugadores y socios se unieron en torno a la WPF para fortalecer el movimiento y asegurar este reconocimiento. Sin este apoyo colectivo, nada de esto habría sido posible.
-¿Y ahora qué sigue? ¿Cuál es el próximo objetivo?
-Igor: Nuestro próximo paso es consolidar una estructura deportiva global para el poker, con regulaciones y competiciones internacionales estandarizadas, expandiendo la aceptación y la práctica del poker como deporte mental en más países.
Roberto Lifschitz también tuvo mucho que ver.
-¿Los Juegos Olímpicos son un sueño o una locura?
-Leonardo: Es un sueño ambicioso, pero no es nuestra prioridad en este momento. Tenemos mucho espacio por consolidar y expandir antes de que podamos aspirar a esta oportunidad. Por ahora, seguimos enfocados en alcanzar al mayor número de países y fortalecer el poker como deporte mental.
-¿Cuál será el mayor escenario posible para el poker como deporte?
-Igor: Con el desarrollo de la estructura deportiva del poker, con normas, reglas y competiciones oficiales, estamos impulsando la creación de ídolos, el reconocimiento de los grandes jugadores y las naciones a nivel mundial. Vemos en el futuro una Copa del Mundo de naciones, donde las selecciones compitan y sus jugadores puedan brillar en un escenario global.
Un evento de tal prestigio dará aún más visibilidad al poker y a sus jugadores, atraerá la atención de los medios y aumentará el interés de las marcas como posibles patrocinadores.
-¿Cómo impactará esto a nivel internacional y especialmente en América Latina?
-Igor: Este reconocimiento fortalece el poker a nivel internacional, especialmente en América Latina, donde la aceptación como deporte mental facilita la regulación y la apertura de nuevos mercados. Esto permitirá más inversiones, asociaciones y el desarrollo de políticas que valoren el poker en la región.