WORLD POKER TOUR
Ganó 1 millón con el freeroll más grande en la historia del poker
El Club WPT Gold organizó este certamen gratuito de 5 millones de dólares en el Wynn Las Vegas con entradas por invitación, satélites y sorteos.
Era una noche de poker como las demás: amigos, paños y clandestinidad. Risas y alcoholes. Una ronda íntima que de repente se congeló justo cuando una mano empujaba una pila de fichas al centro de la mesa…
-¡Alto, Policia Federal!
El grito había sido del muchacho nuevo al que muchos habían conocido esa misma noche. Todos se quedaron paralizados. Algunos, incluso, pusieron las manos detrás de sus cabezas. El aire se cortó por un segundo hasta que una carcajada incontenible los desinfló de alivio. Era Igor Trafane. Desde entonces, conocido como Igor Federal.
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Hoy tiene 43 años y es uno de los nombres más importantes del poker en Brasil: Igor Federal Trafane, el hombre que nació el 12 de mayo de 1974 en São João da Boa Vista, San Pablo, y que cuenta esta anécdota con total soltura, recordando aquellos años en los que jugar convivía con el vértigo de estar parado sobre la medianera de la ley. Desde entonces mucho ha cambiado en el país más grande de Sudamérica y él es uno de los responsables, uno de los fundadores en 2009 de la Confederación Brasileña de Texas Hold’em (CBTH), la institución que libró la batalla política para conseguir que esta disciplina haya sido declarada el viernes 26 de febrero del 2012 como un deporte mental por el Congreso e incluido dentro del programa del Ministerio de Deportes de la nación.
De la mano de la Brazilian Series of Poker, el campeonato brasileño que recorre el país desde el 2006 y que este año llegó a las 100 etapas, este deporte fue creciendo más allá de que los casinos y salas de juego están prohibidos en Brasil por la vetusta Ley de Juego que rige desde 1940. «Hoy en Brasil hay dos flancos de lucha abiertos», le explica el propio Federal a CodigoPoker mientras se saca su elegante pero caluroso saco de azul. «Uno es el de los juegos de fortuna, como los llaman ahora. Y ésa es una pelea de los casinos y está muy bien, pero lo que nosotros no podemos dejar es que en este momento los juegos mentales, como el poker, queden enmarcados en la legalidad de los juegos de azar, porque eso es de los casinos», detalla este paulista con alma de político y corazón de poker player.
«Lo que estamos haciendo ahora es un trabajo de dos frentes: apoyamos todos los movimientos de regulación de juegos de fortuna, porque pensamos que es un derecho del ciudadano que el Estado no debería prohibir, conlleva una mirada filosófica. Pero aparte de ese apoyo que damos tenemos otra pelea que es lograr que el poker no quede adentro de eso. Y no sólo el poker: también el ajedrez, las damas, el bridge, billar, dominó y hasta los e-sports. Porque si entramos en ese marco, una ley mal escrita nos puede arruinar: imagínate que diga que ‘quedan prohibidos todos los juegos online…‘».
-¿Y qué falta en ese camino?
Venimos bien, el tema es que en el 2018 tendremos elecciones presidenciales en Brasil, así que hasta después de eso no creo que tengamos novedades. Pero para el 2019 ó 2020 algo va a salir. Es una opinión personal, pero creo que de acá al 2020 pasará algo grande. Puede llegar a ser de golpe, con una ley general, o gradual…
-¿La pelea es siempre a nivel país, no? ¿O regional?
-A nivel país, siempre a nivel país. La constitución brasileña exige que el tema de los juegos tiene que ser federal.
-Ya pasó una década desde que el poker en Brasil comenzó con su revolución. ¿Cuál es el balance?
-La verdad es que nunca podríamos haber imaginado hasta dónde llegaríamos, es un sueño hecho realidad, la historia de una batalla grandiosa. Porque en Brasil, a diferencia de otros países, no había una regulación para el poker. Muchos otros países de la región tenían sus regulaciones, buenas o malas, pero las tenían. Y aquí no, tuvimos que comprobar cada categoría hasta conseguir lo que conseguimos, que el poker se considerado un deporte mental, un juego de habilidad. En ese marco, este año por ejemplo llegamos a la etapa centenaria de la BSOP, un circuito que empezó en el 2006 y que desde entonces ya repartió más de 45 millones de reales y tuvo torneos con casi cinco mil personas.
-¿Hubo que vencer muchos prejuicios a nivel social?
-Por un lado estuvo la batalla legal, más técnica, que se basó en diferenciar al poker de los juegos de azar y conseguir que sea reconocido como un juego de habilidad, y por otro estuvo el costado social. Ahí tuvimos que mostrarle a la sociedad que el poker no es malo, hubo que desbancar la bastardeada imagen de este deporte, de los salones llenos de humo y personas turbias. Hoy tenemos salones llenos con personas saludables practicando un deporte mental.
-Este año has dejado la presidencia de la Confederación Brasileña de Texas Hol’dem, tu cargo desde el 2009. ¿A que se debió la decisión?
-En Brasil y en toda Latinoamérica los presidentes de la mayoría de los clubes y federaciones deportivas suelen perpetuarse en sus cargos por 20, 30 y hasta 40 años. Toman a las entidades para sí mismos y se olvidan del objetivo. Y yo no quiero eso. Estuve en la CBTH ocho años, durante dos mandatos, y éste era el momento de darle paso a los nuevos líderes. Lo que yo hice está hecho, ahora tenemos un nuevo presidente, Ueltom Lima. Además, mientras tanto hay que seguir con un gran trabajo político en Brasilia que está encabezado por mí y del que me voy a seguir haciendo cargo porque sigo siendo directivo de la Confederación en el cargo de Director de Asuntos Estratégicos.
-Para liderar esta revolución has tenido que dejar de jugar al poker. ¿No te arrepientes?
-No, no me arrepiento porque fue una decisión que tomé, la de encabezar un movimiento para que todos pudieran jugar. Aunque sí debo confesar que tengo ganas de volver, porque justamente inicié todo esto para poder jugar, así que en algún momento próximo voy a regresar. No como profesional, algo que hice en el 2007 y 2008, pero sí para divertirme…
-Junto a ti, ¿quiénes han sido los grandes referentes de este proceso?
-Si menciono nombres seguramente me olvide muchos y sería injusto, pero es un conjunto de personas. Tenemos los presidentes de las 22 federaciones estaduales, porque Brasil tiene el tamaño de un continente y hay que trabajar a nivel regional. Además tenemos el soporte de los medios, de un grupo de políticos, de muchísimas personas…
-¿Qué fue lo que más ha ayudado en este camino?
-Hay algo que ayudó más que todo: el poker, que es grandioso. ¿Sabes por qué? Porque cuando empecé este camino, necesité un fiscal y encontré fiscales apasionadores por el poker; también necesité políticos y encontré políticos apasionados por el poker; luego necesité difusión y en las cúpulas de las empresas de medios encontré apasionados por el poker. Este es un ejercicio mental, es apasionante, divertido, se genera camaradería… Un amateur puede ganarle a un campeón mundial, una persona con discapacidad compite en igualdad de condiciones con cualquiera. Aquí no necesitas parapoker, ésta es una disciplina integradora, democrática, en la que las mujeres y los hombres juegan juntos, o personas de 20 años con otras de 80.