Diez años pasaron hasta que un jugador del Caribe volvió a ganar un evento de la World Series Of Poker. Más representativo aún: Joseph Di Rosa se convirtió en el primer venezolano en ganar un brazalete y se sumó a un exclusivo listado de 13 campeones latinos (17 brazaletes), representantes de sólo seis países.
Pocos tienen el privilegio de sentir en su piel qué se siente al ganar un torneo de tal magnitud. Y eso es algo que tiene un sabor distinto para quien además lo vive casi desde el exilio al que obliga la coyuntura de su país, que no solo es complicada socialmente sino que además restringió las posibilidades de desarrollarse como jugador profesional de poker. Y eso es lo que este nuevo campeón siempre quiso, y por eso estableció su base en Miami, cerca del Seminole Casino, donde se preparó exclusivamente para esta serie.
«Es como darle un mensaje a Venezuela de que sí se puede: con dedicación, constancia y disciplina. Tengo muchos amigos contentos y eso me hace sentir muy bien», explica Di Rosa apenas le atiende el teléfono a CodigoPoker.
-¿Pero cómo es que un jugador que apenas registraba un minicobro de 11 mil dólares logró ganar un torneo de la WSOP que jugaron 1.700 personas?
-El 2016 lo tomé muy en serio y fui a Bahamas , donde hice varias mesas finales en torneos paralelos; también jugué paradas del WSOP Circuit, la serie aquí en Vegas y el EPT de Barcelona . Este año decidí apuntar exclusivamente a esta WSOP entrenando, comiendo sano, leyendo libros y estudiando a fondo. Pienso que la preparación es y fue esencial.
Joseph, junto a Dorian Rios, su novia y amigos en el rail.
-¿Y entonces qué era más importante: el dinero o el brazalete?
-Sin duda el brazalete, el dinero es algo que motiva muchísimo pero el brazalete va más allá. Significa ahora tener que dedicar muchísimo más, ir cada día un poco más. Y significa ahora querer ir por el segundo.
-¿Vale lo mismo éste que el de un Main Event?
-Cada evento tiene su complejidad, obviamente el ME es el mejor estructurado, donde las casualidades no existen. El que llega a la mesa final es porque está entre los mejores del mundo y capacitado para ganarlo. A la mayoría de los torneos no es el bajo costo sino la estructura que los vuelve random. Sólo 7.500 puntos para empezar, por ejemplo. Donde hay mayor stack y tiempo se presta para desarrollar un póker más sólido. Eso le da más dificultad. Pero en cuanto a los brazaletes creo que es igual uno que el otro, claro que el ME tiene un prestigio que muy pocos han compartido.
-El año pasado estuviste junto a Dorian Ríos cuando casi gana el Monster Stack y ahora fue él quien te acompañó desde la grada. ¿Lograste sacarle esa espina que tenía clavada?
-Con Dorian nos conocemos hace diez años a través del poker y desde hace unos cinco que estudiamos y compartimos el juego 100%, desde lo estratégico, debate de manos y demás para desarrollar un juego más sólido. Definitivamente este resultado es sacarle la espina a mi hermano y estoy seguro de que él lo va a lograr por su cuenta muy pronto.
-¿No sentiste la presión de lo histórico cuando llegaste a la mesa final con el liderato?
-Nunca pensé en el brazalete ni en el primer lugar como tal. Pensé en el poker, que tenía el liderato de fichas y que no lo podía perder. Sin embargo hubo una mano en la FT, contra Stuart, que venía segundo en fichas. Resubí desde BT y él hizo un 4bet en SB, quedando 6-handed. Completé con AK y el flop vino K53, él cbteó y yo lo puse all-in, y para mí sorpresa él tenía ases. Me ganó y casi me igualó en fichas, por lo que me preocupé un poco. Pero seguí buscando a los shorts y ellos le quitaron las fichas a él, por lo que busqué atacar a toda la mesa para seguir liderando.
Ni siquiera en el HU pensé ni vi el brazalete. Esperé y cuando escuché los gritos, porque no sabía que había ganado, ahí fue cuando me di cuenta de lo importante. Entonces pensé en toda mi familia, volteé a ver a la barra y vi a mi novia, a Dorian, a mis amigos que vienen apoyándome y dándome soporte durante muchísimo tiempo. Llamé a mi madre, que estaba en Costa Rica, llamé a mi hermano que estaba en Brasil e hicimos una fiesta en Facetime.
-¿Y el dinero?
-Una parte de la ganancia va al poker, pero un gran porcentaje lo reinvertiré en otros negocios que ya tengo.
¿Es cierto que se cruzaron con Andrés Korn después de que ganó su brazalete?
-Fue en un Sit&Go y lo eliminé. Llegaron varios amigos y me avisaron, aunque yo ya sabía de su logro tras verlo en CodigoPoker. Había otros latinos jugándolo y nos sorprendió verlo porque acababa de ganar la pulsera.
-¿Cómo es tu relación con los demás jugadores de la región?
-Es muy bonito compartir entre toda la comunidad. Es una competencia de mente, una competencia sana. Siempre sigo el poker latino, veo jugadores muy buenos como Nacho Barbero, Negrin Lucá, Korn y pienso que el poker latino cada vez improvisa más y se les hace más difícil a a los gringos entendernos.
También veo jugadorazos en Colombia , como Mayu Roca, que seguramente en cualquier momento logrará levantar un brazalete. Hay una armada latina bien interesante que puede hacer cosas grandes.
-¿Hace cuánto juegas?
-A partir de los los 19 ó 20 años (ahora tiene 34) jugaba torneos locales en Caracas y luego empecé a viajar por todas las ciudades del país donde hacían tremendos eventos. Eso me impulsó a viajar a Curacao, Aruba, Panamá… Fui a un LAPT en San Pablo donde salí burbuja. Una vez gané el torneo de Saint Marteen y ahí me inspiró a viajar más y a torneos más grandes. Me gusta mucho más el juego en vivo, aunque cuando visito mi ciudad aprovecho que se puede jugar online porque ya no hay partidas ni torneos en vivo. Caracas es una ciudad hermosa, me encanta y viviría allí si no hubiese tantos problemas.
-¿Y ahora qué sigue?
-Clasifiqué por un satélite al 25k High Roller de PLO. Es un formato que me gusta mucha y el año pasado tuve la suerte de jugar el Championship de 10k. Obviamente por el buy-in no es un torneo que pase por debajo de la mesa, pero me entusiasma que es una estructura muy interesante para llevar y desarrollar juego. Luego jugaré todo lo que haya en el Hard Rock de Hollywood, FL y seguro volveré a Barcelona.