Inicio > Thompson: «Lo perdí todo por mis adicciones y casi me muero»

El primer disparo fue en la pierna derecha: la bala le recorrió la tibia, le astilló el hueso y salió. El segundo, inmediatamente después, le perforó el brazo derecho, le rompió varios tendones y le dejó otro orificio casi en la axila. Tirado en la calle y retorcido de dolor, lo que siguió fue una agonía: perdió demasiada sangre y por eso estuvo al borde de la muerte, hasta que llegó la ambulancia salvadora. «Me sostuve porque los vecinos me dieron agua y me mantuvieron conversando, pero fue un susto grande», cuenta ahora Steven Thompson, el jugador tico que casi se muere el lunes luego de que lo balearan unos hombres a los que les debe dinero. El famoso ajuste de cuentas.

Steven, de 38 años, es un jugador de poker de larga data que lleva años ganando y perdiendo dinero. «Lo perdí todo por mis adicciones, las drogas, las fiestas, mi estilo de vida… Arruiné mi carrera», acepta sin ningún tapujo quien ya había logrado rehabilitarse en otras oportunidades, aunque sus malas decisiones lo volvieron a llevar al pozo. «Sí, me había recuperado, estaba rehabilitado para el 2016 y las cosas marchaban bien: yo estaba limpio, tenía mucho éxito… Pero volví a caer».

-¿Qué pasó?
-Me vine en picada. Para octubre del año pasado ya estaba hundido con estos tipos a los que les debo dinero. ¡Los intereses me volvieron loco!

De hecho, a Thompson ya lo habían atacado antes: «A fines de abril, hace unos meses, me dispararon en el muslo izquierdo; después me golpearon en la cabeza y ahora esto, que casi pierdo la vida». Según cuenta, él nunca desapareció sino que siempre fue dando la cara ante sus prestamistas. «Ahora llevaba 22 días escondido, esperando a ver si se me ocurría una idea o si conseguía a alguien que me sacara del país. Porque ahora estoy limpio desde hace 3 meses, desde que me di cuenta que estaba completamente hundido. Encima mi padre murió en enero, se me vino todo abajo».

-¿Estabas escondido y te encontraron?
-Fui a buscarlos para conversar. Quedé con una persona de ellos con la que siempre hablo, me encontré en el barrio San Pedro, aquí en San José de Costa Rica, y ellos me montaron en un carro. No los pude ver, no sé quiénes eran, pero me llevaron hasta la León XIII y fue allí donde me dispararon.

Thompson, mientras lo trasladaban al hospital

-¿Quiénes son estas personas?
-Personas duras a las no debería haberles pedido dinero, pero la desesperación, los momentos de descontrol y mis adicciones me llevaron a cometer este error. Encima con intereses tan altos…

-¿Cuánto dinero debes?
-Ahorita, 107 mil dólares. Eso con los intereses, sin ellos sería la mitad.

A diferencia de la primera vez que se rehabilitó, ahora Thompson no tiene a nadie que lo ayude. «Lo que más le he visto a la gente es la espalda. Hasta mi familia se ha alejado de mí, incluso perdí a mi hijo, al que ya no veo. Tal vez uno lo merezca, pero lo que sufro es una enfermedad que tiene recuperación. Lo único que no tiene solución es perder la vida, y yo todavía me siento fuerte y con capacidad».

Steven ya sabe lo que es renacer. En el 2016 había logrado volver a la cima cuando se fue a Las Vegas a jugar la WSOP. «En esa época estaba limpio y todo iba muy bien», recuerda quien incluso se quedó a un paso de ganar un brazalete tras terminar segundo en el Evento #21, un 6-Handed de No Limit Hold’em.

-¿Qué pasó con aquel premio?
-De los 328 mil dólares que gané, el estado de Nevada me quitó US$97.000 en impuestos. Mi backer de entonces se quedó con su parte y a mí me correspondieron unos US$80 mil. Con ese dinero pagué deudas (no todas porque no pude) y seguí para adelante. A los meses perdí a mi backer de Vegas (esa vez no por mi culpa) y continué solo por medio año, hasta que buscando gente que confiara en mí, apareció el árabe Ali Reza Fatehi Flag of Irán. Me contacté por Facebook, me dijo que viajara a Praga y allí lo enamoré: conseguí cinco cobros en ocho torneos y me contrató. Él es un ser humano espectacular que me dio una oportunidad, pero se me subió a la cabeza que me estaba yendo bien y en vez de canalizar el éxito en cosas buenas, terminé del lado oscuro.

Aquí jugando en Praga, durante sus últimos días dorados

-¿Y ahora?
-Me he estado moviendo por diferentes lugares, por casas de amigos… Estoy sufriendo todo esto, es una situación dura porque no puedo aparecer. Tengo miedo de que me pase algo más.

-¿Tienes miedo de que te maten?
-No sé si les sirva matarme, pero casi pierdo la vida el lunes. Lo único que quiero es acabar con esta pesadilla y salir adelante. Hace años había estado en problemas de este tipo a un nivel más bajo, hasta había recibido un disparo en la pantorrilla izquierda, pero logré salir.

-¿Qué se siente que te disparen?
-Las primeras dos veces que me dispararon, la bala sólo había tocado la piel y los músculos, así que no sentí tanto dolor. Pero los del lunes… Ufff… El de la tibia derecha me dolió mucho, pero un segundo después llegó el del brazo, y ése sí que fue horrible: es como si te metieran el brazo en lava, sientes que te quemas.

  • Una amiga intenta ayudarlo

La estadounidense Natasha Rawls, una amiga de Steven Thompson, creó una cuenta en el sitio GoFundMe para recaudar fondos para ayudar al Tiquillo a atravesar este mal momento. La cuenta ya recibió más de US$1.400 y quien quiera colaborar económicamente puede hacerlo desde ESTE LINK.

«La verdad es que ella me quiere y me quiere ayudar, así que quien quiera colaborar le estaré muy agradecido», suma Thompson. «La cuenta es totalmente segura y el dinero es básicamente para poder costear los gastos médicos para comenzar a rehacer mi vida».

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