FÓRMULA 1
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Como en la tradición navideña, por estos días en el ámbito del poker argentino, hay un Pastor que avanza hacia la gloria, orientado por una estrella. Juan Martín «xpastorcitox» es el nombre del héroe, en este caso. Su vertiginosa carrera en los paños, tanto en los virtuales, como en el juego en vivo, tiene presupuestada como estación final para este 2014, el alcance de su consagración como jugador Super Nova Elite (SNE), en la plataforma de PokerStars; algo que resulta toda una proeza a sus cortos 22 años, cuando apenas completa 3 temporadas en la práctica profesional de este complejo deporte.
De los tableros a los paños
Juan Martín entró en contacto con el poker en sus años escolares. Fue un descubrimiento hecho con sus amigos de colegio; pero resultó más bien un llamado a la aventura, una predestinación. Prácticamente desde que conoció este juego, “Juanma”, como es llamado entre sus amigos cercanos, empezó a abordarlo con especial importancia: “Desde el principio ya me interesaba mucho el juego: leía lo que podía por internet, y apenas cumplí la mayoría de edad, creé la cuenta en PokerStars y me metí de lleno en él”, explica nuestro entrevistado.
Para ese entonces, Juan Martín ya tenía un buen entrenamiento en cuanto a estrategia y cálculo de probabilidades se refiere; pues venía habituado a la práctica del ajedrez:
“Competía pero no a un gran nivel, aunque había logrado entonces varios buenos resultados contra Maestros Internacionales. Me encantaba jugar en los tableros, pero llegué a un punto en el que no iba a avanzar más sin estudiar, y justo ahí apareció el poker, que me atrapó 100 veces más y dejó al ajedrez en lista de espera”, cuenta Pastor con un humor ligeramente irónico.
Del llamado “juego ciencia”, Juan Martín tomó elementos que luego profundizaría en su práctica del poker:
“Creo que en ambos deportes llega un punto en el que si no estudiás, te estancás, y ésa es la clave”, comenta. “Yo siempre he sido de meterme muy de lleno en las cosas que me gustan. Siempre que tengo un objetivo, trato de cumplirlo cueste lo que cueste, por eso ahora que estoy en el poker, pienso todo el tiempo en seguir progresando”, detalla. Precisamente gracias al ajedrez, Pastor empezó a entrar en contacto con jugadores que venían migrando de los tableros a los paños. Entre ellos destaca a Cristian Sampaoli, “Progre69” .
Por esa misma senda, Juan Martín fue adentrándose en la teoría del poker, y quizá por el reto adicional de enfrentarse a un tipo de competencia en el que no todo era controlable, como sucede en el frío y matemático ajedrez, el joven jugador platense se inclinó del todo por las fichas de colores, sobre la eterna rivalidad de blancas y negras:
“El poker me atrapó por completo desde el principio. Me volví una especie de adicto y cuando descubrí que se podía hacer un buen dinero con él, aún más. Hacer algo que te encanta y encima poder tener muy buena rentabilidad haciéndolo… ¿A quién no le llama la atención?”, explica en tono jocoso.
En ruta hacia el profesionalismo
De sus precoces torneos por monedas en la época de colegio, a lo que Juan Martín nombra como el ingreso en el juego a un nivel “profesional”, no trascurrió mucho tiempo. Para principios del 2012, Pastor ya era un jugador asiduo en los paños virtuales, especialmente en la modalidad de cash. Además, vivía su formación para el juego como el más apasionado y aplicado de los aprendices:
“Desde el principio hice mucho hincapié en mejorar. Era un usuario muy activo en IntelliPoker, escuela de la que actualmente soy coach. Participaba muchísimo en los foros, asistía a todas las clases, miraba los videos y aprovechaba todo lo que podía. A medida que iba pasando el tiempo, lógicamente me iba convirtiendo en un mejor jugador y así arranqué a batir los microlímites de PokerStars. Al llegar a NL25 – NL50, ya estaba ganando un dinero bastante interesante para lo que es habitual en la economía argentina. Ahí me empecé a considerar un profesional del poker, aunque ese no deja de ser un término muy ambiguo, porque no hay una definición exacta que lo valide. Sin embargo, creo que el hecho de que tus ingresos mensuales provengan de lo hecho en las mesas, y no tengas otra fuente, me parece un buen parámetro”, cuenta Pastor como quien hace una declaración de principios.
Coherente con esa manera de pensar, Juan Martín decidió confiar pronto en los buenos resultados que venía generando con la progresión de su juego, y tomar con valentía la decisión de convertir el poker en su proyecto de vida:
“En marzo del 2012 decido dejar la facultad. Yo estudiaba Licenciatura en Informática, y estaba por empezar mi segundo año, cuando asumí que debía dejar mis estudios universitarios de lado, y meterme de tiempo completo en el mundo del poker, que era lo que me apasionaba y a lo que me quería dedicar”, declara.
Contrario a lo que suele suceder para la mayoría de los jugadores latinoamericanos en el inicio de sus carreras, Juan Martín encontró respaldo y tranquilidad en su núcleo familiar frente a su decisión de orientar su vida con el poker como carrera:
“Recuerdo que le escribí un mail a mi viejo, contándole que estaba jugando al poker, de una manera muy graciosa. Una semana después de escribirle, clasifiqué al PokerStars Caribbean Adventure (PCA) 2013, que se juega en Bahamas. Allí pude invitar a mi padre y él pudo ver cómo era el ambiente en este tipo de competencias. Tuvo la suerte de conocer a Damián Salas , que le explicó mucho acerca de todo y con eso quedó muy tranquilo y me bancó en todo momento”, confiesa Pastor.
Juan Martín señala que considera una fortuna haberse iniciado en el poker como especialista en la variante de cash:
“Creo que es la modalidad que mejor te permite contrastar los golpes de la varianza; quieras o no, a fin de mes se tiene por esta vía una gran tranquilidad que no tienen los jugadores de torneos”, explica. Sin embargo, tampoco oculta lo apasionantes que le resultan los torneos: “Me encantan, pero lo tomo como algo aparte. Suelo viajar mucho a jugar, principalmente en el circuito latinoamericano. En enero estaré en Bahamas, para jugar el PCA por tercer año consecutivo, por ejemplo”, cuenta con desparpajo.
La internacionalización
Y fue precisamente allí, en el Atlantis Resort de Bahamas, donde Juan Martín inició en firme la proyección de su carrera como pokerista. Hasta el momento en que consiguió vía online su clasificación para el PCA 2013, Pastor no había jugado nunca un torneo formal en vivo. Otra señal increíble, que parece fruto de una predestinación: Adquirir el derecho a debutar en los paños internacionales, precisamente en un paraíso caribeño, codo a codo con los mejores del mundo. Sin embargo, no todo sería tan idílico desde el principio:
“Ese inicio en el Evento Central del PCA fue mi peor evento en vivo”, relata entre risas. “Perdí muy rápido, en el nivel 5, creo, con un set over set, que me turnearon poker”, prosigue. Sin embargo, ese golpe temprano fue asimilado con prontitud: “La amargura me duró poco; era consciente del sueño que estaba viviendo”, explica Pastor.
Al final de su experiencia, el balance se hizo muy positivo gracias a un cuarto lugar en un torneo turbo de 300 dólares y resultados magníficos en las mesas de cash.
De ahí en adelante, su presencia se volvió constante en los principales torneos del área de Latinoamérica y el Caribe, logrando siempre su clasificación por vía satélite en los paños virtuales:
“Desde que gané mi cupo para ir a Bahamas aquella vez, creo que me convertí en regular. Ese mismo año clasifiqué a casi todas las paradas del Latin American Poker Tour (LAPT) y completé todo el circuito sumando alguna intervención en las Brazilian Series of Poker (BSOP), además de jugar los torneos del circuito nacional en mi país”, describe con detalle el albiceleste.
Al regresar del PCA, el siguiente reto al que pudo enfrentarse Pastor fue una parada del LAPT en Chile , en la que el balance fue poco alentador: “No cobré nada en lo que jugué y terminé el viaje en negativo”, recuerda. Sin embargo, su revancha no tardó en llegar, y esta vez con una de sus actuaciones más sonoras, tal vez la primera que empezó a permitirle reconocimiento entre la élite del poker latinoamericano: “Volví a clasificar para otra parada del LAPT, esta vez en Medellín , donde conseguí llegar a mi primera mesa final, siendo apenas mi tercer evento en vivo”, relata como volviendo a vivir el asombro que debió experimentar en aquella ocasión. Una recompensa de 12 mil dólares, fue quizá el mejor recuerdo que le dejó su primera visita a la ciudad en la que murió Carlos Gardel.
La secuencia de buenas actuaciones, continuó encadenándose: “Tenía la suerte de seguir clasificando por los satélites online y luego iba a disfrutar de los viajes, con la fortuna de regresar casi siempre con balance positivo, bien fuera por los torneos o por las ganancias obtenidas en mesas de cash”, avanza Pastor. En contraste, para Juan Martín se cumplía aquel adagio según el cual “nadie es profeta en su tierra”, pues sus actuaciones en el circuito argentino solían ser negativas, logrando apenas un primer cobro en el presente año, en la parada del Circuito Argentino de Poker que se realizó en Rosario , alcanzando apenas el 16º lugar.
De aprendiz a maestro
Si hay algo que Juan Martín considere esencial en el desarrollo de su carrera en el poker, ha sido la evolución que ha logrado mediante el estudio del juego, especialmente gracias a la asesoría que ha recibido de los diferentes coachs que han guiado su proceso. Como ya lo mencionamos al inicio, desde sus comienzos en el poker, Pastor se apoyó en Intellipoker, la escuela de PokerStars, como ayuda para encaminar su formación como jugador. Gracias a esa decisión, Juan Martín se encontró en su momento con la orientación de maestros tan notorios como Thomas “ttesone” Tesone :
“Era el profesor que más seguía en Intellipoker. En NL50, llegó un punto en el que me estanqué y decidí tomar un coaching privado con él. Me abrió la cabeza por completo y me hizo darme cuenta de que no sabía aun nada de poker”, afirma entre risas el platense. “Ahí crecí muchísimo como jugador, y Thomas es sin duda la persona a la que más le debo en este mundillo del poker. Actualmente somos muy amigos, y hablamos unas 28 horas al día, ya que jugamos los mismos niveles, y compartimos cosas todo el tiempo para mejorar entre los dos”, profundiza Pastor.
Otro coach con el que Juan Martín complementó su aprendizaje fue Cartmancuco : “Me ayudó muchísimo para aprender sobre microlímites, entre NL2 y NL10. A él también le agradezco mucho”. Todo este proceso de formación, fue adelantado por Pastor de manera virtual, valiéndose de herramientas como Skype, Team Viewer y Holdem Manager.
Las cualidades de alumno aventajado que mostró Pastor, no sólo le permitieron un acelerado crecimiento en las mesas y la obtención de mayor rentabilidad de su juego, sino que pronto lo llevarían a convertirse en un difusor del conocimiento, retribuyendo de esa forma lo que recibió en su proceso de aprendizaje:
“Cuando logré llegar a la mesa final en el LAPT de Medellín en 2013, yo ya me había hecho bastante amigo de Tesone y de Ema Marso , ambos coachs de ‘intelli’. Gracias a esa buena actuación en Colombia , Marso me propuso unirme como instructor a la escuela, para lo cual él podía recomendarme con sus superiores. Acepté instantáneamente y no tardaron demasiado en hacerme llegar la propuesta”, rememora Juan Martín.
A sus 22 años y con sólo tres de carrera formal en el poker, este nombramiento ha sido más que significativo para Pastor:
“Para mí es un orgullo ejercer esta labor. Yo aprendí todo en esa escuela y poder ayudar a la gente de la misma forma que me ayudaron a mí, creo que es una buena forma de retribuir el cariño y el agradecimiento que le tengo a ‘intelli’. Ahora dicto clases generales, a las que asiste un grupo bastante grande, de entre 30 y 50 personas. Aunque se complica un poco llevar un seguimiento de tantos estudiantes, yo me dedico más que todo a despejar las dudas que ellos me presenten y les permito que vean como aplico los conocimientos adquiridos en mi juego. Son clases en tiempo real, en las que juego y hablo, mientras ellos observan y participan por el chat, haciéndome todas las consultas que necesiten. Llevo en este ejercicio un poco más de un año y aprendo a la par que mis estudiantes”, describe Juan Martín en tono de confesión.
Hacia el brillo de una Súper Nova Élite
Después de este agitado trasegar por las mesas, tras acostumbrarse a resonantes triunfos en línea, como los obtenidos en torneos como el Bigger $109 de PokerStars, obtenido a finales de julio del 2013 (con un premio de casi 44.000 dólares), o el Nightly 162, también en la plataforma de la pica roja, logrado a mediados de mayo de este año (con un cobro cercano a los 11.500 americanos); Juan Martín Pastor se concentra ahora en sellar su consagración como jugador de cash, accediendo al nivel Súper Nova Élite, reservado para jugadores con resultados superlativos:
“Siempre he sido muy serio respecto a mi decisión de asumir el poker como carrera y he tratado de dedicarle al juego lo que realmente se merece para poder mejorar y llegar al punto en el que hoy me encuentro. Una de las razones por las que decidí encarar el reto de convertirme en Súper Nova Élite (SNE) en este año, fue precisamente porque quiero demostrarme a mí mismo que estoy tomando realmente el poker como un trabajo”.
Acercarse a cumplir esta meta, ha supuesto para Juan Martín toda una lucha por acrecentar su nivel:
“A finales del año pasado, estaba concentrado en las mesas de cash entre 2/4, 3/6 y mayoritariamente 2,5/5. Ahí empecé a hacer cálculos y vi que era bastante factible llegar al SNE. Entonces yo usaba en mi juego la metodología Mid Stack Strategy (MSS), que consiste en jugar con 40 ciegas. A principios de este año, PokerStars tomó una medida en la que nos obligó a todos a plantarnos en la mesa con 100 blinds. Esto en un principio me mató; tuve que estudiar muchísimo y trabajar duro para aprender el juego con un stack mayor. Todo se hizo muchísimo más complejo. Sin embargo, al día de hoy agradezco profundamente a Pokerstars por haberme forzado a este cambio, ya que esto me abrió la cabeza totalmente, y empecé a ver el poker de una manera absolutamente distinta. Al principio me costó mucho adaptarme, pero de todas formas lograba mantener un winrate cercano al breakeven (juego que no produce pérdidas ni ganancias) o ganando a 1bb, lo que me permitía seguir sumando los puntos necesarios para el SNE”.
“En Agosto, tuve un down muy grande, que me afectó bastante psicológicamente. Eso sumado a que había viajado mucho durante el año, me retrasó bastante frente a mi objetivo. Entonces opté por abandonar la aspiración de llegar a ser SNE, en medio de la crisis. Sin embargo, seguí jugando y trabajando en mi poker, pero con muchísimo menor volumen. Hasta que uno de los primeros días de octubre, me agarró un ataque de locura, y vi que estaba a unos 380 mil vpps de lograr el SNE, que es una locura, si tenemos en cuenta que en el año hay que hacer 1 millón para conseguirlo. Me puse a sacar cuentas, y vi que si jugaba entre 10 y 12 horas por día, 6 veces a la semana, hasta fin de año, podía llegar; así que me puse manos a la obra, y acá estoy, a unos días de alcanzar el objetivo”, relata Pastor, casi como escribiendo la noticia de su logro.
Alcanzar la categoría SNE le permitirá a Juan Martín multiplicar por 5 los puntos de jugador frecuente que sume en las mesas, además de entregarle un cupo al Evento Principal del World Championship of Online Poker (WCOOP), lo que se suma a una buena cantidad de dinero que podrá ir desbloqueando en su cuenta con los bonos que recibirá de parte de PokerStars, gracias al ascenso al nivel élite.
El futuro cercano
Ahora Juan Martín está tan centrado en lograr ser Supernova Élite, que prácticamente desconoce lo que hará luego de llegar a ese objetivo. Sin embargo, el platense tiene claro que su próxima escala cercana para competir en vivo será en Bahamas, donde lo hará tanto en el LAPT como en el PCA: “Ganar 2 millones ahí me vendría bien”, afirma entre risas. “Tengo ganas de jugar bastante en vivo el año siguiente, pero debo pensar también en renovar el SNE y dedicarle más tiempo al estudio que al volumen”, reflexiona. Finalmente dice que buscará un buen winrate en las mesas, intentando llegar a los niveles 5/10 y 10/20: “Estoy muy contento con la evolución que tuve en mi juego de octubre a esta parte y quiero seguir por ese camino”.
A manera de cierre, le pregunto a Juan Martín qué ha significado el poker para él y no tarda en responderme:
“Ante todo, es mi pasión. Amo lo que hago, me hace completamente feliz poder trabajar en esto. Si no hubiera conocido el poker no tengo la más mínima idea de qué estaría haciendo hoy en día. Sin dudas, es una de las cosas más importantes y lindas de mi vida”. Y para concluir, deja un mensaje para todos nuestros lectores: “Quiero que sepan que si realmente quieren dedicarse al poker, si realmente lo desean, pueden. Lleva muchísimo trabajo y sacrificio, pero si están bien predispuestos, no van a tener problema alguno en tomar el poker como una profesión”, tiró.