Con el inicio de la World Series Of Poker a la vuelta de la esquina, los jugadores ya están terminando de ultimar los detalles de lo que para muchos es el viaje más importante del año. Hay quienes jugarán la WSOP por primera vez en su vida, mientras que otros, como Joshua Arieh , que lo sienten como regresar al patio de su casa. El histórico ganador de seis brazaletes habló con el medio PokerOrg sobre lo que espera para esta edición.

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Cuando le preguntaron qué esperaba para este verano en Las Vegas, Josh fue bastante directo. «Esta semana volaré a Las Vegas para vivir allí permanentemente. Espero ansioso todos los eventos porque me encanta competir. Me encanta poder poder cada responsabilidad humana detrás mío, ser joven de nuevo, y no tener otra responsabilidad más que jugar al poker«.

Josh Arieh es un animal de la competencia.

Arieh también se puso reflexivo cuando le preguntaron las diferencias entre aquel Josh que jugó la mesa final del Main Event en 2004 y el de hoy en día. «Todavía creo, hasta el día de hoy, que el poker es una guerra. El rival está tratando de quitarme mi dinero. Quiere llegar hasta mi bolsillo y tomar algo de mí. Todavía tengo algo de ese fuego y de vez en cuando emerge. Simplemente soy eso».

Finalmente, Arieh respondió una pregunta sobre qué le gustaría cambiar de la WSOP que tanto ama. «Lo único de lo que siempre hablo es de lo difícil que es contratar buenos dealers. Necesitan un poco de entrenamiento extra porque son la extensión final de la compañía. Cuando te sientas, el dealer está representando a tu compañía. Si los dealers no están entrenados de forma correcta, arruina la experiencia y le quita mucha diversión. La World Series necesita contratar entre 1.500 y 2.000 dealers nuevos. Es una situación difícil, pero algo debe hacerse».