La polémica sobre Alex Foxen y Kristen Bicknell , quienes quedaron 1° y 2° en el Mid-States Poker Tour (MSPT) Venetian Main Event, continua. Esta vez el que expone su punto de vista es Justin Bonomo , el jugador más caliente del 2018. Si bien Justin cometió errores en el pasado, se considera y es considerado como sus pares como un jugador con una etica ejemplar. ¿Qué opina? Que si bien no hubo intencionalidad, se cometieron ciertas faltas de las cuales hay que aprender para el futuro.

El gran dato a tener en cuenta, y quizás más importante que la mano de Jotas contra Ases, es el tema del swap. Swap es intercambiar porcentaje con una persona y cada uno de ellos tenía un pedacito del otro. Sin embargo, al llegar a un punto en el que ambos tenían (casi) la misma cantidad de fichas decidieron subir ese porcentaje al 30%. Aquí es donde Bonomo traza la línea.

La teoría de juego más básica en el poker es la frecuencia de bluff. Si alguien raramente bluffea, hay que pagarle menos. Si en cambio bluffea un montón, hay que pagar más. Simple. Si dos jugadores cortan un gran porcentaje de sus bluffs contra el otro, eso significa que mucho menos dinero va al centro en cada calle. Los pozos son más chicos y menos confrontacionales, y se bustearan el uno al otro mucho menos. Si lo hacen en una mesa final, todos los otros jugadores tienen menos chances de tener un salto en los cobros (ICM) y sufren como resultado. No está bien evitar bluffear a alguien en una mesa final porque te cae bien.

¿Cómo solucionar este problema?

Según Bonomo, se podría llegar a acuerdo tipo «la regla 3:1». La misma dictaría que cada jugador debería tener, al menos, 3 veces más de su torneo que cualquier otra persona, siempre. Claro que esta regla aplica a torneos chicos como High Rollers, pero no ve nada malo que alguien venda el 50% de la WSOP (un torneo con más de 7.000 jugadores) para poder jugarlo.

También hay que tener en cuenta que Kristen ofreció un deal a Kahle Burns , quien lo rechazó. Bonomo afirma que bajo dichas circunstancias probablemente lo hubiese aceptado, pero respecta al australiano por no hacerlo.

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