FÓRMULA 1
Fórmula 1 en Las Vegas: Leclerc y Sainz jugaron al poker antes de la carrera
Los pilotos de Ferrari se sentaron en una partida con Antonio Esfandiari y Michael Phelps.
El bueno de Issac Haxton estaba preocupado. El efecto coronavirus y los cuidados que, de ahora en más, e incluso cuando se encuentre la vacuna, habrá que tener, generaron que el partypoker Ambassador reflexionara sobre la salud de los jugadores…
“Hemos viajado desde todo el mundo, en aviones, a través de aeropuertos y en taxis, entrando en contacto con innumerables personas en el camino. Estamos estresados, retrasados, no comemos bien y no dormimos lo suficiente, lo que seguramente compromete nuestro sistema inmunológico”.
Se entiende ahora la especie de aversión de algunos jugadores -y el mundo, en realidad- al contacto físico y distancias mínimas que había, por ejemplo, en el poker en vivo, una silla casi pegada a la otra, costumbres que quizá deban cambiar.
Aunque, está claro, ése era el pan de cada día para muchos, y Haxton lo extraña…
“No sé ustedes, amigos, pero realmente estoy empezando a extrañar jugar poker en vivo. Sentados alrededor de una mesa, barajando fichas, hablando mierda. Beber demasiado café. El ritmo constante y suave que puede hacer que pasen 12 horas antes de que lo hayas notado. Me encanta, lo extraño».
Mientras tanto, y como ya hemos publicado, Ike gana dinero y ahoga sus penas. Recientemente, el estadounidense que representa a la sala de la fiesta obtuvo el Main Event del High Roller Club cuyo buy-ir era US$25.500, certamen en el que gastó dos balas. Haxton embolsó los US$437.000 que había para el primer lugar.
Volviendo a su inquietud, Ike mandó la invitación.
«En su mayor parte, no tengo convicciones muy fuertes sobre lo que debería cambiar, pero me gustaría comenzar una conversación sobre nuestras opciones».
Y así se olvidó por un tiempo de las preocupaciones. Porque el dinero no compra la felicidad, pero si una buena cantidad de remedios…