LATIN AMERICAN POKER TOUR
Nacho Barbero en exclusiva: «El LAPT fue una bomba para mí»
El jugador que más Main Events ganó en esa gira valoró con CodigoPoker el significado que tuvo ese festival ya extinto y dejó un deseo final…
No hay jugador de poker que no haya escuchado este grito en el circuito Latinoamericano. En Buenos Aires, en Córdoba, en Iguazú, en su amada Punta del Este, en Bahamas, en Brasil… A donde iba, Hilario Quijada encantaba a todos con su característica frase, esa que empuñaba para pedir naipe cuando la mano venía complicada o también para festejar cuando el mazo le daba la razón.
A las 13.15 de este jueves, a los 75 años, Hilario falleció después de haberla luchado como un campeón contra un cáncer de páncreas que le habían extirpado hace justo un año, en julio del 2020, en plena pandemia.
Apasionado como pocos, Hilario celebró como se merecía en aquel entonces su recuperación e incluso volvió a jugar al poker. Fanático de Racing, su querida Academia, también era un enamorado del Enjoy Punta del Este , donde prácticamente fue un socio fundador del poker-room uruguayo donde tantas horas pasó.
Ahora, luego de distintas batallas y complicaciones, su corazón se cansó. Pero murió en paz y rodeado de su familia, esa que tan orgulloso está de él. El Gran Hilario deja seis hijos y a Ana María, su compañera de siempre, la que lo acompañaba a cada viaje para jugar torneos que además servían de excusa para conocer nuevos lugares y hoteles.
Hilario nació el 16 de marzo de 1946 en Canals, Córdoba, donde vivió prácticamente toda su vida. Desde 1983 era el encargado del Registro Automotor de la ciudad, un trabajo que desarrolló con tanta o más pasión y profesionalismo que el poker.
«Además de su familia, su gran amor era el poker. Y a ustedes, CodigoPoker, los nombraba siempre», contó Fernando, uno de los hijos de Hilario, quien nos dio la triste noticia.
Sus restos serán despedidos este viernes y allí, junto a muchas otras fotos de él y su familia, estará ésta que pueden ver en el encabezado del artículo, de cuando salió campeón del Main Event del BSOP, uno de los tantos títulos que cosechó en su exitosa carrera en los paños.
«Aunque en la foto no se escuche, todos los que lo conocieron saben qué estaba gritando», dice Fer. Y así es. Cuánta razón tiene…
Hasta siempre.