Dan Heimiller, el terco que nunca se rindió, ganó otro brazalete
Tras más de una década de lucha sin título, el veterano del poker triunfa y demuestra que la perseverancia también se premia en Las Vegas.
Desde hace poco más de un año en las noticia de poker aparecieron, casi de la nada, las enormes partidas de cash en Macao. De repente los mejores jugadores del mundo abandonaron Las Vegas para dirigirse al continente asiático donde se jugaban mesas de cash con millones de dólares sobre la mesa y con varios empresarios que parecían dispuestos a medirse con los mejores. Por esas partidas pasaron Tom Dwan, Phil Ivey, John Juanda, Sam Trickett y Patrik Antonius.
Es precisamente el profesional finlandés el que habló recientemente en una entrevista sobre estas legendarias partidas en las que aseguró que, en su mejor sesión, ganó nada menos que cuatro millones de dólares en poco más de veintiocho horas. En esa partida, que se llevó a cabo en 2011, estaban Tom Dwan y John Juanda como los más reconocidos. «Por lo general, en las mesas sólo se permite que haya tres jugadores profesionales como máximo», afirmó.
De acuerdo con Antonius, aunque uno pueda pensar que los jugadores locales son fishes, no es así. «Hasta los más malos hacen las cosas bien, al menos hasta que empiezan a perder», explicó, «Es verdad que lo que no permiten es que haya jugadores shortstack que ganen y se van; A los integrantes de estas partidas las gustan sesiones largas, más de veinte horas seguidas».
Por último, Antonius se refirió a Rui Cao, el profesional francés que hace un par de meses aseguró que Antonius había sido baneado de esas partidas por «jugar demasiado tight». «Esto es una mentira total», afirmó Patrik, «Caio estaba simplemente molesto porque le gané $800.000 dólares pero por mi el puede inventar lo que quiera».