Este sábado por la noche muchos amantes del boxeo volvieron a ver a Mike Tyson en acción en un combate en donde el excampeón de peso pesado se enfrentó a la leyenda del boxeo Jones Jr y que terminó en un cuestionado empate a pesar de que The Baddest Man on the Planet fuese superior en todo sentido pugilístico a Captain Hook.
Mike Tyson lució bastante bien en su regreso al ring.
Fueron ocho asaltos en donde vimos a un Tyson dominante y con sed de victoria como en sus viejos tiempos. Una pelea entretenida en donde Iron se llevó 10 millones de dólares, más regalías y su rival 3 millones de la divisa americana.
«Estoy conforme, hicimos disfrutar a la gente y eso es lo que más importa», declaró Tyson después de conocer que su pelea había sido declarada empate por los jueces -cosa que de seguro molestó a muchos de los que apostaron por él- y felicitó a Jones por resistir el combate, dejando en claro que más adelante podría pensar en una revancha.
«Si Mike quiere pelear de nuevo, lo haremos otra vez», declaró Jones, mientras trataba de tomar aire.
Dejando de lado el combate de anoche, les queremos presentar un interesante suceso relacionado con el poker y Tyson. Una historia que nos lleva hasta el 2014 en donde se jugó en un free roll una lujosa mansión que había pertenecido a Iron.
En ese entonces, el multimillonario Dominic Marroco había comprado una mansión del boxeador por US$4.000.000 y había decidido, en un gesto propio de los que no tienen problemas de dinero, hacer un freeroll abierto para todos, con Tyson incluido.
¡El que ganaba se llevaba la lujosa casa!
Marroco tenía un plan para hacer de este freeroll un reality show en donde se mostraría cómo los jugadores batallaban por la victoria. El guion continuaba con una final en el que se enfrentarían los dos finalistas más Dominic y el mismísimo Tyson.
Finalmente, el show quedó en nada y Marroco permaneció tranquilamente en la casa, mientras que Mike se quedó con las ganas de tener su mansión de vuelta. Igual creemos que con lo explosivo que es Tyson, si hubiese pasado el 4-handed, y al boxeador le hubiesen conectado un bad-beat… ¡Uff! Hubiese corrido sangre…