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Consejos para derrotar al maniático de la mesa
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En la actualidad, la gallina de oro del poker son los grandes festivales y torneos aunque paradójicamente éste fue un juego que comenzó con unos cash games que han venido perdiendo atractivo entre la mayoría de promotores y organizadores.
Aunque en esencia se trata de la misma disciplina, cada vez es más frecuente ver a jugadores y escuelas que se especializan en una de las dos modalidades, algo que no se veía con tanta frecuencia hace una década. Sin embargo, el gran ganador en cuanto a cuota de mercado se refiere, son los torneos.
A los jugadores les encantan y asisten en masa a los festivales, una muestra de ello es la WSOP de Las Vegas, pero existe también la otra cara de la moneda. Lejos de las luces, el zumbido y los micrófonos de los medios, en un rincón de la sala, o tal vez en un edificio completamente diferente, las partidas de dinero en efectivo continúan «sin héroes ni grandeza», como lo define el jugador profesional, Lee Jones .
Aunque el estadounidense estuvo muchos años trabajando con el European Poker Tour y reconoce que fue la época en la que más se divirtió, también confiesa que tiene cerca de diez años desde que se sentó, por última vez, en un torneo.
«En los cash games, los jugadores vienen, los jugadores se van. El dinero se gana, el dinero se pierde. Pero no hay nada que impulse a un jugador a la inmortalidad. No es un viaje de héroe. No es como en los torneos, donde hay un principio, un desarrollo y un final culminante hecho para televisión. Montones gigantes de dinero, un ganador extasiado, fotografiado sentado en medio de ese dinero, rodeado de familiares y amigos».
Jones reconoce la grandeza de los torneos y «aunque no nos vean las cámaras, podemos ser héroes. Sólo por un día, si llegamos a casa con una caja arriba«, bromea en su última columna de Poker.org.