La Junta de Control de Juegos de Nevada advirtió a los casinos de Las Vegas sobre una estafa dirigida a la llamada jaula de la propiedad. Se informó que hasta la fecha se han robado al menos 1,7 millón de dólares y que esta modalidad no solo se aplica en el mencionado estado.

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La «jaula» es donde se almacena todo el efectivo y donde los clientes del casino van a comprar fichas o cambiar fichas por dinero. Normalmente, se esperaría que los empleados en esta área fueran imposibles de estafar dado lo difícil que es incluso contemplar hacer trampa en un casino, pero claramente ese no es el caso.

Los maleantes usan el engaño para que el personal de la jaula entregue los pagos de emergencia mientras se hacen pasar por ejecutivos del casino. A veces, se contacta ilícitamente al personal de la jaula a través del sistema telefónico interno para agregar autenticidad a la solicitud. O directamente se les manda mensajes personales a sus celulares.

Así funciona la estafa

Según explicó la Junta, la estafa de la jaula es sofisticada y ha sido sorprendentemente efectiva para defraudar a los casinos. Los sujetos obtienen información sobre propietarios de casinos de alto nivel, empleados, gerentes y otras personas relacionadas con las operaciones de dinero del casino.

Los estafadores luego se ponen en contacto con los empleados de la jaula utilizando una variedad de escenarios para manipular al personal en función del temor a las consecuencias negativas para los empleados y/o las operaciones del casino.

Cada vez que un empleado duda o se resiste a una acción inmediata, los sujetos afirman que existe una urgencia extrema para el pago fuera del sitio. Además, se infiere que se pagará una bonificación al empleado por los inconvenientes de la asignación poco ortodoxa.

La Junta de Control de Juegos de Nevada también está trabajando en estrecha colaboración con las agencias de aplicación de la ley, como el Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas, para investigar y detener a los involucrados en la estafa.

Willy Allison, fundador de la Conferencia Mundial de Protección de Juegos, cree que existe la posibilidad de que los delitos estén relacionados con el crimen organizado y que los empleados deberían estar protegidos de las tácticas de intimidación.