El béisbol taiwanés se ha visto sacudido por un escándalo fuera del diamante. Tres de sus estrellas han sido suspendidas y multadas por sus equipos tras ser sorprendidas jugando poker, una actividad legal en Taiwán, pero que ha generado controversia en la CPBL (Liga de Béisbol Profesional de Taiwán).
El lanzador Chun-Yueh Tseng , figura del Fubon Guardians, ha sido sancionado con una suspensión de siete partidos y una multa del 50% de su salario durante los próximos tres meses. Por su parte, los defensores Tien-Hsin Kuo y Cheng-Yu Chang , del Wei Chuan Dragons, recibirán una suspensión de cinco partidos y perderán el 100% de su sueldo de un mes. Ambos jugadores han sido relegados a entrenar con los equipos secundarios de sus clubes.
Aunque el poker es reconocido en Taiwán como un deporte de habilidad mental, el contexto de juegos de azar en la isla es más complicado, ya que las apuestas recreativas y los casinos están prohibidos. Las sanciones impuestas han sido criticadas por la Asociación China de Texas Hold’em y la Asociación de Poker de Taiwán, que han calificado las medidas de los equipos como injustas y fuera de lugar.
Tien-Hsin Kuo es una de las promesas que muchos expertos señalan que podría ser parte de la Major League Baseball en Estados Unidos.
En un comunicado, la Asociación de Poker de Taiwán subrayó que el poker no está relacionado con el juego de azar, argumentando que las partidas se juegan con fichas sin valor monetario. También destacaron que los torneos de poker en el país están avalados por el gobierno y que los jugadores castigados fueron tratados de manera desproporcionada tanto por sus equipos como por los medios.
Además, la Asociación recordó que jugadores taiwaneses han dejado en alto el nombre del país en torneos internacionales, y mencionó que figuras globales como Neymar , Cristiano Ronaldo y Rafael Nadal han participado en eventos de poker, lo que refuerza la legitimidad del juego.
La dura respuesta de la CPBL podría estar motivada por su historial con escándalos de apuestas ilegales en los años 90 y 2000, cuando varios equipos se vieron involucrados en amaños de partidos. Desde entonces, la liga ha mantenido reglas estrictas para evitar cualquier relación de sus jugadores con apostadores o lugares de juego.
Este incidente ha desatado un debate sobre los límites de las actividades permitidas para los deportistas profesionales, dejando la pregunta de si las sanciones aplicadas fueron un exceso o una medida necesaria para proteger la integridad del béisbol en Taiwán.