La polémica con las Borgata Babes, las meseras del casino de Atlantic City en New Jersey, Estados Unidos , no termina nunca. Es que ahora, aunque parezca mentira, la Corte Suprema del estado aprobó que sus empleadores puedan ponerles un límite de peso y exigirles que mantengan la forma si quieren seguir trabajando allí.

La medida del Borgata, que en reiteradas ocasiones ha sometido a sus empleadas a pesajes sorpresa o a comentarios discriminatorios y controles absurdos, había sido apelada por las señoritas, quienes habían solicitado a la Corte que revisara los hechos. Sin embargo, esta semana la máxima autoridad judicial de New Jersey dio por sentado que el establecimiento de juego está en su derecho de hacerlo y que por eso no infiere en discriminación.

Las señoritas deben mantener la figura

“El trabajo de las Borgata Babes es más que servir tragos y lavar copas. Desde el principio, el Borgata mantuvo una posición en la que consideraba un elemento importante la apariencia pública de las chicas”, aseguró la Corte para avalar la medida y no darle lugar a la denuncia que un grupo de 22 empleadas habían realizado en el 2008.

Las exigencias del casino son mucho más que polémicas y discriminatorias. A tal punto llegan las exigencias que en los últimos años han despedido a dos chicas por violar las políticas del lugar, que avalan al Borgata a echar a sus empleadas -y empleados también, porque los hombres tampoco se salvan- por haber perdido o ganado más del siete por ciento de su masa corporal.

¿Cómo deben ser las Babes que trabajen allí? Deben estar en buen estado, «tener la forma de un reloj de arena» y una sonrisa limpia, mientras que a los varones se les exige tener hombros anchos y una cintura delgada.

Además, durante sus turnos las chicas usan corsés ajustados, tacos altos y medias; mientras que anualmente participan, también, de la producción de un almanaque hot que suele ser un éxito de ventas.

«Nos complace que la Corte Suprema no haya visto ninguna razón para revisar las sentencias anteriores y que la política de apariencia personal del Borgata es legal y no discriminatorio a las mujeres», dijo el abogado del casino, Joe Corbo.