Las reciente polémica que ha girado alrededor a Doug Polk sigue generando el interés de la comunidad de jugadores internacionales a los que no les ha temblado el pulso para salir y dar su punto de vista.

Chris Wallace , jugador profesional, campeón de la WSOP en la modalidad de HORSE y autor de diferetes textos, ha sido el último en expresar sus opiniones en una extensa columna en la que no ha mirado con buenos ojos la actitud del estadounidense.

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Pareciera que Polk ha despertado una especie de desagrado generalizado debido a sus últimas acusaciones y señalamientos que ha hecho sobre otros jugadores profesionales, los que han sido catalogados de tóxicos y sin fundamentos.

«Una de las cosas más frustrantes del poker es que muchos de los que alcanzan los niveles más altos son seres humanos miserables. Esto hace que las personas sean malos ejemplos para los nuevos jugadores. No todos los mejores jugadores son malas personas, de hecho, algunos de ellos son excelentes. Pero la naturaleza depredadora del juego y los fanáticos que tienen poca comprensión, han convertido el ser un imbécil en una estrategia ganadora. Ese parece ser el caso de Doug Polk».

De esta manera Wallace comienza su columna y no tarda en afirmar que la personalidad de Polk es casi ridículamente absurda. Menciona que si se tratara de un guion de película, podría ser un personaje como el chico malo de The Karate Kid, quien también ganó un campeonato en su especialidad, era bueno, pero eso no fue suficiente para recibir el apoyo de la audiencia, aunque hay quienes sí lo apoyan.

«Este personaje de matón bidimensional ha desarrollado una gran cantidad de seguidores. Y eso no es solo culpa de Doug. Es un problema de cultura. La misma cultura que hace que la gente se tome selfies en el pasillo de la WSOP con Chris Ferguson y Bryn Kenney. La intimidación constante con tanta arrogancia de alguna manera entretienen a una gran cantidad de personas»

Por otro lado, Wallace también cree que toda esta actitud refleja un problema mayor que existe en la industria y que se debería buscar solucionar con la ayuda de todos.

«Es hora de que el poker se examine detenidamente, porque Doug no es solo una manzana podrida. Es una manzana podrida con cientos de miles de seguidores. Es difícil imaginar que alguien que es un su gran admirador, no se deje influenciar fácilmente por su comportamiento. Si las figuras controvertidas en una transmisión en vivo es realmente lo que genera el éxito, estamos criando una generación de matones groseros e irrespetuosos que dejarán el poker como una cáscara vacía del juego del que me enamoré hace casi veinticinco años», concluye Wallace en su texto.