Las nuevas tecnologías han abierto todo un mundo de posibilidades para los jugadores del poker, sin embargo hacer un uso excesivo de ellas puede traer algunos problemas ligados al desempeño.

En términos generales, la industria del poker está gozando de un buen momento. Por un lado, los torneos presenciales están registrando récords de asistencia mientras que las mesas virtuales están viviendo lo que se ha catalogado como el «segundo boom del poker online. Asimismo, también se está experimentando una especie de época dorada para el contenido relacionado con esta disciplina.

Hace algunos años era muy complicado conseguir contenido de poker en Internet, pero hoy existe casi una saturación de escuela, canales de Youtube y transmisiones en vivo. Está naciendo una manada de creadores de material que muchas veces dejan de un lado la evolución y mejora en las mesas a cambio de visualizaciones afectando el desempeño.

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Barry Carter , coautor de los libros The Mental Game of Poker 1 y 2, afirma que a lo largo de cientos de entrevistas a jugadores y creadores de contenido ha podido constatar de una realidad que todos afirmar.

«Siempre me dicen que o bien no estudian debido a sus compromisos de contenido, o bien juegan al 60% de su capacidad en el streaming, o al menos el streaming es como si jugaran en cuatro mesas más. Las respuestas pueden diferir, pero todos coinciden en que serían mejores jugadores si no hicieran streaming».

Muchos jugadores comienzan a hacer transmisiones en vivo por múltiples razones. Algunos lo hacen porque se sienten solos en las largas jornadas, otros buscan crear comunidad o simplemente seguir los pasos de algún referente, sea cuál sea el caso, primero hay que evaluar si esa decisión no puede traer más desventajas en la meta última que es ir escalando niveles y convertirse en un verdadero profesional.