El reconocido profesional Daniel Ramírez , gran revelación de la escena del poker colombiano en la temporada 2015, sigue demostrando que su desempeño en los paños virtuales no tiene techo. El pereirano, identificado en las pantallas como dramir100, logró imponerse en el concurrido Sunday Storm de PokerStars, uno de los Majors más codiciados en la sala de la pica roja. Ramírez, que viene encadenando triunfos en los principales torneos de esta plataforma, registró así uno de sus más épicos cobros, por la proeza que significa haber superado un field de 26.713 competidores y convertir los 11 dólares de su inscripción en el torneo, en un premio de 21.596 dólares.

Daniel llegó a la victoria luego de que se produjera un acuerdo entre los competidores activos en el 3-handed. En esa instancia, cada uno de los que integrarían el podio de este Sunday Storm, se aseguró un premio de 17.596 dólares, y quedaron en juego otros 4 mil verdes, que irían a la cuenta del campeón. A pesar de que las diferencias entre los stacks eran muy cortas, el colombiano fue el que mejor eligió los spots convenientes a sus intereses y no tardó en resolver la contienda a su favor, algo que le hizo justicia al desarrollo del evento, que tuvo a dramir en todo momento como uno de sus protagonistas.

Ramírez se encargó primero del ruso KotikCHE, al que obligó a levantarse de su asiento en una mano en la que el K 9 del paisa no encontró oposición alguna en el 9 2 del europeo. Cualquier duda sobre el destinatario de ese pozo, se despejó al ver al river un K que llevó la contienda a su instancia definitiva.

En el heads up, Daniel tampoco tuvo mayores sobresaltos y aprovechó la ventaja que le había dado la eliminación anterior, para enfrentar sin temores la mano final, en la que el auriverde FTART quedó expuesto con su A J ante el A Q del cafetero. El board no trajo ninguna ayuda para el del país de la samba y Ramírez pudo sellar así el que se convierte en el mayor cobro de su historial en la sala de la pica roja.

Con los 21.596 dólares obtenidos como recompensa en este Sunday Storm, dramir pasó de largo los 16.443 verdes que había recibido al finalizar como runner-up del $320 Wednesday Hundred Grand, registrado a mediados de junio del 2015. Poco después, el 22 de octubre, Daniel se había coronado campeón del Hot $55, para quedarse con un pago por 7.844 dólares. En un antecedente más reciente, el matecaña trepó a la cima del Big $22, el 19 de febrero, para embolsarse 7.054 de los verdes en esa ocasión. En lo que va de marzo, Ramírez también había alcanzado las mesas finales en el Bigger $27 (cuarto lugar, el domingo 6) y el Nightly $55 (cuarto lugar, el sábado 5).

Tan pronto como se selló este triunfo para el campeón del Evento Principal del Summer DeepStack Series, disputado en el Seminole Hard Rock Casino en Tampa Bay (título obtenido en agosto del 2015); CodigoPoker contactó al jugador para conocer mayores detalles del desarrollo que tuvo para él este evento. Al respecto, Ramírez comentó: “Fue un torneo muy bonito. Todo pasó tan rápido que no sé ni cómo llegué a ganarlo. Abrí sesión con unos 8 torneos y finalmente avancé en dos: el Sunday Storm y un $11+R NL Hold’em – Sunday Edition. Me enfoqué en ellos y salí a buscar el cobro que hiciera significativa la jornada. Había amanecido optimista porque el sábado gané 2 sillas para Brasil”, inició su relato el crédito pereirano, refiriéndose a dos entradas que aseguró para la próxima fecha de las Brazilian Series of Poker (BSOP), a disputarse en contados días en Foz do Iguazu .

“Jugué muy bien. En la etapa inicial, logré ganar pozos muy grandes sin llegar a un showdown. Supe leer muy bien los momentos del torneo y atacar cuando era favorable hacerlo. Cuando fue necesario estar más pasivo y aguantar, también fui prudente y esperé. Así fui avanzando y logré un stack saludable, que me permitió estar siempre en la parte alta de la clasificación. Me convertí en líder cuando quedábamos dos mesas y llegué bien a la mesa final, compitiendo por la punta con el brasileño con el que llegué luego al heads up».

«Tuve una mano determinante en esa instancia, un hero-call que hice con mucha seguridad, una jugada de ésas en las que si acertás, sos un héroe, pero si fallás, entonces sos un maníaco y regalaste el torneo. Luego de un flop que trajo 9-5-2, los dos involucrados en la mano dimos check y cayó un 7 al turn. El rival se juega sus restos, y después de pensar, yo pago con mi 7-6, convencido de que estoy fuerte aunque solo tenga el segundo par de la mesa. Efectivamente, el oponente enseña 7-4 y no recibe ayuda en el river. Me quedo con ese pozo y logro una gran ventaja en el liderato».

«Luego, en el 4-handed, la varianza se atravesó en mis planes. Un jugador con unos sizing muy desmedidos, y que continuamente recurría a las over-bets, apuesta sus últimos 18 mil puntos, después de un flop A 2 5, cuando en el pozo sólo había 4 mil fichas. Yo tengo A J, así que pienso que es el escenario ideal para atraparlo, teniendo incluso outs para ganar la mano, en caso de que mi par mayor no fuera adelante. El rival muestra A 4 y eso me deja en una ventaja de 80% vs 20%, pero el board trae un 3 y no completo mi color, entonces el torneo cambia por completo. En vez de poder sacar a ese jugador y llegar con una ventaja amplia al 3-handed, bajo al segundo puesto del chipcount y quedo muy parejo con el que estaba en ese momento de tercero».

No me desesperé y seguí atacando a los oponentes, que fueron algo permisivos por su pasividad. Logré recuperarme bastante al ganar un pozo grande en una mano en la que el board mostraba K-Q-3-T y yo decidí arriesgar haciendo un bluff con J-8. Ahí conseguí dejar con un stack limitado al que para mí era uno de los rivales más peligrosos en la mesa. Se dio una eliminación después y ya en el 3-handed, con poca diferencia en fichas entre mis contendores y yo, decidimos choppear para bajar la varianza, dejando 4 mil dólares reservados para el campeón. Más que el dinero, yo quería sellar el triunfo, tener el honor de decir que fui primero en un Sunday Storm, como finalmente tuve la suerte de hacerlo”, narró dramir, sin ahorrarse detalles.