Para Laura Garzón , una ibaguereña de 21 años de edad, estudiante de Topografía en la Universidad del Tolima, y madre de la pequeña Juanita, estos días iniciales del 2015, marcarán el desarrollo de la que es hasta ahora la mayor aventura de su vida: su participación en el Evento Principal del PokerStars Caribbean Adventure (PCA), uno de los torneos más importantes de esta disciplina que se juega en el hemisferio occidental del planeta, más precisamente en las paradisíacas Bahamas. Para asegurar su presencia en esta excursión por el Caribe, Laura logró la gran proeza de clasificarse al torneo usando sólo unos cuantos puntos de jugadora frecuente (FPP) en la plataforma de la pica roja:
“En el primer clasificatorio, necesité 6 FPP, pues además de la inscripción, realicé una recompra y el add on. Logré clasificarme como segunda a la ronda de 100 FPP, después avancé a la de 300 y en un ‘dos por tres’ estuve en la de 900. Las eliminatorias iniciales fueron fáciles. Había muchos ausentes y otros jugadores que se apostaban sus fichas prácticamente con cualquier mano. Eso me permitió conseguir fichas con facilidad. En las rondas más avanzadas ya sí empecé a sentir que la competencia se tornaba más seria. Tomé consciencia de que ya había avanzado bastante y que me acercaba cada vez más a lograr este sueño. Entonces iba publicando en Facebook lo que lograba y hablaba con mis amigos y conocidos de lo que se me estaba dando. Así llegaron las rondas más importantes: la de 120.000 y 335.000 FPP. Fueron demasiado duras y obviamente superarlas me generó gran emoción. En la de 335.000 ya sólo éramos 18 competidores, buscando una de las 6 entradas disponibles para el PCA. Me concentré y logré mantenerme firme hasta que restábamos sólo 7 jugadores. Tuve una buena mano en la que doblé mis fichas jugándome un flip con par de sietes contra -ax- -qx-. Poco después estalló la burbuja y casi no podía creérmelo porque ya tenía mi entrada. Fue un momento muy emotivo”, relata Laura.
Nuestra heroína juega al poker hace ya unos 4 años: “Conocí el poker en mi universidad, en el 2010 y me pareció muy interesante la forma en que las personas se valían de su habilidad en este juego para ganar dinero. Decidí investigar bien sobre esto y así he ido avanzando”, afirma la futura topógrafa. Laura describe su proceso de iniciación en esta disciplina como “muy empírico y con una visión del juego inicialmente muy recreativa”. Le atribuye esto al hecho de que en su ciudad escasean las salas para jugar al poker en vivo. Después de su clasificación al PCA, Laura ha intentado intensificar notoriamente su dedicación al juego, a nivel online, especialmente: “jugar en vivo se me dificulta por mis compromisos académicos y por la atención que tengo que darle a mi hija”, explica.
Para Laura no ha habido coach, ni grandes asesores a los que haya tenido por referentes: “En realidad, en todo mi trayecto como jugadora, nunca he tenido la oportunidad de buscar métodos de aprendizaje. Luego de obtener el paquete para ir a Bahamas, me he venido dedicando más a buscar conceptos de juego y ha sido mucha gente la que ha aportado su granito de arena a mi proceso”, explica. De este modo, su presencia en el PCA se convertirá de alguna manera en una actuación a seguir para muchas personas que conocieron su hazaña y le han retribuido con su apoyo y admiración: “Durante las rondas clasificatorias había mucha gente que me apoyaba. Yo publicaba pantallazos del lobby de los torneos y así empecé a recibir el ‘rail’ de las personas. Me llegaban mensajes deseándome que mi clasificación se diera. Me decían que sería lo que se puede llamar como ‘la maroma más rara’. Cuando me clasifiqué llegaron las felicitaciones de mucha gente que siguió lo que hice”, recuerda Laura con una gratitud cercana a la euforia.
Aunque las expectativas respecto a esta participación son muy grandes para esta joven tolimense, ella es consciente de la complejidad que encontrará en los paños del Atlantis Resort, debido al alto nivel de competencia, así que antes que pensar en un cobro, va dispuesta a acumular experiencia y disfrutarse el regalo que recibe por sus propios méritos: “Espero realizar una muy buena representación de Colombia en Bahamas y demostrar todo lo que he aprendido. Cuando uno clasifica a un torneo de esta manera, la meta fundamental es poder llegar a premios, finalizar haciendo ITM (alcanzar las posiciones de cobro, estar ‘In The Money’). Y si llegara a ganar el evento, sería fabuloso. En este PCA me encantaría encontrarme con las grandes figuras femeninas que hay en el mundo del poker como Vanessa Rousso , Liv Boeree y Vanessa Selbst . También me encantaría conocer a Nacho Barbero y obviamente a Daniel Negreanu y a Chris Moneymaker por su gran historia”, expresa con propiedad esta sorprendente pokerista.
En el medio colombiano, Laura destaca a Johann Ibáñez , Daniel Hurtado y Mayu Roca . Aunque ha tenido mínimas incursiones en vivo, y prácticamente ninguna ha sido en un evento importante del poker nacional, tuvo la oportunidad de jugar alguna vez en la misma mesa con el internacional Daniel Ospina : “él vino una vez a un evento acá en Ibagué y me pareció un excelente jugador, que además de hacerlo muy bien en la mesa, comparte con las personas cuando está con ellas en los torneos: nos contaba manos, hacía análisis, nos enseñaba. Fue muy interesante conocerlo”, afirma.
La clasificación a este PCA ha llevado a Laura a una visión completamente distinta del poker a la que tenía hasta hace unos meses:
“Desde que gané el derecho a viajar a Bahamas he venido tomando tutoriales para mejorar mi juego. He visto muchos videos por youtube y también saco tiempo para analizar muchas manos. La misma gente que me ha escrito para felicitarme, me ha ayudado mucho con sus consejos. Por Skype he recibido asesorías de jugadores que ven cómo me desempeño en los torneos que voy incursionando y me ayudan a encontrar estrategias para mejorar. Ahora estoy jugando en línea, con mucho más volumen de lo que lo hacía antes. También estoy tratando de aprender sobre aspectos del juego en vivo, como el manejo de los ‘tells’ (señales con las que los jugadores delatan inconscientemente las condiciones en las que se encuentran en una mano)”, declara emocionada la primera mujer colombiana que tomará parte en el evento central del PCA.
Al pedirle que nos detalle un poco sobre los torneos en los que viene interviniendo y los resultados conseguidos en ellos, Laura hace el siguiente inventario:
“Estoy jugando torneos regulares de 11 dólares, intentando hacer crecer mi banca. Hace un mes y medio, más o menos, estuve cerca de cobrar el Big 8,80; pero se me escapó por un ‘missclick’ que tuve. También juego algunos torneos 6 max, el de 8,80, especialmente. En vivo he estado jugando poco, porque en Ibagué sólo hay una sala para hacerlo y también se me dificulta bastante poder asistir a sesiones de juego largas, pues tengo que estar al tanto de mi hija; aunque soy consciente de que en este momento, es ahí donde más tendría que practicar”, señala la madre de Juanita.
Aún con esas dificultades, el trampolín que ha significado esta clasificación a Bahamas para Laura ha sido muy provechoso en la parte de resultados:
“En varios torneos en línea se me ha presentado con frecuencia la posibilidad de llegar a cobros. He logrado premios entre 50 y 200 dólares, en distintas ocasiones. Antes casi no le podía dedicar tiempo al poker y ver que apenas iniciándome en la práctica de torneos regulares puedo alcanzar tan buenos desempeños, me ha hecho aumentar mucho mi ambición respecto a lo que puedo lograr como jugadora. He ido llevando mi juego a niveles superiores y espero poder seguir creciendo y llegar a ganancias mayores”, proyecta Laura.
Otra apuesta que Laura ha podido ganar con su clasificación al PCA, es la de irle demostrando a sus padres que el poker sí puede ser una actividad significativa y aportante para su vida:
“Mis papás son unas personas maravillosas y le doy muchas gracias a Dios por tenerlos conmigo, pero son muy cerrados y no tienen conocimiento sobre cómo es el poker. No les gustaba para nada que yo jugara. No me dejaban abrir la cuenta. Por eso sólo pude contarles lo que estaba haciendo para ir a las Bahamas cuando ya estaba en rondas muy avanzadas de los clasificatorios. Cuando se enteraron de la clasificación ya sí se pusieron muy felices. Para mi mamá ha sido especialmente difícil, porque su culto religioso es cristiano. Sin embargo ahora me encomienda a Dios. Le pide que me vaya bien y que las cosas me salgan. Mi papá ha cambiado completamente su visión del tema, e incluso me ha dicho que considere la opción de retirarme de la universidad y dedicarme de lleno al poker, pues me dice que con esfuerzo, estudio, dedicación y disciplina, los grandes triunfos se pueden dar. Me dice que puedo tomar este deporte como profesión. Mis familiares en general, que cuestionaban mucho mi gusto por el poker, ahora me apoyan bastante”, detalla.
Como proyectos para abordar al regreso de esta aventura por el Caribe, Laura habla de intentar su clasificación a cada uno de los eventos venideros del Latin American Poker Tour (LAPT), aunque sus ambiciones la llevan aún más lejos: “Le he hecho varios intentos al Aussie Millions y también traté muchas veces volver a clasificar al PCA. Sería un sueño para mí poder asistir a la Serie Mundial”, nos comenta.
Finalmente, Laura reconoció que las mujeres en Colombia han estado un poco rezagadas a la hora de tomar parte en competencias internacionales:
“Yo creo que la participación femenina en vivo en nuestro país es muy poca, ya que unas de las que conocen el tema se pueden llegar a sentir intimidadas al incursionar en competencias en las que la mayoría de los participantes siempre son hombres. Pienso que para las mujeres en Colombia una muy buena opción para comenzar a acercarse al poker es el juego online, pero muchas mujeres la desconocen. Por eso quiero hacer una muy buena representación en Bahamas, para que las mujeres se den cuenta de que también podemos destacarnos en el poker, se interesen en el tema, conozcan mejor el juego y se entusiasmen por tomarlo como una disciplina deportiva”, concluyó.