Las pizarras del  World Series of Poker indican que este festival es al que acuden los favoritos, aquellos que ganan de atropellada y se llevan los premios mayores. Sin embargo, ningún barrero le esquiva a otros eventos que andan seduciendo a todo tipo de apostadores, los famosos paralelos que viven del poker en esta época del año. O mejor cuando es época de WSOP. Federico Castaing lo sabe.

No es la primera vez que el Jinete, ése que solía andar a los saltos sobre los más fieles pura sangre y ahora se dedica al entrenamiento y, paralelamente, a domar las fichas en las mesas de poker, va por el andarivel de aquellos sueños para tratar de convertir sus actuaciones en una fija.

El Jinete Castaing (con sus hijos) , cuando se dedicaba al salto en equitación.

Pues bien, abrigado a las tablas, Castaing salió desde las gateras para comenzar una carrera a toda velocidad. A la cincha ganó el Main Event del Wynn Fall Classic, evento de 1.600 dólares la entrada que contó con tres vuelos iniciales desde el martes y empezó a recorrer los últimos metros el viernes en su carrera final, con una bolsa de premios total de 2.595.000 de dólares que pulverizó el garantizado de un millón, de los cuales Castaing se quedó con 361.000.

En este tipo de justas no se sabe bien quién es el favorito o el enemigo, pues hay muchos fondistas y bailarines que se las traen, aunque también se ve mucho bagayo, mucho bagre. No le importó a Castaing que la pista estuviera llena con 1.790 inscriptos. Los aficionados, esos que bancaron a ya candidato que pagaba dos pesos, apostaron a ganador, por supuesto, y por eso terminaron todos festejando.

El argentino no se mancó, no se enterró. Alazán de gran porte, no bien vio que la meta estaba a unas rayas de distancia, con su K Q, cruzó primero aquel disco que tenía entre ceja y ceja.

¡Federico, viejo nomás!

Foto: Facebook Marcelo Rokko