En medio de un año en el que le ha dado prioridad a los torneos en vivo, con rumbo a plazas tan exigentes como Las Vegas , el crédito de Samaná , Julián Pineda, consiguió este domingo el que se convierte en su mejor cobro online del año, al finalizar en el quinto lugar del masivo Sunday Storm, de PokerStars. Dicha ubicación, le permitió al caldense un premio de 7.288 dólares, que pudo ser mucho mayor con un poco de favorabilidad de la varianza.

El evento, que tuvo a 26.999 competidores en acción, tras un recaudo de 269.990 dólares, se cerró con un acuerdo para dividir los premios cuando se disputaba el 3-handed. El mayor beneficio fue para el húngaro Pal82, quien se quedó con un botín de 23.557 dólares. Lo siguió el maltés ronaldnld con 20.984 americanos como ingreso. Y el bronce simbólico fue para el británico Fitzer11 , lucrado con 16.457 de los verdes. Un total de 4.436 participantes en el torneo, alcanzaron los cobros.

En conversación con CodigoPoker, Julián detalló los momentos más cruciales para llegar a un avance tan notorio en el exigente Sunday Storm: “Mi primer spot decisivo se dio con una salvada épica, cuando el field era de unos 40 jugadores. Abro con AQs. Un rival shovea 10 blinds y otro también se juega, con un stack de apenas una ciega menos. El jugador del small blind hace cold call y yo completo, para ir por un pozo gigante. En la situación, el stack pot ratio (SPR: relación entre el stack y el valor del pozo) es menor a 1.
Baja un flop que trae Q-high y el de ciega menor, que tenía las mismas fichas que yo, donkea. A mí no me queda más que jugarme. Es cierto que el villano en ese movimiento suele tener manos muy fuertes, pero dado lo que representa el pozo respecto a mi stack, considero que sería un cooler y debo empujar. Efectivamente, el villano tiene reyes y uno de los otros involucrados en la mano tiene ases, lo que me pone en una situación de apenas 3 outs para sobrevivir. Llegó el último as al river y gane el side pot, que igual, representaba un stack bastante cómodo para seguir en el torneo.
Otra mano importante fue cuando nos aproximábamos a la burbuja de mesa final. Abrí en el botón con AKs y la ciega mayor shovea 19 blinds con JKs. Yo cubro y me quedan apenas 5 ciegas atrás. Llegó el jack al flop y perdí esa mano; quedé en una situación muy complicada. Afortunadamente, luego de un par de shoves con los que me llevé el pozo preflop, recibí ases. Mi stack ya estaba en 11 ciegas y terminé all in contra AT. Ahí pude doblarme y llegar a mesa final con una pila más manejable.
Luego, en mesa final, conseguí subir a cerca de 50 millones de fichas. Estaba cómodo, pero los stacks no eran largos en general y se dio una mano en la que ahora pienso que cometí un error. Un oponente con 9 ciegas abre con raise por la mitad de su stack. Levanto AQs. Soy el siguiente en actuar y shoveo detrás. Es un movimiento normal, pero dadas las circunstancias tan apremiantes, tal vez debí hacer algo distinto. Me encontré con ases en la ciega menor, y su stack era de 40 millones, así que se llevó un pozo gigante. Estuve a punto de salvarme con un proyecto de color, pero no se dio.
Quedé muy corto de nuevo, con 7 jugadores aún activos, si no recuerdo mal. Conseguí subir de nuevo y sostenerme hasta el 5-handed. A esas alturas era el cuarto en el chipcount, con unos 15 blinds. Me llega una mano foldeada cuando estoy en ciega menor, y dado que el jugador de la mayor era el tercero, decidí shovear con 9To, metiéndole toda la presión a su stack de unas 20 ciegas. Tuve la mala suerte de que el rival recibió AQ y aceptó. El flop trajo J K 7, con doble escalera interna para ilusionarme, pero no se dio. Cayó el 10 en el river, que le dio las nuts al villano, y eso fue todo”, contó Pineda, sin dejar de reconocer que quedó “en general muy satisfecho con el resultado”.

Álex García y Johann Busche, acompañaron a Pineda en Las Vegas

Aunque hubiéramos pasado un buen rato sin recibir reportes de Julián por su desempeño en los paños virtuales, el grinder ha logrado tener una productiva temporada en eventos en vivo, gracias a un doble paso por los Estados Unidos. Julián le apuntó en abril a algunos eventos del World Poker Tour (WPT) Seminole Hard Rock Poker Showdown, en Hollywood . Allí consiguió dos cobros. El primero llegó en el torneo $150 NLH Re-entry (evento #5), en el que se ubicó en el puesto 14, entre más de 1.800 inscritos, para sumar 1.624 dólares a su banca.

Lo mejor vendría un par de días después: estar entre los 20 mejores de los casi 3 mil registrados en el $570 NLH Deepstack (evento #9) le valió para recibir un importante pago de 6.138 dólares, el mejor que lograba hasta entonces en los Estados Unidos, sin contar los 15.000 verdes que se embolsó al meterse entre los mil primeros en el Evento Principal de las World Series of Poker (WSOP) 2015, torneo con el que estrenó la visa estadounidense.

La programación de otoño en casinos como el Aria y el Venetian, que incluyó el Deepstack Extravaganza 3.5 y el Wynn Fall Classic, marcaron una nueva cita para Pineda en el país de las barras y las estrellas. Esta vez, el balance fue mucho más satisfactorio: múltiples títulos en eventos menores de dichos festivales y presencia en cobros en otros tantos, dejaron un saldo positivo, tanto en lo monetario como en lo referente a evolución en el nivel de juego, pues Julián logró demostrar que está en condiciones de competir en los circuitos más exigentes del mundo con resultados que lo validen.

La gira otoñal del samaneño por la llamada Capital del Pecado reportó su primer ITM (estar ‘in the money’, alcanzar los premios), con un tímido puesto 48 en el $250 NLH de 125 mil dólares garantizados como pozo inicial, certamen del DeepStack Extravaganza 3.5, el 5 de septiembre. Esa posición entre los 672 inscritos, le reportó a Julián un ingreso de 510 dólares, correspondiente al tercer nivel de cobros. El certamen se cerró con un deal que les dejó cerca de 18.900 dólares al local Donald Pultz Junior y al británico James Coats . Mindy Ritchie fue tercero con 16.000 verdes y el sudafricano Cy Jassinowsky, ubicado en cuarta posición, recibió u$d 14.000. Los saltos de cobros fueron modificados desde que se jugaba el 4-handed.

El primer grito de campeón de Pineda en tierras norteamericanas llegaría un par de días después, en el torneo $100+25 NLH, evento regular de la programación diaria del Aria Resort & Casino. El profesional, residente en Medellín , superó a un centenar de rivales para hacerse a los 2.187 dólares que se reservaron como premio mayor del certamen. El paisa superó en el heads up al local Allan Bituin , a quien le correspondió un ingreso de 1.260 dólares. El podio se completó con el ibérico Rose Kiern , con un beneficio de 1.190 americanos. El certamen entregó un total de 9.797 dólares en premios, con utilidades para los once mejores de la clasificación.

El 12 de septiembre, Julián volvió a tener un cobro pequeño, esta vez en el $250 NLH – Bounty de 125 mil dólares garantizados como pozo inicial, programado en el Deepstack Extravaganza 3.5. La carrera del caldense terminó en la casilla 36, entre más de 500 competidores, lo que hace más que meritorio el pírrico pago de 532 dólares que representó su actuación. Derrick Stewart se quedó con el trofeo del certamen, que le llegó con 21.203 dólares como recompensa. El subtítulo fue latinoamericano, gracias al auriverde Marcelo Drumm , cuya labor pesó 13.025 americanos. El bronce fue para el local Michael Sinclair , con 9.387 de los verdes como botín.

La infaltable selfie

Una semana después, Pineda demostró que ya se había acostumbrado a salir con números positivos en la capital de Nevada. Un sexto lugar en el $300 NLH – Bounty, también del DeepStack Extravaganza 3.5, lo llevó a alcanzar de nuevo los 4 dígitos: 1.154 dólares se sumaron a su banca. De nuevo el mejor latino en la contienda fue del país de la samba: Daniel de Freitas se llevó 2.775 americanos por su tercer lugar. En el heads up Terry Rivera superó a Sharon Levin , lo que se tradujo en pagos por 6.217 y 3.841 dólares para cada uno, respectivamente.

Pasaron dos días y Julián tuvo de nuevo el gusto de quedarse con todas las fichas en el $200 NLH – Rebuy, del mismo festival. El título le significó un ingreso de 3.425 dólares, luego de obligar al local Orlando Barvera a conformarse con 2.573 americanos por su segundo puesto. Para completar la presencia colombiana en el podio, el currambero Johann Busche escaló hasta el tercer lugar, con un cobro de 2.320 verdes. El torneo registró 43 inscritos, que realizaron 42 recompras, para llevar el recaudo a 10.447 dólares, a dividirse entre los 6 primeros puestos.

Ya cerrando septiembre, el 28, para ser más precisos, Pineda llegó al tricampeonato en su breve gira norteamericana. Esta vez se adueñó del $125+20 NLH Rebuy, parte de la programación regular del Venetian Resort Hotel Casino. El criollo se aseguró 3.577 dólares como ingreso al vencer en el heads up al local Ryan Darby . El escolta recibió 2.213 americanos por su avance hasta la definición.

El galo Renato Magalhaes los acompañó en el podio y se adjudicó 1.450 verdes por su tercer lugar. Con solo 6 cobradores, los latinoamericanos hicieron prácticamente una moñona en la competencia, gracias al quinto puesto del manito Omar Alatorre (u$d 735) y el sexto del inca Juan Marsano (u$d 536). El torneo registró 53 inscritos, que realizaron 53 recompras, para generar un pozo de 9.540 dólares.

Octubre todavía traería una mejor cosecha. El 5 de este mes, Pineda avanzó hasta el heads up del $360+40 NLH del 2016 Wynn Fall Classic. A pesar de haber sido superado en la definición por el canadiense Curt Walker, el crédito de Samaná se abonó 10.264 dólares por su subtítulo, premio mayor que le reportó este paso por Las Vegas.

El campeón se llevó 14.260 americanos con el trofeo, mientras que su compatriota Garret Gilmurray , en la tercera ubicación, recibió 6.843 de los verdes. El torneo tuvo un field de 165 contendientes, tras un pozo que ascendió a 57.024 dólares y dejó utilidades para los 18 primeros de la clasificación.

La victoria aún estaba por concedérsele una vez más a Julián. El 8 de octubre sonrió para la foto de campeón en el $200 NLH Bounty del October Weekend Extravaganza, un torneo en el que dejó atrás a 87 oponentes para embolsarse 3.097 dólares como broche de oro de sus días en La Meca del Poker. Su último heads up en Las Vegas lo puso frente a Michael Sorbin , quien salió con 1.917 americanos como fruto de su subtítulo. En el 3-handed se había despedido Steven Lake , con 1.336 verdes como pago. El pozo del evento fue de 14.080 dólares, a dividirse entre 9 jugadores.

Al despedirse, Julián quiso incluir unas palabras de gratitud para la empresa que lo respalda como jugador online, por su complicidad frente a sus participaciones en torneos internacionales: “Mis agradecimientos a la gente de Pocarr, establo al que pertenezco. Ha sido fundamental contar con la flexibilidad y la paciencia que han tenido conmigo, ante mis constantes viajes. Además, han contribuido en gran parte a mi crecimiento como jugador en el último año”, cerró el crack caldense.