Jugar todo el día, o a veces toda la noche, lidiar con los swings y tener que viajar de aquí para allá son solo algunos de los problemas que enfrentan los profesionales. Uno dirá «a mí también me gustaría tener esa clase de problemas», pero a la hora de mantener una vida ordenada y relaciones sanas con sus afectos puede ser un verdadero dolor de cabeza. ¿Cómo se logra? Veamos que tienen para decir algunos reconocidos jugadores del circuito.

Todos coinciden en aspectos fundamentales como, por ejemplo, mantenerse en forma. Una buena alimentación y ejercicio constante parecerían ser clave. También tener hobbies que a uno le gusten o quiera probar, especialmente cuando tienen largos períodos fuera de las mesas.

Los que se dedican casi exclusivamente al poker en vivo contestan que cuando viajan a jugar, se dedican 100% a ellos. Y luego, en los momentos en que no, directamente ni siquiera piensan en el poker. Se dedican a otras cosas.

Otro punto interesante es tratar de que los swings no afecten el resto de su vida. El perder en las mesas, una parte más del juego que amamos, no tiene porqué incidir fuera del paño.

Finalmente, Daniel Jungleman12 Cates lo resume bastante bien. Para él, es una cuestión de prioridades: qué es lo que realmente quieres hacer. Una vez que las encuentras, pues haces eso en vez de jugar al poker. ¡Easy Game!

¿Cómo haces tú para balancear el poker con el resto de tu vida?