Listo, ya está. Pongan la mesa que estamos todos invitados al banquete. Porque sin él no es lo mismo. Con él, es mucho mejor. Phil Ivey apareció por el Rio de Las Vegas para jugar un evento (el #5) de la Serie Mundial, lo cual es indicativo de que habrá rey para rato en esta 49ª World Series of Poker. A disfrutarlo, entonces…

Ivey, en el 2014, con su 10° brazalete.

El ganador de 10 brazaletes del 2002 al 2014 en la WSOP fue el último pasajero anotado del High Roller 100k, al que se registró en el Día 2. Arrancó bien, flopeando un color que superó a la misma mano de Stephen Chidwick para ir de los originales 500k a 800k en el nivel 13, pero quedó afuera sin llegar al siguiente escalón.

La última aparición de Ivey en WSOP había sido para jugar solo el Main Event en la temporada 2016; el año siguiente prácticamente estuvo desaparecido, ocupado en sus problemas personales y juicio contra el Crockfords Casino. Se lo volvió a ver en septiembre último, pero por negocios. Hasta que en mayo de este año la rompió en las Triton Super High Roller Series de Montenegro con un título que quebró una sequía que sumaba tres años.

Ya «destildado», con los objetivos más claros y con ganas de volver a jugar, el que haya arrancado en el amanecer de la Serie Mundial significa que habrá más Ivey de acá a julio. Sólo es cuestión de tener paciencia y esperar que nuevamente su figura aparezca en el centro de la escena, como debe ser.