Es tan difícil hablar objetivamente de Damián Salas (42 años) como hacerlo de manera personal, íntima. Los que tenemos la suerte de conocerlo, aunque sea un poco, sabemos que hay pocas personas en el mundo del poker por los que nos hubiésemos alegrado tanto como lo estamos hoy por él. Uno de ellos era Richard Dubini, por quien una vez que se nos pase este sabor amargo podremos empezar a alegrarnos y disfrutar de su logro como algo propio.

El campeón es su hermano, el otro su papá. La familia siempre banca

El destino y los dioses del poker (deberían existir, sino quién fue el hijo de puta que puso ese as al flop en la mano que eliminó al embajador de partypoker) quisieron que solo el Pampa sea el que este jueves estará en la mesa final del Evento Principal de la Serie Mundial. El torneo más importante del año, el torneo que cambia la vida de los nueve finalistas quienes en 2017 no regresarán en noviembre, si no que sólo tendrán dos días para descansar y prepararse.

Para situarse en el punto de partida hay que viajar más de 10 años en el pasado, hasta el verano del 2006. En ese entonces, el abogado de Chascomús con una maestría, casado y con tres hijos, se tomó unas unas vacaciones junto a su mujer en Punta del Este. Después de un arduo año laboral, el momento del descanso había llegado y entre tanto ir y venir de la playa un día entró al por entonces Conrad (ahora Enjoy Punta del Este) y conoció el poker room del casino donde se jugaba hold’em. Su vida cambió para siempre.

Desde aquel entonces su vida se empezó a repartir entre su profesión, que la ejercía durante el día para luego, ya cuando caía el sol, salir a roundear el circuito under del bajo porteño.

Incluso se animó a dar el salto al poker online. Los primeros US$200 se fueron volando, como si jamás se hubiesen acreditado en el cajero. Pero los segundos. De los segundos docientos ya no hubo vuelta atrás. Nunca más volvió a depositar dinero en su cuenta online. En seis meses pasó de jugar niveles bajos a NL1.000 sin haber hecho un solo cashout. Entendió que era más importante hacer banca que conseguir el dinero para pagar algún lujo extra.

Viejas épocas, la misma pasión y CodigoPoker presente

En paralelo comenzó a incursionar los MTT’s, modalidad en la que hoy es considerado un experto a nivel mundial con más de 3 millones de dólares en cobros, con un histórico pinchazo en el The Sunday Brawl de Full Tilt por más de US$103 mil, solo unos meses antes del nefasto Black Friday. Este evento a nivel mundial no desánimo al ex Red Pro y ya jugador profesional de poker, quien al año siguiente se anotó con importantes pinchazos en los torneos más grandes de la sala de la pica roja.

Ya su nombre corría en boca de todos, no solo en su país natal. Damián había comenzado a viajar por Brasil, Chile, Uruguay y también a Las Vegas, cosechando pequeños cobros hasta que, en 2013, llegó el primer gran triunfo en vivo. En la Gran Final del LAPT Uruguay del 2013, Salas dio cátedra de poker y se llevó el High Roller por más de 100 mil dólares. Lo que desató un festejo que terminó en una parrilla del centro de Punta del Este con varios integrantes del CodigoPoker Team celebrando junto a él y jugadores de la talla de Leandro LeoPeluca Csome, Ariel Mantel, Adrián Testatonda y Lucho Jurzcyzcyn, quien fue runner-up en ese evento.

De allí en más no paró. Si bien nunca fue un regular del circuito, hubo paradas en donde sabíamos que lo íbamos a encontrar. Bahamas, Panamá y España son solo algunos de los lugares en donde pampa27 -así se lo conoce online- ha dejado su sello cual gaucho marca a su ganado. Si es pampa, es bueno.

Dentro de dos días, sin embargo, las cosas son distintas. Todo lo que se logró hasta ahora importa, pero a su vez ya no vale de nada. A partir de la semana que viene, cuando se hable de Damián Salas se comenzará por «él que llegó a la Mesa Final de…». Eso, como mínimo. Todos los que están leyendo CodigoPoker hoy, y los que lo estamos escribiendo, nos imaginamos algo así como «el campeón mundial». Dios, de solo escribirlo dan escalofríos.

Parecería que Damián sobresale en todo lo que se propone. Quiso ser un gran abogado y lo logró. Deseó ser un gran jugador de poker y aquí está, consagrado. Y hoy añora ser el mejor del mundo…

En donde juegues, CodigoPoker va a estar ahí. ¡Con vos a todos lados, Dami! Como desde hace años…