Un capítilo más de la irascibilidad de Daniel Negreanu se pudo presenciar en el marco de la World Series of Poker, cuando al habitual simpático canadiense lo atrapó el Mr. Hyde que lleva dentro y estalló en bronca cuando fue eliminado del Evento #50: $250.000 Super High Roller No-Limit Hold’em por un badbeat…

El resultado de la rabieta fue que pegó un golpe en la mesa y sus fichas (las que ya no eran de él) volaron por el aire y su cámara, con trípode y todo, salió volando contra una de las paredes del salón. Evidentemente, el Kid Poker deberá recurrir a otro aparato o tendrán que dejar de vloggear sus actuaciones en la WSOP.

Así perdió Negreanu

El evento de 250K entraba en su mitad durante la jornada del viernes, el Día 2. El canadiense ya había gastado dos balas (sí, medio millón de dólares), y si bien no había arrancado en buena forma, se las había arreglado para que su stack se convirtiera en lo suficientemente grande como para dar pelea.

Sin embargo, llegó la mano fatídica…

David Peters, responsable del enojo de Negreanu.

Andrew Robl abrió a 90.000 desde posición tardía. Luego, David Peters hizo 3-bet all-in por alrededor de 1.500.000. Negreanu fue el siguiente en actuar: sacó su cámara de vlogs y apostó todo por un poco menos. Robl se retiró y mostraron las cartas.

Daniel Negreanu: 10 10

David Peters: Q 10

«Bonitas cartas», dijo su compañero de mesa Sean Winter , después de haber doblado con exactamente las mismas cartas de Peters en la mano anterior, mientras Negreanu explicaba la acción para la cámara.

El flop K 9 6 le dio a Peters un draw a escalera, pero los dieces todavía estaban a la cabeza. El turn 7 también le dio a Peters un proyecto de color y preocupación a Daniel.

Cuando el 3 del river golpeó la mesa, Negreanu hizo lo mismo con las fichas y su equipo de vlogueo (después lo estrelló como antes contamos), mientras murmuraba en voz baja con tristeza.

«¿Me tienes cubierto?», le dijo a Peters al regresar a la mesa, y el crupier lo confirmó. Negreanu salió del área del torneo con una nueva frustración a cuestas y medio millón de dólares menos en su cuenta.