¿Quién de nosotros no ha dicho nunca esto? Quizás uno de los sueños de la vida de cualquier persona es vivir de lo que le apasiona. De pequeños, muchos de nosotros queríamos ser futbolistas, cantantes, actores… pero como no hay sitio para todos en la élite de esas modalidades, pues acabamos teniendo otras aspiraciones dependiendo de nuestros gustos.

¿Y qué pasa con el poker? Es un juego, que a pesar de ser cada día más conocido y practicado, que no deja de ser de minorías. ¿Por esto debe ser más fácil convertirse en jugador profesional? No necesariamente. En este juego se dice que sólo un 5% de los jugadores gana, de ese % es posible que más de la mitad no ganen lo suficiente como para cubrir sus gastos mínimos vitales, por lo que podemos decir sin miedo a equivocarnos por mucho, que el porcentaje de jugadores profesionales dentro del conjunto de jugadores de poker es de un 2%. ¿Sigues pensando que es fácil ser jugador profesional?

Es obvio que para formar parte de ese 2% de “privilegiados” se necesitan ciertas cualidades, que no tienen por qué ser innatas, ya que con trabajo y esfuerzo se pueden conseguir muchas cosas. Esta es una de las claves que cualquier jugador que aspire a ser profesional debe tener siempre presente: TRABAJO Y ESFUERZO.

Otra cualidad que no debe faltar a cualquier profesional que se precie es la PACIENCIA. Roma no se construyó en un día, por lo que debes ser paciente aunque los resultados no lleguen a las primeras de cambio. Las malas rachas, los badbeats, días en los que todo sale mal son cosas cotidianas para cualquier jugador. El punto que diferencia en este aspecto a los profesionales del resto de jugadores, es que no se dejan llevar por sus emociones en los momentos más difíciles.

Algo que es muy importante, y que por desgracia muchos de los profesionales no respetan, es la HUMILDAD. El poker es un juego de información incompleta, y lo que a día de hoy está bien, mañana quizás no lo esté. Por lo tanto todas (o al menos la gran mayoría) las opiniones deben ser respetadas, y todos los jugadores deben ser respetados. Si algo hemos aprendido durante estos años es que cualquier jugador puede ganarte, y que se puede aprender muchas cosas de quien menos te esperas. A veces es complicado para un profesional ser humilde, ya que en ocasiones las buenas rachas y las grandes cantidades de dinero son suficientes para aumentar el ego de cualquier hijo de vecino. Por ejemplo ¿Piensas que sería sencillo convencer a Phil Hellmuth que su juego está lleno de leaks si es el jugador con más brazaletes de la historia? La humildad te ayudará a pensar que a pesar de que ganes, tu juego puede mejorar.

Ligado a la humildad está el RESPETO. Como jugador profesional debes respetar todo lo que rodea el juego. Respetar el poker es respetar a todos los jugadores. Un jugador por ser perdedor no es ni peor persona ni menos inteligente que cualquiera. Debemos entender que lo que para nosotros es un trabajo, para la inmensa mayoría es un hobbie, por lo tanto si hacemos que esa experiencia sea positiva para los jugadores recreacionales, nos veremos muy beneficiados. Respetar el poker es respetar el dinero. Una frase que nos gusta mucho dice que «al poker se juega con dinero, pero con el dinero no se juega». Puede parecer una contradicción, pero en el momento que un jugador profesional le pierde el respeto al dinero entra en una espiral de la que puede salir escaldado. En ocasiones el poker te puede dar dinero rápido, tu tarea como profesional es que ese dinero deje de ser rápido una vez que es tuyo.

Bajo nuestro punto de vista, estas cualidades que he mencionado son necesarias para ser un jugador profesional, pero, ¿son suficientes? ¡NO!

Ser profesional tiene su cara menos agradable. No todo son grandes viajes, hoteles de lujo, reservados en discotecas y grandes cantidades de dinero. Por muchos es sabida la situación en la que está el juego en España, Italia o USA por ejemplo, países en los cuales desarrollar una carrera como jugador profesional (al menos online) es tarea complicada. Esto obliga a muchos de nosotros a tener que emigrar. Vivir lejos de donde desearías estar no es plato de buen gusto para ningún profesional. Es cierto que muchos jóvenes (y no tan jóvenes) que nada tienen que ver con el poker han tenido que emigrar en busca de oportunidades laborales, pero si jugar al poker es algo que puedes hacer en el salón de tu casa, ¿por qué ese salón no puede estar en tu país?

Ahora bien, si eres una persona que cumple las condiciones que hemos mencionado arriba, te encanta el poker y quieres dedicarte a ello… ¿Cuándo seré profesional?

Pues es un proceso que en algunos casos es rápido, en otros es más lento, y en la mayoría de los casos (por desgracia) nunca se llega a la meta. Por eso, convertirse en un jugador profesional no debe ser un objetivo, sino una consecuencia. Una consecuencia de muchas horas de trabajo y esfuerzo, de unos buenos resultados que nos permitan tener un colchón de dinero suficiente como para cubrir nuestras necesidades durante un tiempo suficiente. Este aspecto es importante, ya que un profesional no se debe ver agobiado por los resultados. Si lo haces bien, los resultados llegarán, solo necesitas paciencia y no tener presión económica.

Para terminarnos gustaría responder a una pregunta que me hacen a menudo. Tú que eres profesional… ¿recomendarías a tus amigos, familia, conocidos a que lo sean? Pues les diría que no. Les diría que el poker es un juego maravilloso, que desarrolla tu mente, te ayuda a conocer mucha gente con aficiones comunes. Les daría las pautas necesarias para mejorar su juego, les recomendaría las mejores formas de aprender, les aconsejaría en las malas rachas, y con TRABAJO, ESFUERZO, HUMILDAD y RESPETO acabarían convirtiéndose en jugadores profesionales.

¡Hasta la semana que viene!

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