ESTRATEGIA
Donk Bet: era un movimiento de fish y ahora lo estudian los pro
Te explicamos algunos escenarios en los que una Donk Bet puede llegar a ser una jugada razonable.
Por José Litvak
Todos tenemos un sistema inmunológico que nos protege contra las enfermedades, mecanismos internos que reparan traumatismos y daños. De la misma forma tenemos sistemas similares a nivel psíquico.
A ellos se los llama mecanismos de defensa.
Los mecanismos de defensa son inconscientes y permiten que podamos enfrentarnos tanto al estrés y las exigencias diarias como a eventos traumáticos.
Se pueden dar con situaciones en la vida en las que es muy difícil aceptar las cosas: terminar una relación amorosa, la enfermedad de un familiar, padecer una adicción, etc.
Pero esa reacción se convierte en patológica cuando es persistente y conduce a un comportamiento inadaptado, a punto tal que la salud física y/o mental del individuo se ve afectada.
Como todo en esta vida, el abuso se vuelve contraproducente. Todo el que haya pasado por el diván sabrá que el equilibrio mental es difícil de alcanzar.
Esto no significa que nuestra psiquis sea una bomba a punto de estallar, porque todos tenemos la capacidad de sobreponernos a las crisis y los problemas. El objetivo es aceptar lo que no podemos cambiar e intentar hacerlo con lo que sí está a nuestro alcance.
Esto es importante para quienes tienen aspiraciones de dedicarse profesionalmente. Así como los deportistas cuidan sus músculos entrenando, elongando y alimentándose bien, en los deportes mentales hay que cuidar la salud del delicado músculo que tenemos dentro del cráneo.
Es algo tan simple (y tan complejo) como no permitir que nuestro mundo gire exclusivamente alrededor del poker.
¿De qué sirve ser reconocidos si jugar ya no nos divierte? ¿Para qué queremos ganar millones en torneos si después no disfrutamos de esos beneficios?
Taylor afirma que uno mismo “puede ser un jugador temido en la mesa y tener tiempo para dedicar a otras áreas importantes de su vida, como la familia, los amigos y su profesión”.
Además propone tres razones para que vivamos el poker sólo como un juego.