Por José Litvak

¿Cuáles son las principales diferencias entre los sexos, especialmente las relacionadas con el juego? Las planteamos, porque el conocimiento ayudará al momento de los enfrentamientos. Veamos un decálogo:

1. Las estructuras cerebrales

Durante mucho tiempo, algunos creían que las mujeres no tenían cerebro (¡¿quién podría pensar algo así?!). Descartado ese planteo, ya que luego de ingentes estudios, los científicos comprobaron que se trataba de un mito, hoy puede afirmarse que su arquitectura no es la misma para todos y que las diferencias entre los comportamientos y las actitudes no sólo se deben a cuestiones hormonales o a presiones sociales.

Ya hay evidencias de que tenemos distintas “programaciones” genéticas entre algunos circuitos neurológicos y la concentración de neurotransmisores. Y estas codificaciones tienen que ver con el funcionamiento y no con una cuestión de tamaño pues, en este punto, el cerebro masculino y el femenino son idénticos.

También está comprobado que, más allá de lo innato, las experiencias personales y la interacción con el otro modifican las neuronas.

2. Los circuitos cerebrales

Los circuitos cerebrales -como no podía ser de otra manera- también varían y, se ha confirmado que las mujeres tienen más sinapsis conectando las células en una región particular del cerebro.

3. La forma de pensar

 Cada uno posee una manera particular de organizar y procesar la información, pero ninguna supera a la otra. Son dos estilos, dos maneras que de ninguna manera son irreconciliables. Las mujeres piensan en forma más holística (global), son más flexibles (y dispuestas a tener en cuenta la excepción a la regla), más intuitivas e imaginativas a la hora de buscar soluciones, y prefieren hacer planes a largo plazo en todo sentido (en lo laboral, en lo profesional, en las relaciones y en los vínculos).

Esto no significa que las mujeres o los hombres estén delimitados, cada uno, a pensar el mundo de sólo una forma. La mayoría de los estímulos que unas y otros recibimos demandan ambos tipos de pensamiento: el lineal (asociado al hemisferio derecho del cerebro) y el emotivo (asociado con el izquierdo). Quizás las tendencias de cada sexo a apoyarse más o menos en un tipo de tendencia surgieron como resultado de presiones selectivas durante la evolución de la especie, en tanto que, en tiempos remotos, los hombres ponían toda su atención y capacidad de resolución en la caza y las mujeres la intuición y capacidad de planeamiento para cuidar a los críos.

4. Las mujeres hacen todo al mismo tiempo

Las mujeres son multitasking, tienen más capacidad de realizar varias cosas al mismo tiempo, tolerando mejor el nivel de estrés (responder un email, hablar por teléfono, estudiar, hablar por teléfono, cocinar, hablar por teléfono, atender a los niños y a un cliente y hablar por teléfono, etc. (La cuestión es cómo les sale). La contrapartida de este mecanismo es que se les dificulta concentrarse en una sola cosa.

Los hombres son más atentos (circunscritos) a realizar una tarea por vez, les cuesta suspender lo que están haciendo (terminan una cosa para empezar otra), buscan resultados rápidos (inmediatez), piensan de manera más lineal y causal, y prefieren avanzar gradualmente en el logro de los objetivos (análisis por pasos). A veces les cuesta integrar información dispersa.

5. Los hombres tienen más problemas de memoria

Es típico de las mujeres quejarse de la mala memoria de los hombres. Se olvidan de los aniversarios y, muchas veces, hasta de que están casados. Así, al menos, lo dice el estereotipo del hombre, la cultura popular y, ahora, algunos estudios científicos. 

La próxima semana, ahondaremos más en el asunto y profundizaremos con los comentarios de algunos especialistas.

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