(Por José el Profe Litvak )

Es sabido que la ejercitación de la memoria sirve, primordialmente, para prevenir o retrasar las enfermedades mentales típicas de la vejez y, secundariamente, para ganar al poker ¿o no te acuerdas?

Esta fue la motivación (la primera de ellas, obviamente) que impulsó a Nelson Dellis, el tres veces ganador del Campeonato de Memoria de los Estados Unidos, después de comprobar cómo impactaba el Alzheimer sobre la salud de su abuela. Por eso, después de su muerte en 2009, se comprometió a entrenar su memoria diariamente.

Las crónicas dan cuenta de que Dellis puede recitar versos después de leerlos sólo una vez o recordar una lista de 1.500 dígitos, y memorizar hasta 193 nombres en 15 minutos (de acuerdo con un artículo del Daily Mail, recogido por Infobae el 19/9/2014). Aunque suene a superhombre, se trata de un joven de 30 años que asegura que cualquiera puede entrenar su capacidad y lograr los mismos resultados.

Dice: «Todos podemos lograr tener una memoria increíble, dado que todos tenemos básicamente el mismo hardware, por lo que una simple actualización del software, puede hacer toda la diferencia».

«Una simple actualización del software» sólo significa un entrenamiento diario.

Sostiene que, al igual que es necesario hacer ejercicio físico con regularidad para mantener el cuerpo en forma, la mente también debe ejercitarse diariamente con ese mismo fin. Según la citada crónica: «A pesar de que memorizar mazos de cartas y listas de números al azar no parece redundarle ningún beneficio económico, algunos de los trucos de Dellis pueden mejorar la vida cotidiana de cualquiera». Eso ocurre, en mi opinión, porque parece que no le interesara aplicar su talento, por ejemplo, jugando al poker.

¿Será que esa capacidad podría ayudarle? Yo creo que sí, basta con recordar (si tenemos memoria) el caso de Semyon Dukach SM ’93, el célebre profesor del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, probablemente la institución más prestigiosa del mundo en su materia) y su «Equipo de Blackjack», formado con sus mejores alumnos, destacados por su memoria y capacidad de procesamiento instantáneo de datos.

Esta «pandilla de genios” utilizaba un complejo lenguaje de señas manuales llamado spotters, ojeadores y grandes jugadores y sus mentes entrenadas contaban las cartas que iban apareciendo del sabot, calculaban las restantes y proyectaban mentalmente las probabilidades de las que podrían salir, a una velocidad asombrosa. Ganaron fortunas, hasta que los expulsaron de los casinos de Las Vegas y Atlantic City. Matemática pura, memoria y capacidad excepcional de procesamiento mental. Y lo mismo se necesita para tomar buenas decisiones en el poker.

Esta no es otra que la historia «ficcionada» por Ben Mezrich, un graduado de Harvard, en su best seller Bringing Down the House, que fuera llevado al cine por el director australiano Robert Luketic en su exitosa película 21 Blackjack.

En mi último libro, dedicado a explorar la influencia de la mente, la psicología y el cuerpo de los jugadores de poker, nos referimos a una de las capacidades para ser un triunfador (no sólo en este deporte, desde luego). Allí decimos que, frente al paño verde, hay que estar atento a todas y cada una de las alternativas del juego, sin activar ningún músculo de la cara y cuidando cada uno de los movimientos del cuerpo.

Se podría decir que, coordinando la atención a los diferentes focos de la acción, el poketero es una especie de malabarista mental que necesita concentrarse en esas vivencias del juego y recordar dónde las tiene registradas, cómo es cada una, valorarlas y tamizarlas mediante su archivo de experiencias.

La memoria es fundamental para todas las cosas de la vida y, para el poker, es un GPS que nos lleva a destino con buen rumbo. De lo contrario, responderíamos sólo a los instintos, innatos o adquiridos, como les ocurre a los animales (y también a algunos poketeros).

No importa cuánta atención pongamos en la elaboración de una acción si no recordamos las circunstancias del juego, la información matemática o situaciones similares ya experimentadas. Este es un atributo fundamental, en tanto es un activador de los conocimientos y de las respuestas inconscientes. La buena memoria ayuda y la mala o la ausente complica todo. Además, como vinos, es una función que se puede cultivar o mejorar.

Esto no significa que con buena memoria seremos grandes jugadores, pero, si no la tenemos, seguro no vamos a tener éxito.

……

Si te interesó este tema y quieres seguir aprendiendo más sobre poker, te invitamos a que ingreses en nuestra en Tienda Online de CodigoPoker. En ella encontrarás una amplia variedad de productos, entre ellos, textos educativos. Pincha en el siguiente banner y estarás un paso más cerca de aumentar tus conocimientos sobre nuestra querida disciplina.