Joel Treviño lideró el Día 1A en el High Roller de la PSOP Cancún
Terminó el primer clasificatorio del High Roller con Joel Treviño como líder. Su stack de 265.000 estuvo cercano a los de Mora y Vezina.
Phil Galfond lo tiene claro: “El sueño es probablemente lo más importante para nuestro rendimiento como jugadores”. Con esa convicción, invitó a Mollie Eastman
, fundadora de Sleep Is a Skill (Dormir es una habilidad), a una sesión privada de su programa de coaching Beyond the Game. Allí, pusieron sobre la mesa un tema tan ignorado como determinante: el sueño en el poker.
Eastman, experta en ritmos circadianos y alto rendimiento, no tardó en lanzar una frase contundente: “Dormir no es un talento, es una habilidad que se entrena”. Su mensaje fue directo: no importa cuántas manos analices o cuánto estudies GTO, si no duermes bien, juegas en desventaja. “Sin consistencia en el sueño, estás compitiendo con un cerebro limitado”, advirtió. Según ambos, mejorar el descanso no es una mejora complementaria: es una fuente directa de ventaja.
Mollie Eastman converso con Phil Galfond, sobre las ventajas de dormir para jugar mejor.
La sesión estuvo cargada de recomendaciones prácticas. Despertarte todos los días a la misma hora, incluso después de sesiones largas, regula tus niveles de cortisol y refuerza tu reloj biológico. Otro hábito esencial: recibir luz solar apenas despiertes. “Sal al sol sin gafas. Que la luz toque tus ojos. Ese es tu botón natural de encendido”, explicó Mollie. En cuanto a la alimentación, fue clara: “Comer tarde o dormir en horarios caóticos es como crearte tu propio jet lag”. Por eso, recomendó cenar al menos tres horas antes de acostarte, y evitar cafeína o alcohol en la noche.
El entorno también cuenta. “Tu habitación no es una sala de guerra, es un templo para dormir”, remarcó Mollie, alentando a rediseñar el espacio de descanso con luz cálida, temperatura fresca y cero pantallas en la última hora del día. También sugirió crear rituales de desconexión después de jugar: lectura, ducha, silencio. Y para los que necesitan recargar durante el día, recomendó siestas de no más de 20 minutos antes de las 3 p.m. Todos estos hábitos no son opcionales: son parte de la base si quieres tratar el sueño en el poker como parte de tu entrenamiento.
Galfond no solo facilitó la charla, también aportó desde su experiencia personal: “Yo también creí que podía con todo… sesiones, estudio, presión. Hasta que el mal sueño empezó a afectar mi juego”. Hoy valora tanto el descanso como la preparación técnica. “No es lo que haces en la mesa lo que te hace ganar. Es todo lo que haces cuando no estás en ella”, reflexionó. Mollie completó la idea con otra frase potente: “Tu mejor jugada empieza al despertar. Si dormiste mal, ya empezaste perdiendo”. Así, el sueño en el poker pasó de ser una variable secundaria a una prioridad estratégica.
Ambos coincidieron en que este es uno de los factores menos explorados por los jugadores, pero con mayor impacto real. Mientras algunos buscan soluciones en gráficos o solvers, quienes optimizan su descanso compiten con más foco, mayor estabilidad emocional y mejores decisiones bajo presión. “El sueño es el entrenamiento invisible de los campeones”, concluyó Galfond. Y como toda gran herramienta, está disponible para quien decida aprovecharla. Solo hay que cerrar los ojos… y tomárselo en serio.