ACR Poker te lleva a Punta del Este: clasifica al primer Enjoy Poker Tour 2025
La primera parada del gran festival charrúa se juega en febrero y este domingo en ACR Poker se van 10 paquetes completos para asegurarte un lugar con todo incluido.
Por José Litvak
No todas las personas o todos los jugadores sociales llegarán alguna vez a estados patológicos, porque se establece un vínculo sano con el juego, de modo que disfrutan, al mismo tiempo que se conectan con el otro.
¿Cuáles son los principales componentes que hacen que una persona devenga adicta?
Cuando estos factores se presentan, lo lúdico, lo divertido, puede tornarse tóxico. Y significa que hay un núcleo incurable en el síntoma, ya que el juego se convierte en una satisfacción sustituta, un paliativo.
Es un síntoma de que algo le está pasando.
El juego es importante para el ser humano, es simbólico y necesario. Es el ámbito donde se comienza a fantasear. El punto es que el ludópata no juega: apuesta y dilapida.
Jugar es algo divertido, que entretiene, que tiene un principio y un fin, pero los adictos no admiten la posibilidad de perder. Los tratamientos apuntan a enseñarles qué deben hacer para ser lo suficientemente hábiles para ganar y lo suficientemente humildes para aceptar las derrotas.
Y, especialmente en el poker, en el que intervienen la destreza, la inteligencia y la capacidad singular para resolver problemas para salir airoso de una encrucijada o de la llamada “encerrona trágica”.
Es importante tomar como parámetro que quienes comenzaron su camino a la compulsión se sienten obligados a jugar, a estar en el casino, a entrar a la sala virtual de juego y a ganar.
Tomar riesgos todo el tiempo lleva a la pérdida. Gracias, entre otros, al famoso estudio científico de The Iowa Gambling Task, denominado “La tarea de apuestas” sobre la toma de decisiones asertivas y su influencia emocional, se conoce que el lóbulo frontal es el responsable del control de esa conducta (está comprobado que cuatro segundos es el tiempo real de toma de decisiones), de planificar y de anticipar el futuro y obviamente tomar las elecciones adecuadas en función de la visión y la capacidad de anticipación del futuro. Los seres humanos, primero imaginamos, luego planificamos y finalmente tomamos la decisión.
En función de ello, los investigadores comprobaron que si hay daño en el lóbulo pre frontal la consecuencia será un error en la solución, tendrá elecciones incorrectas o poco beneficiosas para su vida en sociedad.
Para disfrutar de los juegos, sin caer en las redes de la patología, se requiere equilibrio cognitivo y emocional, cuya consecuencia es una conducta moderada.
En toda adicción, hay “una miopía de futuro”, los adictos no pueden anticipar el porvenir. El juego los anestesia y les impide conectarse con la consciencia del futuro de su propia vida.
Esa persona tiene un interior vulnerable que eclosiona frente a un entorno tóxico. Es el caso de quienes habitan en una ciudad, que están sobre adaptados al stress y al sedentarismo propio de ese escenario y se dejan llevar por las ofertas de consumo, que supuestamente les devolverán la motivación y la energía que necesitan.
La mayoría debemos enfrentarnos a este entorno hostil. La receta para afrontarlo es la fortificación de nuestro interior (lo emocional, espiritual y psicológico).
La mayoría de las técnicas psicoterapéuticas para salir de una adicción tratan de conectar a los sujetos con lo más profundo de sí mismos, esto es necesario para que se produzca un cambio de posición interna y lograr que puedan rodearse de otro entorno más sano. Quienes no padecen la enfermedad no comprenden el sufrimiento y la contradicción en la que se encuentran los ludópatas. De ahí que los tratamientos incluyan a la familia como refuerzo de ese vínculo.