Jugar al poker suele ser apasionante y demanda muchas horas de dedicación, sin embargo dependiendo en la etapa como jugador en la que se esté será necesario integrarlo a la rutina cotidiana de maner distinta.
Como ya es costumbre, esta actividad presenta un interrogante que no tiene una única respuesta correcta. Como si se tratara del dilema entre el huevo y la gallina, saber el papel que tienen las cartas en la vida vendrá determinado por cada experiencia personal.
Concretamente, la pregunta es: ¿se debe adaptar el día a día al poker o por el contario hay que buscar los espacios para integrar el poker a la rutina diaria? Aunque existen distintas corrientes de pensamientos que avalan una u otra visión, es de suma importancia analizar cada postura tomando en cuenta las vivencias personales de cada quien.
La respuesta a este cuestionamiento tiene, necesariamente, que estar ligada a los objetivos que se hayan trazado y estos a su vez tienen que ser alcanzables y armónicos con las realidades de cada individua para evitar emociones de fracaso y frustración.
Querer vivir del poker y llegar a convertirse en profesional demanda un inversión de tiempo enorme y casi obsesiva que podrán cumplir, en menor tiempo, algunas personas con pocas responsabilidades económicas o académicas. Por el contrario, aquellos que necesitan realizar otras actividades fuera de las mesas de manera obligatoria no podrán dedicar una gran carga horaria a este fin, aún sí, lo pueden llegar a conseguir.
Otro aspecto importante a considerar es el de derribar el falso mito de que para llegar a lo más alto se debe comer, respirar y vivir poker. Si bien es cierto que quienes tomen ese camino posiblemente lleguen más rápido a la meta, los que solo dedican unas pocas horas pero cargadas de gran calidad llegarán, tarde o temprano, al mismo lugar si así se lo proponen.
Como en muchos otros aspectos de esta disciplina, la realización del autoanálisis es fundamental para determinar el nivel de compromiso y dedicación. Por último, se deben evitar las típicas comparaciones con la historias personales de jugadores ya profesionales que lo lograron de una determinada manera. Siempre hay que tener presente el dicho que dice que todos los caminos conducen a Roma o como si se tratara de una suma, el orden de los factores no altera el resultado.