ENTREVISTAS
Daniel Negreanu: «Estoy en buena forma para ganar»
Daniel Negreanu habló de todo, desde los torneos que jugará a fin de año hasta cómo le está yendo al podcast que hace con su esposa.
Con una impronta Maradoniana es recordado en Argentina por sus hazañas que permitieron subir peldaños para que el rugby de la región pueda hoy participar del Championship Trophy y estar entre los mejores del mundo. El tremendo drop que metió ante Irlanda en 2003 y la corrida con try ante los franceses en el 2007 fueron parte del camino. Hoy, la vida del rugbier transita por la TV, las causas nobles para quienes lo necesitan y ahora se le suma el poker. Porque no sólo en los terceros tiempos se vive el rugby, ha poker para rato.
¿Jugás al poker? ¿Cómo empezaste?
Juego, aprendí viendo jugar a otros, no tuve un mentor. Hace unos años fui a Rosario a jugar un torneo. Estaba el negro (Mariano Zabaleta ex tenista) que es un fanático, no soy nada al lado del negro, te hace jueguito con las cartas, con las fichas, digo. Fui al torneo y me sacaron en pocas manos. Esa fue la única vez que jugué con profesionales.
¿Le jugarías un mano a mano a Zabaleta?
No, me mata, olvidate. Tengo que aprender a mentir como el negro…
¿Vos no sos mentiroso?
Jugando sí, a veces me paso por ansioso.
¿Es bueno para el deporte, incluso latinoamericano, que esté Argentina, que estén Los Pumas jugando el Championship?
Y sí… Es el torneo más importante en el que se puede estar, es la NBA. Hay dos torneos importantes: uno es lo que antes se llamaba el Tres Naciones y ahora, con la inclusión de la Argentina, el Rugby Championship, y el otro es el Seis Naciones en el que juegan Inglaterra, Francia, Gales, Irlanda, Escocia e Italia.
¿Te dan ganas de jugarlo?
Claro que sí, pero la edad… cuando estás en los cuarenta ya sabés que físicamente no podés. Justo en los treinta y cinco decís, bueno, todavía puedo jugar. Te agarran ganas de jugar, te sentís como que podrías llegar… Esa es la peor sensación, yo si me entreno, puedo. Pero después, cuando caés en la realidad, sabés que no podés. El rugby es un deporte físico, que implica lesiones físicas y demás.
¿Hubo algún otro lugar donde hayas sentido la misma adrenalina que en una cancha de rugby?
Es difícil, el poker te lo puede dar en el extremo, cuando por ahí se juega con mucha plata, debe ser una sensación similar. Es una sensación, una adrenalina linda pero son diferentes, creo que es una adrenalina que en el poker, por la poca experiencia que tengo también es física, pero que no se descarga con el contacto físico. En el rugby uno puede tener un contacto físico, otro tipo de adrenalina, una adrenalina de miedo, que te puede pasar esquiando en una montaña, tirándote de un paracaídas. Lo he vuelto a vivir pero no de manera tan intensa como con el rugby.
¿Jugás con amigos?
Yo, con mis amigos tengo fichitas, la valijita. Pegó fuerte el poker. Hubo una moda del poker. Es divertido. El tema es cuando pasa a ser un extremo. Es como todo en la vida, los extremos creo que para nadie son buenos.
¿Tu logro más importante fue el 3er puesto en el mundial 2007?
Sí, totalmente.
¿Y a nivel de clubes?
Con el Stade Français salí campeón tres veces. Con CUBA ganamos un torneo menor, de todas maneras todo campeonato tiene su gusto, su significado, porque siempre es un logro. Lo que uno puso para llegar ahí, por más chico que sea, es importante.
¿Cómo va CUBA?
Viene primero, faltan varias fechas pero están muy bien.
¿Te ves como manager de algún equipo?
Por ahora no… Trabajar en rugby es un sacrificio muy grande. Realmente la gente que está detrás del rugby amateur, da todo, están casi toda la semana entrenando, trabajando, mandando mails, la verdad es que se merecen un aplauso enorme, y lo hacen todo por amor a este deporte, están todos los días ahí por nada. Sólo por amor.
¿Es único el caso? Digo, un deporte que lleva mucho tiempo, mucho físico y para ser profesional tenés que irte del país…
Sí, hay una preparación física que implica tiempo, trabajo, y la realidad es que no hay una diferencia muy grande hoy entre el amateurismo y profesionalismo. Los clubes hoy están siendo cada vez más profesionales cuando, por lo menos para mí, deberían ser cada vez más amateurs y que haya una liga profesional en Argentina aparte. Para marcar muy bien la diferencia entre uno y otro. Hoy se está caminando por una línea muy delgada en ese sentido, por que el chico que hoy está jugando en primera en su club está entrenando lunes, martes, jueves y por ahí otro día más, más el sábado, que es el día del partido. Es casi lo que entrena un profesional afuera, un tipo que está cobrando plata, que está viviendo de eso. Aparte, supuestamente los chicos de Argentina estudian, trabajan, me parece que estamos en un momento gris, que aún debe tomar un rumbo correcto.
¿Qué se te pasó por la cabeza cuando pateaste el drop contra Irlanda en el mundial 2003 desde la mitad de la cancha? ¿Fue planeado en la semana o instinto de poker?
Pateo poco, no soy bueno, lo raro es que la semana anterior, nos juntamos varios a practicar o a jugar a patear drops. Es lo más divertido. Siempre jodés, se apuesta alguna comida, alguna cosa divertida, y la semana anterior estábamos todos practicando y yo no metí ni una, no metí ni una en serio. Después, vino el partido, y en ese momento no lo dudé, no sé por qué, pero no dudé. Me imaginé la cara de todos diciendo: “¿qué vas a hacer?, ¿venís de una semana de errar cien pelotas, y en el partido la vas a meter?” Y tuve suerte, un gol de mitad de cancha, y aparte el partido fue muy lindo. Íbamos abajo, igual al partido lo terminamos perdiendo, pero fue un lindo recuerdo, un lindo momento.
Estuve buscando imágenes para la nota, para refrescar, y cuando ves el try que le hiciste a los franceses en el mundial 2007 es imposible no emocionarse, ¿a vos qué te pasa cuando lo ves?, ¿lo ves?
La gente me lo manda por Twitter, lo abro, lo miro. Pertenece al recuerdo de un mundial que fue casi perfecto. Hubiera sido perfecto si hubiéramos salido campeones. Se dio que todo fue muy lindo, yo estaba en Francia en ese momento, para mí era un lugar que ya conocía, un estadio en el que había jugado varias veces, todo fue muy especial en ese mundial.
¿Qué pasa por la cabeza de un deportista cuando hace una corrida así?
La verdad que es como la vida del deportista, en la que va todo rápido, son diez años de profesionalismo que pasan volando. La corrida es similar, son segundos. Y fue todo muy rápido, yo vengo corriendo de atrás, en un momento lo corro al referí, paso por al lado suyo. Me acuerdo de un silencio total, y yo le gritaba a Manuel Contepomi, se la pedía gritando, y pensaba que por favor no se me fuera para el otro lado, yo seguía corriendo y me la pasó, yo miré para adelante y pensé: «imposible que me alcancen. Había 79.000 franceses y 1.000 Argentinos, era un silencio extraño y nosotros festejando.»
¿Cómo te formó el rugby como persona?
Transmite valores que demuestra que sin un compañero al lado no podés salir adelante, sin trabajo en equipo no hay triunfo, hay que respetarlos como al rival. Llegar temprano a entrenar, dar lo máximo, el mayor nivel de compromiso, el mayor esfuerzo, atendiendo lo que dice el referí, éste es uno de los pocos deportes donde no se le discute. El rugby es un gran formador de personas, es difícil explicárselo a la gente. Un jugador no puede ganar un partido, son todos, los 15, más los de afuera. Son cosas que te marcan para ser una mejor persona: no te dice vos jugás al rugby, sos genial. Es otra cosa, te da un marco de respeto hacia el mundo.
¿Cuál es tu top 5 de jugadores de rugby?
Los neozelandeses Keven Mealamu, John Kirwan y Jonah Lomu; David Campese, el fullback australiano; y Hugo Porta, entre los argentinos.
¿Te adaptarías a un deporte que es puramente individual?
Soy competitivo por naturaleza, cuando juego me gusta ganar, dar lo máximo, que es lo más importante. No sé cómo me vería jugando un deporte individual, creo que hoy con la experiencia de haber jugado tanto al rugby, un deporte tan de equipo, me costaría, es muy difícil… El tennis, por ejemplo, la verdad que es un esfuerzo máximo lo que uno tiene que hacer, es muy mental y uno está solo. Yo, sin dudas, ya no estoy preparado para hacer un deporte individual, aunque nunca digas nunca…
¿Cómo te llevás con el tercer tiempo?
Con el tercer tiempo siempre me llevé muy bien, me gustaba mucho, siempre fue uno de mis problemas, en el buen sentido… pero me gusta. Me gusta pasarla bien, el rugby tiene eso también, tiene un tercer tiempo, que también es parte de estos valores, de compartir un tercer tiempo con el rival. En el tercer tiempo, de alguna manera, somos todos amigos. Es increíble, es raro, pero eso es lo especial que tiene el deporte, las cosas que pasan dentro de la cancha quedan ahí, de última las aclarás después, pero en el tercer tiempo todos compartimos la misma pasión y respeto por el rugby.
¿A qué personaje de la historia mundial le jugarías un heads-up?
Uhh… Linda pregunta. Creo que a la Madre Teresa y al Papa Juan Pablo II. A Ghandi, a Hitler y después a algún deportista, Diego Maradona y Michael Jordan.
¿Contra quién jugarías un strip poker?
Todas mujeres argentinas, no quiero dar nombres…
¿Qué es “botines solidarios”?
La fundación que creé hace ya cuatro años con amigos y hermanos, después de mi vuelta de Francia, con la idea de utilizar el rugby y sus valores para la inclusión social de niños y jóvenes en situaciones de vulnerabilidad. Dicho de otra forma es llevar el deporte a donde antes no se lo veía, tratando de que los chicos encuentren un lugar de pertenencia, que puedan conocer otras cosas, y que por medio del deporte puedan incluirse en esta sociedad.
¿Qué tienen pensado hacer próximamente?
Trabajamos en los barrios, estamos en siete barrios de Buenos Aires y Rosario. Trabajamos en cinco unidades penitenciarias. Próximamente estaremos en La Plata haciendo una colecta solidaria.
¿Cómo es tu actualidad?
Estoy muy metido con la fundación y con el programa para la TV Digital en el que estoy acompañando a la selección en el Rugby Championship.