WORLD POKER TOUR
Phillip Lee lideró el Día 1A del WPT World Championship
Uno de los torneos más grandes del año ya está en marcha y aún quedan dos jornadas iniciales por jugar.
Elegir por dónde iniciar un perfil de presentación del mexicano Jerson Backmann Caballero , recordado aún en el ámbito del poker latinoamericano por su destacada actuación en la Gran Final de la pasada temporada del Latin American Poker Tour (LAPT), realizada en Lima , resulta todo un reto. Entre su faceta como gerente de sistemas de una de las empresas de televisión más importantes de Hispanoamérica, como lo es Televisa; su capacidad administrativa como director de una agencia de viajes y la gran riqueza humana que lo ha llevado a ser un promotor de obras sociales y de caridad; se hace difícil poder abordarlo todo en las pocas líneas que permite un artículo de esta naturaleza.
Obviamente, por los intereses de nuestro portal, el eje de este retrato escrito debe concentrarse en el devenir pokerístico del héroe. Así que en medio de mi indecisión por el punto de partida de este escrito, dejaré que sea la baraja la que nos oriente. Jerson Backmann se familiarizó desde muy pequeño con las picas, los tréboles, los corazones y los diamantes. Como forma de diversión, su familia lo integró desde muy chico a las partidas caseras, en las que mezclaban varias modalidades de juego:
“No eran sesiones precisamente de Texas Hold’em; eran de todo. Le empecé a tomar gusto al juego. Haber empezado a jugar en familia me permitió una ventaja: mis padres siempre me enseñaron a tomar el juego con mucha responsabilidad. Yo tomé su consejo y jamás lo he olvidado. Nunca he comprometido en las mesas dinero que no tengo, y mucho menos el que tengo destinado a otras cosas. Pienso que solamente así se puede disfrutar el juego y realizarlo normalmente”, explica Jerson, como quien transmite la enseñanza.
Los inicios
Restaría aún un buen tiempo para que este descendiente de alemanes (su bisabuelo fue de procedencia germánica y con orgullo lo recuerda al contar el origen de su apellido), conociera formalmente el poker en su modalidad más competitiva: el Texas Hold’em. Jerson tenía alrededor de 18 años, cuando vio por ESPN alguna transmisión de aquella legendaria época que vivió la World Series of Poker (WSOP) al estallar el boom mediático generado por la proeza de Chris Moneymaker , hace algo más de 10 años: “Como aún no tenía del todo claras las reglas, mi papá me iba explicando mientras veíamos las transmisiones”, sigue recordando nuestro entrevistado.
Desde entonces, este hincha incondicional del Santos Laguna (club de fútbol icono de la ciudad de Torreón, donde ha vivido Jerson desde su nacimiento), sintió una química especial frente al poker deportivo:
“Me emocionó mucho la idea de estar en la televisión, de que se pudieran ver las cartas a través de cámaras. Lo vi como un proyecto súper bien armado y me atrajo mucho que se tratara de un juego en el que compites solamente contra los demás jugadores, y no contra la casa, como ocurre en los demás juegos de casino”, va detallando Backmann, cada vez con más apertura.
Esa curiosidad inicial hacia la práctica del Texas Hold’em se reforzó cuando Jerson encontró a través de la red social Facebook la aplicación zyngapoker, que le sirvió de punto de partida para ir familiarizándose con este juego mental y su estrategia. Las fichas de dinero ficticio fueron suficiente motivación para que su pasión despertara ante el llamado a la aventura:
“Después de un tiempo de ir practicando, conocí a algunas personas que realmente amaban este juego. Compartimos experiencias y formamos un grupo de ocho personas con las que programábamos una partida semanal, los días miércoles. Aprovechábamos para convivir, platicar de nuestros trabajos, entre otras cosas, y jugábamos un torneo de una sola mesa. Luego de ganar mis primeros tres torneos consecutivos de cada miércoles, decidí invertir en FullTilt Poker y ahí empezó mi carrera ya formal, con dinero real, online. Fue un proceso que tomó un año y medio, aproximadamente. Al tiempo conocí PokerStars y me registré también. Inicialmente no entendía la aplicación al 100 % y por la premura de jugar sólo lo hacía en cash games de centavos: 0.02 /0.05 y fui subiendo; hasta que descubrí los torneos. Empecé eligiendo los de buy-in bajos: de 3, 5, 7 dólares, a lo sumo 11 y seguí practicando. Entonces me empezaron a gustar más los torneos que el cash”, detalla Backmann, en un preciso inventario.
Primeras experiencias internacionales
En su proceso de iniciación como jugador de Texas Hold’em, Jerson vivió la dificultad de que en su país no era muy factible encontrar espacios formales para practicar esta disciplina mental en vivo, debido a que la legislación mexicana restringe mucho este tipo de actividades:
“Los resultados que tenía en México eran pocos, porque aquí estaba prohibido el juego; era ilegal, de alguna forma. Entonces, por temporadas cerraban los casinos y luego los reabrían. Por eso era usual que me fuera a Estados Unidos a jugar, que además me queda cerca”, cuenta Backmann, abriendo un capítulo más de su historia.
La primera incursión de Jerson como pokerista en los paños estadounidenses, ocurrió cuando un viaje de trabajo lo llevó a una ciudad fronteriza, desde la cual apenas tuvo que cruzar el límite entre naciones para tomar asiento en una mesa del casino Lucky Eagle Kikapoo :
“Ahí jugué formalmente por primera vez en mi vida. Fue una partida de cash limit, con blinds de 3 y 6 dólares, y me fue bastante bien. Pero tengo que confesar que cuando me senté a jugar, estaba muerto de miedo y temblando. Las manos me sudaban y hasta se me pegaban las fichas por el sudor de las manos”, describe Backmann.
Esa primera experiencia, además de permitirle romper el pánico escénico que supone empezar a jugar en vivo y reportarle ganancias, le generó a Jerson una motivación nueva para acrecentar su interés por el poker:
“Ver que podía irme bien jugando hizo que intentara lograr avanzar más. Me puse a ver videos sobre la WSOP y de ahí tomé varios elementos que usaban los jugadores profesionales, para empezar a aplicarlos. Le fui perdiendo el miedo a movimientos como el re-raise, el 4-bet, el bluff y también a las personas adultas mayores, que en ese tiempo eran los rivales que más respeto me infundían en las mesas. Fui aprendiendo a leer a los oponentes. Empecé a entender que no todo era un juego de suerte, que se trataba más de aprender a manejar la estrategia. También me interesé por el estudio de esas señales corporales que existen en el poker y que hemos llamado ‘tells’, que pueden servirte mucho como herramienta para tomar decisiones importantes en el juego”, sigue detallando Jerson.
Backmann ya era un joven adulto de unos 23 años, cuando el destino volvió a orientar su ruta hacia el país de las barras y las entrellas: “Tuve la oportunidad de viajar a visitar a unos amigos que viven en Los Ángeles , y de ahí nos fuimos en auto a Las Vegas . Llegar allí me emocionó mucho, pues es el sueño de todo jugador: conocer la ciudad del ‘vicio’. Fue una experiencia increíble”, relata Jerson, casi como volviendo a vivir aquel momento. El destino volvió a ser cómplice de las aspiraciones de Backmann como pokerista y le permitió de nuevo un balance positivo:
“Gané un torneo con un costo de inscripción de unos 40 dólares. Si recuerdo bien, fue en el casino Luxor. Obtuve un premio como de 300 dólares y me volví loco. Fue mi punto de partida para formalizar definitivamente la práctica del poker en mi vida. Decidí practicar más y dejarle el resto al tiempo, por lo cual seguí jugando en vivo. Por ese entonces abrieron casinos en mi ciudad y ya podía sentarme a jugar dos o tres veces por semana. Tenía altibajos, pero iba ganando experiencia”, va detallando Jerson.
Con el paso de los años y la seguridad que le fue dando la experiencia, Jerson se decidió para apuntarle a ese sueño que parecía casi imposible cuando recién conoció el poker como televidente:
“Hablé con mis padres, recordando sus enseñanzas respecto a jugar responsablemente, y les dije que quería participar en la Serie Mundial de Poker (WSOP) y les pedí su opinión al respecto. Mi papá me dijo exactamente estas palabras: ‘No tienes hijos, no estás casado y es dinero que no te hace falta. ¿Qué tienes que perder? ¡Qué daría yo por estar en tus zapatos!’ Entonces tomé la decisión de ir a jugar la WSOP. Esto fue en el 2013, pero estuve planeándolo desde el 2012”, confiesa Backmann.
Pero Jerson no aprendió de los profesionales únicamente la técnica de juego. Al enterarse de que Phill Hellmuth , una de las estrellas del poker de ese momento, llevaba un coach a sus juegos de cash y a los torneos en los que participaba, el mexicano decidió imitarlo:
“Pensé que si iba a hacer algo, tenía que hacerlo bien. Entonces invité a Jorge Avilés , un amigo que es psicólogo, para que se fuera conmigo a Las Vegas , con el objetivo de traer algunos triunfos, tanto en los eventos de la WSOP, como en los Daily Tournaments de los diferentes hoteles de esa ciudad. Jorge se encargaría de ayudarme para tener una tranquilidad emocional, concentrarme en el objetivo y ayudarme a no rebasar la línea entre el juego por diversión y la adicción, así que decidí contratarlo y aventurarme”, continúa Backmann con su historia.
Después de pasar un mes compitiendo en Las Vegas , el balance para Jerson fue muy positivo: “Todo se dio y me traje una gran experiencia. Logré buenas figuraciones en los torneos diarios del Aria, donde conseguí tres cobros en tres participaciones. Gané una vez y en los dos restantes torneos, salí en el segundo y en el cuarto puesto”, recuerda. Esos resultados, como es apenas lógico, lo motivaron a programar de nuevo la excursión al año siguiente: “Regresé, pero mi amigo Jorge Avilés ya no podía acompañarme por compromisos laborales, así que busqué a Javier Bustos , también un gran amigo, que se convirtió así en mi coach. Nos preparamos con tiempo y realizamos el viaje nuevamente. Con él sigo hasta ahora”, intima Jerson.
En su segundo viaje a Las Vegas , Backmann permaneció en diversas competencias durante unas tres semanas:
“En la primera viví una pésima racha. Sufrí una seguidilla increíble de flips en contra. En todas las manos en las que iniciaba ganando, terminaba perdiendo. Pero no por eso, dejé de intentarlo. A mediados de la segunda semana, entramos al Wynn Summer Classic Series, en el que conseguí el trofeo de campeón. Ese fue el primer día que cobramos. Luego fue en el Special Tournament Mirage y vinieron aún tres triunfos más. Fueron buenos cobros y buenos torneos. Así conseguí un buen bankroll, gracias a las ganancias de los dos años consecutivos yendo a Las Vegas «, rememora el grinder azteca.
Los referentes
En su proceso de formación como pokerista, Backmann ha sido algo así como una especie de “enciclopedista”, que ha ido nutriéndose de influencias tan diversas como el trabajo en el fortalecimiento de su carácter y su control personal, hasta devorar libros sobre estrategia de juego o estudio del lenguaje corporal. Todo eso ha sido enriquecido por la presencia de personas claves que le han ayudado a darle el enfoque adecuado a esas herramientas recibidas.
En ese sentido, fue especialmente significativo el encuentro que Jerson pudo sostener con el reconocido jugador costarricense Humberto Brenes , quien le sirvió como una especie de gurú:
“Tiempo atrás me había llamado mucho la atención su estilo de juego y su personalidad, así que decidí contactarlo, valiéndome de las redes sociales. Humberto se portó muy bien conmigo y charlábamos frecuentemente. Me dio consejos sobre los libros que debía leer y me enseñó mucho sobre estrategia, uso de la posición en la mesa y temas por el estilo. Por supuesto que leí esos libros, pero además, incluí en mi preparación otros de psicología, psicoanálisis y lenguaje corporal. Son estudios que siempre me han llamado la atención y los aplico bastante en las mesas de poker”, reconoce Backmann.
En cuanto a sus recomendados entre esas referencias bibliográficas con las que ha mejorado su formación teórica como pokerista, Jerson destaca algunas puntualmente:
“Yo recomiendo tres libros: el de Daniel Negreanu , que se llama ‘Power Holdem Strategy’, que fue precisamente el primero que leí; el de Collin Moshman y el famoso libro de Doyle Brunson . Estoy por terminar el libro de Phill Hellmuth , pero siento que sus ideas ya son bastante anticuadas y no se debe ni se puede jugar con las estrategias que plantea. Creo que por eso no ha figurado últimamente en los torneos importantes”, comenta Backmann.
Para redondear la importancia que desde su visión tiene el conocimiento de la teoría de juego y el estudio que de ella han hecho diversos autores, Jerson se permite un consejo para los pokeristas de todos los niveles:
“Recomiendo siempre la lectura. Siento que es muy importante leer libros de estrategia. Leer los clásicos, pero también los nuevos, pues las cosas han ido cambiando muy rápido. Cada vez hay más jugadores interesados en hacer negocio y el estilo de juego ya no es el mismo. Ya no necesitas ser siempre tight para ganar un torneo. De hecho si lo haces es más fácil que termines perdiendo. Tienes que ser más dinámico”, anota.
La consagración: El LAPT de Lima
Después de sus buenas incursiones en Las Vegas , Jerson se animó a seguir explorando nuevos destinos para competir: “Decidí cumplir uno de mis sueños: jugar en el Latin American Poker Tour (LAPT). Entonces programé mi participación en la Gran Final de la pasada temporada, que se realizó en Perú , en octubre”, cuenta el azteca. Y como parece ser una constante en la vida de Backmann, una vez más tuvo un debut soñado. Lima le regaló la bendición de permitirle avanzar hasta la mesa final del Evento Principal del certamen: “Terminé en tercer puesto, pero pude cobrar más que el primero, por una negociación que se hizo cuando yo marchaba como chip leader del torneo”, recuerda Jerson.
Backmann había logrado su silla para participar en el Torneo Principal de aquella parada de Lima , gracias a un satélite clasificatorio. Con ese impulso inicial, no resulta extraño que haya logrado avanzar tanto en su carrera.
“Siempre tuve un buen stack, hasta que en una mano entre mexicanos me encontré con Gerardo Godínez y terminamos yendo all-in preflop. Entré dominando la mano con -Ad- -Kc- vs -As- -Qh- y fue la típica historia en la que sale la reina y me dejó con 10 blinds. Pude recuperarme ganando varios flips y así logré sobrevivir todo el Día 2. Conseguí algunos pozos más y pude ponerme en el promedio de fichas para avanzar al día siguiente.
En el Día 3 seguí perdiendo bastantes manos. Pareja de dieces contra pareja de nueves, y pega el nueve. Bajaba mi stack y remontaba nuevamente. Ésa fue una jornada especialmente larga. Recuerdo que fueron bastantes horas de competencia hasta que solo quedamos 45 jugadores activos. No me olvidaré nunca de una mano que siento que fue la del torneo. Estaba por estallar la burbuja de cobros y yo tenía 25 blinds en mi stack. Estaba en primera posición y recibí par de reyes. Después de pensar por tiempo prolongado, decidí foldear mi mano para no caer en riesgo de salir en burbuja. La acción continuó y dos rivales terminaron all in preflop, enseñando -As- -Ks- el uno y pareja de ases el otro. No salió nadie de mi mesa, porque el ganador tenía un menor stack; pero si yo hubiera jugado esa mano, habría perdido y me habría ido del torneo como burbuja. Voy a recordar esa mano toda la vida. Por algo pasan las cosas y tuve una sensación que me orientó para decidir no jugar la mano”, va detallando Backmann.
En otra mano importante, Jerson tuvo de nuevo la posibilidad de demostrar que el poker se juega con elementos mucho más determinantes que las cartas:
“Cuando estaba por definirse la mesa final, enfrenté al famoso Ariel Bahía . Yo tenía -Jh- -Qh-. Subí preflop y él cubrió. El flop fue 9 -Td- -Ac-. Hice una apuesta de continuación y él pagó. El turn fue un 2 y ambos pasamos. El river fue otro 2. Yo paso y él apuesta el 70% de lo que hay en el pozo. Cubrí con Q high y empatamos. ¡Teníamos la misma mano! Tomé mi decisión con fundamentos, considerando el desarrollo de la mano y además aproveché las horas que llevaba jugando con él para detectarle algunos tells cuando estaba débil. Para eso me han servido los libros de lenguaje corporal”, explica Backmann.
Ya en el momento de las definiciones, Jerson empezó a recibir buenas manos que le ayudaron mucho a seguir con su avance:
“Todos me querían robar las ciegas, en vista de que mi stack era corto, pero recibía manos como AQ suitted, AK suitted, reyes, jacks, pares fuertes. En todas las jugadas iba all-in, y en el momento que me cubrieron, tripliqué mi stack. Después logré eliminar al jugador que terminó siendo la burbuja de mesa final. Lo atrapé en una jugada de bluff y así llegué como chip-leader a la mesa final”, recuerda con emoción el jugador lagunero.
De ahí en adelante el camino se aclaró para Jerson y pudo mantener esa condición favorable hasta el momento de la negociación que reseñamos al principio de este apartado.
Las apuestas por fuera de las mesas
Uno de los rasgos que me resultó más destacable en lo que pude conocer de Jerson Backmann es la forma en que integra su interés por lograr un mejor nivel de juego en cada competencia, con el esfuerzo decidido por alcanzar una calidad humana cada vez mayor:
“Para mi experiencia muy personal, tener un apoyo emocional y una estabilidad psicológica, es muy importante en el juego. Debes estar en paz contigo y con los demás antes de iniciar una partida de Texas Hold’em. Es un juego de mucha paciencia y debes tener la mente en blanco y no dejar que esté ocupada en problemas. Si estás siempre con la mentalidad puesta sólo en la estrategia y en tu juego, es muy probable que llegues lejos en un torneo. Eso es fundamental, a mi modo de ver”, analiza Jerson.
En esa perspectiva, Backmann le ha dado un papel protagónico en su preparación para el poker a ciertos componentes energéticos, psicológicos y espirituales que ha podido trabajar de la mano de los dos coachs que ha tenido:
“Cuando estoy en un viaje de competencia, realizamos meditaciones antes de salir de la habitación. Vamos al gimnasio temprano en la mañana y a mediodía ya estamos listos para iniciar el torneo correspondiente. Siento que si estuviera solo en esto, podría ocurrir que un día yo no realice bien este tipo de rutina, y de verdad sirve demasiado estar bien para rendir en las mesas. Puedo decir que es una herramienta. Mi coach también se encarga de que en la noche vayamos a descansar temprano, pues ciudades como Las Vegas te presentan demasiadas distracciones, y tenemos que tener la disciplina de creer en las razones por las que viajamos y realizar bien nuestro trabajo”, cuenta Jerson, a manera de confidencia.
Todo esto se complementa con una gran sencillez que enriquece la calidad humana de Jerson. En los casinos y demás sitios en los que se efectúan las diferentes competencias de las que toma parte, suele ser reconocido por los dealers porque, con su carisma y humildad, les hace más ligero el transcurrir de su día de trabajo:
“Parte de lo que trabajo con Javier Bustos es nunca perder el carácter, la simpatía y empatía con las demás personas. Que seas bueno en lo que haces y que te vaya bien económicamente no significa que seas más o mejor persona que los demás. No todos tenemos las mismas oportunidades ni capacidades que a mí se me han ido presentando y siempre se debe tener la misma actitud servicial y humilde. Todos somos iguales independientemente de a qué se dedique cada quien y cada trabajo es importante e igual que los demás, hablando en general y proyectándolo en el poker, en particular”, afirma Backmann en un tono práctico, pero profundamente sabio.
Esa misma visión, la ha materializado Jerson con la realización de diferentes obras sociales y de caridad. Con su familia, por ejemplo, se encargó en la pasada navidad de brindarle a un grupo de niños de su ciudad natal, pertenecientes al DIF (Desarrollo Integral de la Familia), una tarde de diversión, buena alimentación y obsequios.
“Me gusta compartir estas cosas porque me interesa fomentar este tipo de ayuda. Lo hago con el fin de que otros puedan ver la necesidad que hay afuera y que a veces no nos damos el tiempo de investigar. Es muy sencillo poder brindar algo de alegría a las personas que lo necesitan, sobre todo cuando nosotros recibimos tanto», declaró al respecto en una entrevista concedida en ese entonces a una reportera de su país.
Un profesional a todos los niveles
Otro rasgo llamativo de la vida de Jerson Backmann, es la forma en que ha logrado organizar su tiempo para que la práctica del poker no interfiera con su desarrollo laboral, a pesar de desempeñarse en un cargo tan delicado como el de Gerente de Sistemas en su región para la empresa Televisa. Además, ha logrado iniciar con éxito la administración de su propia agencia de viajes. Al respecto, Jerson comenta:
“Es cuestión de darle tiempo a todo. Yo tengo ya bastantes años en la televisora y tengo bien delegada mi operación en mi departamento, además de que tengo bastantes días de vacaciones por la antigüedad en la empresa y aprovecho para darme el tiempo de viajar y jugar en distintos eventos”.
Y para ilustrarlo con más detalle, Backmann nos permite conocer de su propia voz como transcurre un día suyo, cotidianamente:
“Me despierto una hora y media antes de irme a trabajar. Me baño y me voy a la televisora. Trabajo en horario seguido hasta las 5:30 pm, para después ir a la agencia de viajes. Mi día laboral termina aproximadamente a las 8. En la noche salgo, ya sea que visite a mis amigos o a mis padres al finalizar la jornada. Y comúnmente me dedico en la noche a jugar poker online o me reúno en algún sitio a jugar con amigos. Por temporadas me meto a practicar ‘box’ (boxeo), que es un deporte que me apasiona”, cuenta el descendiente de alemanes, que también se dio alguna vez el tiempo necesario para hacer estudios de Gastronomía.
Respecto a sus planes para el futuro próximo, Backmann nos habló de su interés por participar de nuevo en algunos eventos de la Serie Mundial de Poker (WSOP) en Las Vegas . También desea estar de nuevo en Perú para competir en una nueva parada del LAPT. En lo que va del año, ya logró sus primeros resultados internacionales, al acceder a la mesa final en dos de los cuatro eventos en los que se registró recientemente, cuando estuvo presente en las Bahamas para el Poker Caribbean Adventure (PCA). Y más allá de sus resultados deportivos, Jerson nos dio a conocer su interés por convertirse en un embajador del poker de su país: “Quiero formar parte del PokerStars Team México y representar de manera formal a mi país. Estoy orgulloso de ser mexicano y lagunero. Por eso porto la camisa del Santos de Torreón cuando estoy en los torneos. Es un icono de mi ciudad”, señala.
Aquí nos surge la inquietud respecto a cómo visualiza Jerson el nivel del poker de su país frente al que ha podido conocer entre los jugadores internacionales, y con sinceridad responde:
“No encuentro ninguna diferencia entre nuestro nivel y el de otras partes del mundo. Creo que en México tenemos la calidad para competir y lo hemos demostrado con hechos. Somos personas perseverantes y trabajadoras. Luchamos por conseguir nuestros sueños y nos preparamos para eso. No nos damos por vencidos tan fácil. Es nuestra cultura. Además, me encanta poder aportar y contribuir para demostrar que somos personas buenas y humildes”, sentencia lleno de orgullo patrio.
Ya para cerrar, Backmann dejó los agradecimientos correspondientes para las personas que le han ayudado a orientar su carrera como jugador:
“He tratado de localizar a Humberto Brenes para darle las gracias por algunos consejos que me dio; pero no lo he podido encontrar. No sé qué haya sido de él, pero sí me gustaría verlo nuevamente. También agradezco enormemente a los dos mayores asesores que he tenido: Jorge Avilés, mi anterior coach; y Javier Bustos, el actual. Y no puedo dejar pasar la oportunidad de agradecerle a mis padres y reconocer la importancia que ellos tienen para mí, en cada paso que doy en mi carrera. Trato de llevarlos conmigo a todas partes y así devolverles un poco de todo lo que me han dado, con experiencias como éstas para que puedan conocer países en los que nunca han estado. También quiero agradecer que CodigoPoker haya pensado en mí para esta entrevista. Finalmente ustedes son los que juegan el papel más importante, al cubrir lo que hacemos en las mesas y proyectar nuestras palabras. Les doy las gracias por hacer su trabajo tan profesionalmente”, declaró Jerson a manera de despedida.