ADN Poker es una asociación que nació hace algunos años en México para darle un lugar importante tanto interna como externamente al poker nacional. Sin embargo, últimamente han estado atados de manos por problemas legales que han ido resolviendo poco a poco. La entidad espera que en las próximas semanas ya se conozcan los estatutos y alegatos que den el reconocimiento a este deporte mental como está legalmente registrado.

En 2018, se estaba organizando un gran torneo en la Riviera Maya . Era la primera fecha de la Mexican Series of Poker pero, a pesar de tener todos los documentos en regla, funcionarios de gobierno se presentaron en el lugar y forzaron la suspensión del evento, como así lo comenta Adrián Mariano Braverman, presidente de ADN Poker

En aquella ocasión teníamos todo en regla, pero simplemente ellos tenían alguna orden de cerrarnos, ya venían con todo listo.

La creación de la Asociación no ha sido fácil; han tenido que pasar muchos años y cumplir con más de 20 requisitos para poder estar afiliados a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) y poder contar con el registro único del deporte como cualquier otra disciplina que les permita poder sacar el poker de los casinos y globalizarlos en México.

Planes futuros

«La idea principal de ADN a través de la CONADE es desmitificar la palabra poker en México», afirmó el dirigente. Para ello ya tienen un acuerdo firmado con la Federación de Estudiantes Universitarios FEU, que agrupa cerca de 120 mil estudiantes directos y hasta 280 indirectos para comenzar a hacer torneos, ligas universitarias online y en vivo, dar talleres, así como el ajedrez, y comenzar a enseñar poker a nivel universitario.

Adrián Braverman, presidente de ADN Poker México

Es un proyecto a largo plazo para llegar a todas las universidades de México. Aclara que para lograrlo se encuentran en la búsqueda de patrocinadores que los ayuden en logística para traer instructores, fichas, mesas y poder ofrecer una buena experiencia; de otra manera sería imposible.

«Ahora estamos esperando los patrocinios, ya nos hemos acercado a las grandes salas, empresas de telefonía, restaurantes, etc», añadió Braverman.

En cuanto a crecimiento, desde ADN Poker consideran y ven a Brasil como un gran referente. El país sudamericano tardó entre 8 y 10 años en poder legalizar el juego y hoy en día es un destino y parada obligatoria de muchos circuitos y grandes jugadores.

Incluso comenta que hay interés para traer grandes eventos a las playas mexicanas tomando en consideración las atractivas ventajas que el país ofrece. 

«La gente de partypoker está muy interesada de hacer un MILLIONS como el de Brasil aquí en México, pero para traer un evento así de grande ya no hay que tener problemas con las instituciones o con quienes no quieren que el poker salga de los casinos».

Uno de los mayores problemas que enfrentan es hacer entender que el poker no se rige por la Ley Federal de Juegos y Sorteos; al ser un deporte mental, es controlado por la Ley General de Cultura Física y Deporte.

«Es como si fueran a cerrar un torneo de golf o tenis, esa ley no aplica. La CONADE no pertenece a la Ley de Juegos y Sorteos por eso el poker tampoco».

Impuestos a los jugadores

Poco a poco los jugadores se han sumado al respaldo de la asociación, esto al observar la organización que hay detrás y como los puede amparar a ellos también.

Todos aquellos que cobren en los torneos tendrán que pagar impuestos, pero los jugadores que cuenten su registro único del deporte podrán deducir, en la declaración anual, ante Hacienda, todos los gastos que realicen para ir a cualquier evento.

En comparación con otros países, dichos impuesto son bajos, un 7% contra un 30% que se puede llegar a pagar en Estados Unidos .

Por último, Braverman asegura que el poker en México se ha estancado desde hace más de 10 años, la corrupción no lo ha dejado crecer fuera de los casinos.

«Se está haciendo mucho esfuerzo con abogados, mes con mes para cumplir y hacer cumplir la ley y salir adelante. Todo lo estamos llevado a cabo nosotros económicamente sin ayuda externa». «Nuestro gran reto es demostrar que el poker no es un juego de casino», concluye con fe.