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El ex campeón de UFC Sean O’Malley está viviendo una transformación total en 2025. En el episodio 314 de su podcast TimboSugarShow, reveló que ha hecho varios cambios radicales en su rutina para mejorar su desempeño y, de paso, encontró una nueva pasión: el poker.
“Siento que muchos cambios en mi vida se deben a mi desempeño. Por ejemplo, dejar de usar redes sociales. Decidí que en 2025 dejaría de usarlas. Solo han pasado tres meses, pero siento que me han cambiado la vida, y que eso influirá en mi desempeño”, explicó O’Malley.
Pero el cambio no se detuvo ahí. También dejó por completo los videojuegos y, como él mismo dijo en tono confesional, no se ha masturbado en todo lo que va del año. “Renunciar a esas cosas me está ayudando a desempeñarme mejor”, aseguró.
Hemos estado jugando mucho al Texas Hold’em con los chicos. Ha sido muy divertido”
Con tantas horas disponibles tras su cambio de rutina, O’Malley encontró algo que canaliza su energía competitiva sin poner en riesgo su físico: el poker. “Hemos estado jugando mucho al Texas Hold’em con los chicos. Ha sido muy divertido”, contó durante el episodio.
No es casualidad. El poker, como deporte mental, le exige enfoque, paciencia, tolerancia a la frustración y disciplina: todo lo que él está entrenando día a día. O’Malley no es el primer deportista de élite en enamorarse del juego, pero su caso destaca por el contexto: llega tras una serie de sacrificios personales pensados exclusivamente para alcanzar su mejor versión.
Lo que más impacta de su relato no es la renuncia en sí, sino la claridad con la que toma decisiones. “No creo que dejar las redes o los videojuegos sea un sacrificio. Simplemente siento que esas pequeñas decisiones me ayudan a ser mejor”, explicó.
El caso de Sean O’Malley es un ejemplo de cómo el poker puede formar parte de un estilo de vida más saludable y enfocado. No como una adicción o una escapatoria, sino como un espacio donde canalizar la mente competitiva y fortalecerla.