TV SHOW
El mago no encontró la magia y perdió un pozo de US$323K
Antonio Esfandiari volvió a las mesas televisadas y a pesar de que sus poderes fallaron una vez, al final de la noche fue el máximo ganador.
Cada tanto aparece una noticia como éstas, con las autoridades persiguiendo el juego ilegal. Sin embargo, esta vez, y si bien no parece tratarse de una gran organización, sí es verdad la envergadura del hecho, por lo secuestrado, es para destacar. Así sucedió gracias a la Policía de Córdoba, que llevó a cabo un allanamiento en una casa en la localidad de Berrotarán, del departamento de Río Cuarto, que funcionaba como un casino ilegal, procediendo a incautar millones de pesos, dólares , armas y con casi una veintena de detenidos.
La redada fue realizada por uniformados de la comisaría local en colaboración con otras dependencias operativas de la zona, siguiendo las instrucciones del Ministerio Público Fiscal, bajo expresas directivas de la Fiscalía de Primer Turno, a cargo del Dr. Pablo Javega.
Durante el operativo realizado en una vivienda de Pasaje Comini al 100 de esa localidad, se confiscaron aproximadamente ocho millones de pesos argentinos, moneda estadounidense, diecinueve teléfonos celulares, tres armas de fuego con municiones y nueve vehículos. Además los uniformados se llevaron elementos pertenecientes al desarrollo de los juegos ilegales en sí, como cartas (se cree que una de las actividades más importantes del lugar era el poker), dados y fichas.
En total, diecinueve hombres, incluyendo un menor de edad, fueron arrestados y enfrentan cargos de explotar, administrar u operar cualquier modalidad o sistema de captación de juegos de azar sin la autorización correspondiente.
Cabe remarcar que este delito se contempla en el artículo 301 bis del Código Penal argentino y conlleva una pena de prisión de tres a seis años.
Como resultado del procedimiento resultó imputado el anfitrión, que oficiaba de organizador del encuentro, un hombre de 41 años oriundo del lugar. Según fuentes extraoficiales, la mayoría de los participantes habían llegado de ciudades de la zona, tales como Río Tercero y Río Cuarto, como también una minoría de localidades cercanas a Berrotarán, localidad de unos 7.000 habitantes.
El allanamiento se llevó a cabo en un espacio contiguo de una vivienda en la que mediante un cortinado se delimitaba el sector donde se llevaban a cabo las apuestas clandestinas.