El cierre obligatorio de casinos en Chile , debido a la pandemia de COVID-19, se prolongó por 8 meses y tras la autorización de una reapertura controlada, se mostraron las primeras cifras dejando números poco alentadores para el sector en el país.
Entre el 19 y 29 de noviembre de 2020, un total de 11 casinos pudieron volver a sus operaciones casi de manera habitual y ahora la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), autoridad chilena que regula los impuestos de la industria, ha presentado un informe de resultados tras el primera mes de actividades.
Del total de salas de juegos que volvieron a recibir a sus clientes, 9 pertenecen a capital privado mientras dos pertenecen a una concesión municipal, todo ellos, registraron ingresos brutos de juego por US$5.9 millones, lo cual representa una disminución del 43,6% en comparación con noviembre de 2019. La SCJ estima que esta caída está relacionada con la cifra del 57,2% inferior en el número de visitas diarias que se registró en el mismo período del año anterior.
Estos números rojos no solo afecta de forma directa a dueños y empleados que hacen vida en estos establecimientos, sino también a los impuestos que recibe el estado de esta actividad. Más específicamente, los casinos abiertos fueron el Luckia Arica, Marina del Sol Calama, Enjoy Antofagasta, Antay Casino & Hotel, Ovalle Casino & Resort, Casino del Pacífico, Enjoy Santiago, Sun Monticello, Casino de Colchagua, Enjoy Coquimbo y Disfruta Viña Del Mar y entre todos, solo aportaron cerca de US$1.8 millones en impuestos.
De dicha recaudación, US$715K fueron directo al conocido «impuesto específico al juego destinado a las Comunidades Autónomas y Municipios donde operan para financiar obras de desarrollo», US$950 mil fueron producto del IVA y otros US$133k fue para los fondos generales de país por medio del un «impuesto de entrada establecido».
Este parece ser el panorama generalizado de la industria a nivel mundial, pues lugares como Macao o Las Vegas , también han mostrado pocos ingresos desde que llegaron los cierres a comienzos del año pasado seguidos de una gradual reapertura que se ha enfrentado, en algunos casos, a más dificultades que beneficios.
Cifras: sbcamericas