La Franja de Cotai, en Macao, es algo así como el Strip en Las Vegas. En esa zona se concentra la mayoría de los casinos, centros comericales y la Torre de Macao, imponente con sus 338 metros de altura. Esa es la meca del juego en Oriente, donde los profesionales del poker no dudan en apuntar para buscar el dinero de los millonarios peces grandes asiáticos.

Hoy, como el resto del mundo (y en especial Las Vegas), esa región que transpira vida, emoción y actividad las 24 horas de los siete días de la semana está desolada, y pobre. Por los efectos del coronavirus y el obligado aislamiento, Macao sufrió, en abril, el peor mes con respecto a los ingresos brutos de la industria del juego.

Los casinos de la ex colonia portuguesa ganaron apenas 95 millones de dólares en el mes que acaba de pasar. Las cifras representan una disminución del ¡97%! desde abril de 2019, superando el récord de febrero por su caída del 88%, derivado principalmente, por el cierre forzado por 15 días de los casinos.

Hubo un ligero repunte en marzo, ya que el ingreso solo cayó un 80%, pero a medida que el Covid-19 se comenzó a extender por el planeta y el gobierno chino restringió la entrada a extranjeros y la circulación por el país, las ganancias se fueron achicando cada vez más.

Según un informe del South China Morning Post, los operadores de casinos están perdiendo un millón de dólares diarios con mesas de baccarat y ruleta vacías. A la vez, también se está reduciendo la planta de empleados.

Bill Hornbuckle, CEO interino de MGM Resorts, dijo que los ingresos de los casinos deberían recuperarse a principios del verano a medida que las preocupaciones por el virus comienzan a disminuir. Rob Goldstein, presidente de Las Vegas Sands, informó que el gobierno chino comenzará a levantar las restricciones de viaje a Macao desde el continente a finales de este mes.

De eso depende esta industria para volver a rodar.