Un hecho insólito se dio esta semana en una de las mesas de high stakes de Hustler Casino Live. En un mano que enfrentó a dos dueños de clubes, el pozo terminó quedando en manos del jugador perdedor. ¿Cómo sucedió esto? Básicamente, por una cuestión de cortesía, Rob Yong no quiso aceptar el pozo a pesar de haber resultado ganador de la mano. Gracias a esto, Ryan Feldman se quedó con casi US$200.000, a pesar de haber perdido.
La acción comenzó con Yong abriendo por US$1.000 desde el CO con Q J. Feldman pagó en el BU con A 9 y en la SB Sinan Tawfik hizo un 3-bet por US$8.000 con K K. Tanto Yong como Feldman pagaron y el flop mostró 4 Q 9. Cuando la acción regresó a Tawfik, este decidió continuar con una apuesta de US$20.000, que también fue pagada por sus dos rivales.
En el turn apareció el A, dándole doble par a Feldman y dejando atrás tanto a los reyes de Tawfik como a las damas de Yong. Por eso Ryan aprovechó para ir all-in por sus últimos US$52.8000 después de ver que ambos jugadores habían pasado. Tras pensarlo varios minutos, Tawfik finalmente foldeó, pero Yong no le creyó y decidió pagar.
Al ver que Feldman tenía doble par en mano y que lo único que podía llegar a salvarlo eran las dos damas que quedaban en la baraja, Rob Yong decidió arrojar sus cartas boca abajo, como si estuviera muckeando. Sin embargo, todavía faltaba ver el river. Antes de que la crupier repartiera la última carta, Yong mostró sus cartas, pero le aclaró a la mesa: «Miren chicos, yo muckeé mis cartas», como resignando la mano pase lo que pase. Feldman no sentía que eso estuviera bien y comenzó a insistirle «Rob, detente, todavía puedes ganar, está bien». «No aceptaría el dinero», insistió Yong.
Para sorpresa de todos, el river fue la Q y Rob Yong mantuvo su postura. «No tienes que hacer esto», le dijo Feldman al ver que Yong estaba dispuesto a entregarle el pozo realmente. «No, dije que estoy muckeado. Está bien«, respondió Rob.
Claramente nadie necesitaba aclararle las reglas a Rob Young, que es dueño de Dusk Till Down, uno de los clubes más importantes de Reino Unido, y sabe cómo funcionan las mesas cash. En un acto de caballerosidad pocas veces visto, el británico terminó concediéndole a Feldman el pozo por US$191.800.
Después de todo, el que es millonario hace lo que quiere.