¿Te suena el nombre de Chad Power ? Quizás no. Es que es de esos jugadores de poker que viven alejados de los focos, pero que arrasan en las mesas high stakes.
Lamentablemente, hace unos meses fue víctima de un asalto que lo llevó a los titulares de las páginas policiales. Al pro le robaron cerca de un millón de dólares (US$750K en efectivo más otros US$250K en fichas de casino) en su hogar en Las Vegas, aunque afortunadamente ese día no estaba en casa.
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La historia de un high roller
Este jugador es habitual en las partidas de altas apuestas en Las Vegas, ésas que se juegan a puertas cerradas y donde corre mucho dinero.
Además, tiene varios jugadores bajo su ala a los que stackea. Se puede decir que es un emprendedor en el mundo del poker, deporte que conoció viendo ESPN y comenzó a jugar con amigos en la universidad.
Chad también organiza partidas privadas de high stakes a las que asisten destacados artistas de Hollywood y reconocidos deportistas. Normalmente, los límites son US$25/$50 y US$50/$100.
Según un articulo del Washington Post, Power señaló que este trabajo de anfitrión le reporta entre US$400K y US$800K al año.
Además de gravitar en Las Vegas, Chad Power se especializa en «trabajar» en casinos en el norte, lejos de Nevada, en áreas productivas ricas y frecuentadas por ballenas muy ricas.
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Atraparon a uno de los ladrones
Hace pocas horas se conoció que la policía de Las Vegas detuvo a Brock Brewer , de 32 años, presunto autor del robo y quien tiene un prontuario de robo, allanamiento y posesión ilegal de armas.
Su rostro fue reconocido por las cámaras de circuito cerrado de televisión de la casa del jugador de poker. Además, el imputado habría sido rastreado no solo por esas pruebas sino también por haber comprado un Maserati y un costoso Dodge Charger Hellcat. Ambos vehículos fueron pagados en cash y se pusieron a nombre de la mamá de Brock.
Ahora el sospechoso será juzgado, mientras se espera encontrar pistas de los otros dos implicados en el robo. Por su parte, Chad tiene cero esperanzas en recuperar el dinero, sin embargo podría recibir de vuelta algo con la confiscación de los automóviles, que en total suman poco más de US$200K.