BRAZILIAN SERIES OF POKER
Ronald Licona sumó un título para Perú en el BSOP Millions
El peruano logró coronarse como campeón del evento 2-Day High Roller Mystery Bounty.
En 1986, David Mamet escribió sobre las lecciones del poker y destacó que «se trata sobre dinero». Sin embargo, en la comunidad de retiro Avila en Albany, Nueva York, un hombre de 104 años llamado Al Staff dirige un juego de poker dos veces por semana y ha llevado el juego a otro nivel, donde el dinero es la parte menos importante.
«Una ficha por un centavo», dice Al mientras reparte las cartas. En su juego de 7 Card Stud Hi-Lo, el dinero no es el foco principal. Aunque Mamet abogaba por el aspecto económico del poker, Al ha encontrado en su partida una comunidad que va más allá del valor monetario.
En el Avila Retirement Community, jugadores como Bob Cullon, de 90 años, se unen a Al en esta peculiar versión del poker. A pesar de la avanzada edad, el juego va más allá de las fichas y las apuestas. «Cuando queda mano a mano, dejamos de apostar», comparte Al. Es un juego de caballeros, donde se evitan estrategias como pasar y subir.
Al Staff, un excontador de Albany, lleva ocho años organizando el juego en Avila. Aunque muchos residentes participan, pocos estaban familiarizados con las peculiaridades del 7 Card Stud Hi-Lo. «Fui mi maestro», dice Dave Ditton , uno de los jugadores. A pesar de la sordera de Al, confían en él para dirigir el juego.
La comunidad en Avila va más allá del poker. «Somos todos mayores y cuidamos el uno del otro», comparte John Bendick , un exoficial de la Policía Estatal. La partida no solo involucra estrategias de poker, sino también la camaradería entre los residentes.
Cuando se le pregunta sobre el secreto de su longevidad, Al responde con humor: «Tener sexo todas las mañanas». Pero también revela que ha vivido con mielodisplasia, un cáncer sanguíneo, durante 25 años. A pesar de sus desafíos de salud, Al mantiene una actitud positiva y continúa disfrutando de la vida y el poker.
La partida de Al Staff no es solo sobre cartas y apuestas; es una lección sobre la importancia de la comunidad, la diversión y el compañerismo en la jubilación. A sus 104 años, Al demuestra que el poker puede ser más que un juego de azar; puede ser una fuente de conexión y alegría en la vida diaria.
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El poker ofrece una serie de beneficios que hacen que sea una actividad recreativa y socialmente positiva para las personas de la tercera edad. Aquí hay algunas razones por las cuales el poker puede ser provechoso para los que ya peinan canas. abuela
El poker es un juego que implica habilidades estratégicas y mentales. Participar en partidas requiere el uso constante de la memoria, el cálculo de probabilidades y la toma de decisiones tácticas. Estimular estas capacidades mentales puede ayudar a mantener la mente activa y ágil, lo que es esencial para la salud cognitiva en la tercera edad.
Jugar al poker es una actividad social que fomenta la interacción entre los jugadores. La tercera edad puede ser un momento en el que algunas personas se enfrentan a la soledad o al aislamiento social. Participar en juegos de poker, ya sea en persona o en línea, brinda la oportunidad de socializar, establecer nuevas amistades y mantener conexiones sociales significativas.
El poker, cuando se juega en un entorno relajado y amigable, puede servir como una forma de escapar del estrés diario. La emoción del juego y la concentración en las cartas pueden proporcionar distracción y entretenimiento, contribuyendo así a la reducción del estrés y la mejora del bienestar emocional.
El poker es un juego que siempre ofrece la posibilidad de aprender y mejorar. La tercera edad es un momento ideal para buscar nuevas experiencias y desafíos. Aprender nuevas estrategias de poker, entender las dinámicas del juego y adaptarse a las diferentes situaciones pueden ofrecer una forma divertida de mantener la mente activa y comprometida.
El poker es un juego inclusivo que no tiene límites de edad. Los jugadores de diferentes generaciones pueden participar juntos, lo que fomenta la diversidad y la inclusión. Esta interacción intergeneracional puede llevar a la transmisión de experiencias y conocimientos entre distintas edades.